El resultado del partido de vuelta en el estadio Centenario ante Botafogo fue 3-1, pero no le dio para clasificar a la final por la derrota 5-0 en Río de Janeiro. Pese a la eliminación, el aurinegro se despidió con una buena imagen, en consonancia con el gran torneo que realizó.

En esta línea se expresó Diego Aguirre, en conferencia de prensa: “Tenemos que sentirnos orgullosos de la copa que hicimos. De a poco el equipo fue logrando cosas. Le ganamos a todos los rivales que enfrentamos. Me siento orgulloso por todos los momentos que me han hecho vivir los jugadores”.

La Fiera volvió a poner al aurinegro en planos de definición continental, algo que no sucedía desde 2011, también con Aguirre como entrenador: “Obviamente duele porque queríamos seguir, pero debo ser justo y reconocer todas las cosas buenas que este equipo mostró. Les ganamos a los dos finalistas, a Flamengo y a Rosario Central. Fue una copa muy buena, con el sabor amargo de no estar en la final. Este es el camino; Peñarol volvió a ser protagonista y a ganarse el respeto del mundo del fútbol. Tenemos que seguir así”.

El entrenador, como un hincha más, sintió esta Libertadores de una forma particular: “Lo vivido con el hincha es increíble; ver tanta ilusión y demostración de cariño, lo que han disfrutado los padres con los hijos, hace mucho que no se vivía. A la gente le doy las gracias por lo que nos ha apoyado y por los momentos que vivimos juntos. Me siento feliz de haber sido parte de esta copa que quedará en el recuerdo de muchos; fue muy lindo lo que vivimos juntos”.

Aguirre contó cómo preparó el partido de vuelta: “Era muy difícil sobreponerse al duro golpe que recibimos en Brasil. Tuvimos unos minutos de desconcierto y lo pagamos muy caro. Hablamos mucho esta semana de que íbamos a pelear e intentarlo. Si nos tocaba salir, iba a ser con la frente en alto y aplaudidos por la gente. Era lo que más quería, hicimos un gran partido, nos entregamos y todo el estadio terminó aplaudiendo a los jugadores. Al menos pudimos irnos de esta copa con la tranquilidad de haberlo dado todo”.

Luego de una derrota 5-0 no hay mucha planificación táctica que valga. El entrenador apuntó a convencer a los jugadores: “Pasó mucho por lo anímico y lo mental. Teníamos que creer, aunque fuera una locura y nadie se lo pudiera imaginar, sentir que no estábamos eliminados. Había que darlo todo; no nos sentimos eliminados hasta que pitó el juez”.

Aguirre espera que esto sirva de puntapié para volver a poner a Peñarol en la pelea por los títulos continentales: “Tiene que servir para que siempre seamos protagonistas en la copa, pelear e ilusionarnos estando a la altura de un club tan grande. Que esto no sea cada muchos años, tiene que darse más seguido. Ese tiene que ser el objetivo del club”.