Boston River es cosa seria. Más allá de los intérpretes, tiene identidad de juego. Es la gran revelación del campeonato uruguayo: pelea el Clausura y está fijo en puestos de Copa Libertadores. Por la Copa Uruguay le ganó a Albion este martes y está entre los cuatro mejores del certamen.

Liquidó el partido en el primer tiempo con un par de golazos. El primero fue a los 28 minutos tras un corte en campo rival de Juan Acosta, que abrió a la punta izquierda para Agustín Anello. Este venía encarando hacia afuera para centrar, esta vez eligió enganchar hacia adentro, remató fuerte con la derecha al primer palo y agarró a contrapierna a Sebastián Jaume, que nunca llegó.

Acosta también fue protagonista en el segundo. Sobre la hora del primer tiempo, llegó al fondo de la cancha por la derecha y el centro derivó en la puerta del área, donde Felipe Chiappini recibió la pelota y la colgó en el ángulo. Se bajó el telón del encuentro con la ventaja de dos tantos.

Sebastián Jaume, golero de Albión, durante el gol convertido por Agustín Annelo, el 29 de octubre, en el Parque Abraham Paladino.

Sebastián Jaume, golero de Albión, durante el gol convertido por Agustín Annelo, el 29 de octubre, en el Parque Abraham Paladino.

Foto: Ernesto Ryan

El que no lo vio se lo perdió

El martes a las 10.00, en el Parque Paladino, se jugó el partido de cuartos de final, que puso frente a frente a dos equipos de poca convocatoria y lejos de la zona de influencia. La fijación no cuidó el producto. Al momento de iniciar el partido se llevaban vendidas 61 entradas. Pudo haber caído alguno más con el transcurso del juego, pero menos de 100 personas observaron el encuentro que otorgó un boleto a semifinales en el coqueto escenario de La Teja, que, dicho sea de paso, está transitando su prime en cuanto al estado del campo de juego.

Mates por doquier, alguna bolsa de bizcochos y paraguas que intentaron oficiar de sombrilla para tapar el sol. El poco público presente eligió las zonas de sombra, lo lógico. Lo bueno de ser pocos fue que los árboles cumplieron con los requisitos de todos los presentes.

El primer tiempo fue muy lindo. Los dos entrenadores eligieron oncenas de alternativa porque se están jugando cosas importantes en el campeonato uruguayo, uno en la A y otro en la B. Ambos están en la recta final de su objetivo principal; a la Copa Uruguay la miran de reojo, con profesionalismo, pero un escalón abajo en la escala de metas a cumplir.

El fútbol que mostraron fue vistoso. Bola al césped, criterio en los movimientos y a mostrar sus virtudes. Los futbolistas que generalmente ven los encuentros desde el banco no quisieron desaprovechar su oportunidad y se soltaron a jugar, sin la presión que suelen tener los partidos en instancias decisivas de los torneos, cuando el reglamento impone ganar o quedar en el camino.

Boston River fue superior desde lo táctico y pudo transformar el dominio en situaciones de gol. Presionó alto y cortó circuitos recuperando balones en campo rival. Cuando la tuvo, eligió profundizar por la izquierda, con buenas combinaciones entre Anello, Chiappini y el capitán Gianni Rodríguez.

Hubo cuatro o cinco jugadas de gol para los de Jadson Viera, que se fueron 2-0 al descanso, imponiendo justicia en la calurosa mañana tejana. Albion, además de alguna insinuación, tuvo un posible penal que el árbitro Eduardo Varela cobró a instancias de Gustavo Márquez Lisboa, pero, tras revisión del VAR, anuló la decisión inicial.

Leonard Costa y el golero Bruno Antúnez, de Boston River, festejan tras la victoria de su equipo, el 29 de octubre, en el Parque Abraham Paladino.

Leonard Costa y el golero Bruno Antúnez, de Boston River, festejan tras la victoria de su equipo, el 29 de octubre, en el Parque Abraham Paladino.

Foto: Ernesto Ryan

Albion intentó pero no pudo

Joaquín Boghossian metió cambios ofensivos en el segundo tiempo; acumuló delanteros, pero no fue suficiente. Boston River, cerradito, nunca tuvo problemas para bancar el resultado, más allá de que Albion manejó el balón y se paró en terreno rival.

Leonard Costa, que ingresó en el segundo tiempo, se aburrió de sacar balones y Carlos Valdez, que también jugó un ratito, terminó con chichones de despejar de cabeza. La más clara del pionero la tuvo Fabricio Santos, que intentó un derechazo desde el borde del área que se fue alto.

Boston River pudo aumentar de contragolpe con algunos jugadores habitualmente titulares que entraron frescos, como Bruno Damiani y Leandro Suhr, pero siempre encontró las manos de Jaume.