En el primer partido sabatino de la séptima fecha del Torneo Clausura Progreso y Danubio empataron 0-0.

Para los danubianos significó el tercer empate consecutivo: en la última jugada del partido con Wanderers fue 2-2 y contra Defensor 1-1. Aun así siguen manteniendo el liderazgo del torneo, ahora con el riesgo latente de que pueda ser superado por Nacional y Boston River si ganan sus respectivos encuentros de esta fecha.

Danubio y Progreso, el sábado 12 de octubre, en el estadio Abraham Paladino.

Danubio y Progreso, el sábado 12 de octubre, en el estadio Abraham Paladino.

Foto: Rodrigo Viera Amaral

Faltó el gol

El equipo de Alejandro Apud esta vez no pudo anotar, pero de todas maneras, sobre todo en el primer tiempo, hizo mucho por llegar a gritar un gol. También lo hizo en la segunda parte, pero allí Progreso supo contener mejor al elenco danubiano.

Durante el primer tiempo Danubio tuvo posibilidades absolutas de llegar a convertir, pero la brillante actuación del arquero gaucho Nahuel Suárez, la falta de puntería en la última definición de los danubianos y también el travesaño hicieron que se fueran a vestuarios sin goles. Danubio, que vistió su camiseta rosada con franja negra, había sido mucho más al influjo de la cadencia de juego de Maximiliano Cantera, combinando muy bien fundamentalmente con Sebastián Papelito Fernández y Cristian Tizón.

En esa primera parte sucedió un acontecimiento que no es del todo común y fue la sustitución del lateral del equipo de la Curva de Maroñas Frachia, que cargó con una tarjeta amarilla por una infracción, y, según explicó después Alejandro Apud, entendió que estaba corriendo peligro de ser expulsado, razón por la cual ordenó la temprana variante.

Danubio y Progreso, el sábado 12 de octubre, en el estadio Abraham Paladino.

Danubio y Progreso, el sábado 12 de octubre, en el estadio Abraham Paladino.

Foto: Rodrigo Viera Amaral

En el segundo tiempo, el equipo de Carlos Canobbio, el entrenador con mayor continuidad en un mismo club de los que están dirigiendo ahora en el Campeonato Uruguayo, logró emparejar las acciones a través de una mayor presencia en mediacancha, que cortaba las posibles combinaciones danubianas.

A pesar de que Mauro Goicoechea, el arquero danubiano, no fue exigido con peligro extremo en ninguna situación, los gauchos del Pantanoso también llegaron sobre el arco de la visita e intentaron con distintas alternativas de delanteros: empezaron jugando con Horacio Sequeira y Gonzalo Barreto y terminaron con Gastón Colman y Gustavo Alles.

Danubio también siguió intentando, propuso variantes en ataque y, de alguna manera, volvió a estar cerca del gol, fundamentalmente en una gran apilada del juvenil Mateo Peralta, que fue desarmada en el área chica cuando se presumía una acción de extremo peligro.

Nahuel Suárez, el arquero de Progreso, cumplió una gestión perfecta y cada vez que fue llamado a intervenir lo hizo con soltura y capacidad. También fue parte de la explicación de la ausencia de goles en el partido y del nuevo empate de Danubio, que se mantiene imbatido por ahora, en la punta, y que el miércoles recibirá en el María Mincheff a Peñarol.