En el Parque Viera, Wanderers le ganó 2-0 a Miramar Misiones con goles de Mateo Acosta y Nicolás Royón, tantos festejados porque significaron para el bohemio desprenderse de la mala racha de seis partidos sin ganar. Muy por el contrario, la derrota deja complicado a Miramar Misiones en el descenso, más allá de que sigue dependiendo de sí mismo para quedarse en Primera.

Wanderers fue al frente, desde la postura inicial a la formación que metió Antonio Pacheco, con dos centrodelanteros en la oncena titular. En el primer tiempo manejó bien el balón, buscando ofender con Leandro Otormín por izquierda y Lucas Morales por derecha. Tuvo algunas situaciones que no logró concretar por fallas en la definición. Pese a que fue superior el elenco del Prado, la más clara la tuvo Miramar Misiones en un cabezazo de Douglas Bittencourt que pegó en el palo y quedó muertita en el área sin que nadie la empujara a la red.

En el inicio del segundo tiempo, el bohemio fue una topadora, encontró la apertura de pelota quieta con el primer gol como profesional de Acosta, que ganó en las alturas para cumplir el sueño de todo futbolista que llega a primera. Si en los primeros 20 del complemento el local iba tres tantos arriba, estaba bien. El tándem entre Morales y Sebastián Figueredo por derecha fue letal, además José Alberti manejó el partido en sus pies. Entre Lucas Giossa y la mala definición de los vagabundos el encuentro se mantenía con incertidumbre sólo por la diferencia en el tanteador.

El gol de Royón lo liquidó. El delantero llegó por el centro del área y recibió un buscapié que empujó a la red. Con eso, se liquidó. Miramar fue por la inercia que estableció la necesidad de sumar puntos importantes para la parte baja, pero no inquietó a Mauro Silveira, más allá de algún remate desviado.

Wanderers aseguró su lugar en la Copa Sudamericana, mientras que Miramar Misiones sigue complicado en el descenso, aunque permanece un punto arriba de Rampla a falta de la fecha final. El cebrita recibirá a Defensor Sporting.