Se concretó el segundo descenso: Deportivo Maldonado, que había sido el primero en bajar, le ganó 2-1 a Fénix en el estadio Luis Franzini, ya que los de Capurro no pudieron jugar de locales en su cancha por tener el escenario suspendido. Además, el encuentro fue sin su público.

El silencio cuando Gustavo Tejera pitó el final del partido marcó la realidad de las instituciones. Los fernandinos, que ganaron por primera vez en el Clausura y cortaron una racha de 14 juegos sin triunfos, ni siquiera festejaron. Por respeto a sus colegas y porque su situación tampoco ameritaba demasiada algarabía.

Llantos y desazón entre los futbolistas albivioletas, algún grito de “levantar la cabeza” y poco más. Hay momentos en los que no hay palabras que valgan y para Fénix es tiempo de masticar la bronca y volver más fuerte, como el ave que resurge de las cenizas.

Sebastián Da Silva, de Fénix, y Lucas Nuñez, de Deportivo Maldonado.

Sebastián Da Silva, de Fénix, y Lucas Nuñez, de Deportivo Maldonado.

Foto: Ernesto Ryan

Un cambio más abajo

Costó arrancar. El horario de la mañana, el poco público en la tribuna y que uno de los dos equipos ya estaba descendido fueron factores para que el primer tiempo transitara con escasa intensidad. Los dos equipos utilizaron el excelente campo de juego del Franzini para jugar por abajo, con buenas intenciones pero flojas concreciones para terminar las jugadas.

Los dos se pararon con mucha gente en el medio, ambos con línea de tres en el fondo y dos puntas para completar las oncenas. No fue de pierna fuerte y trabado; todo lo contrario, hubo juego atildado y pases certeros. Lo que falló fue la profundidad en el tercio final de la cancha, de un lado y del otro.

Cuando probaron con remates lejanos, faltó puntería o encontraron bien parados a los arqueros Agustín Requena, de Fénix, y Adriano Freitas, de Deportivo Maldonado. En la tenencia de balón fue más criterioso el elenco fernandino, pero los de Capurro dieron mayor sensación de peligro. Aun así, el cero fue grande en los primeros 45 minutos.

Alexander González, de Deportivo Maldonado, tras convertir el primer gol de su equipo.

Alexander González, de Deportivo Maldonado, tras convertir el primer gol de su equipo.

Foto: Ernesto Ryan

Llegaron los goles

El complemento transitaba el mismo andar que el primer tiempo, no había un cambio de ritmo para salir de la lógica cansina de la mañana. La hegemonía se rompió a los 20 minutos, en una pelota que Sergio Cortelezzi, recién ingresado, ganó por el medio y abrió a la izquierda para que Agustín Alfaro colocara el primer gol con un remate cruzado, que puso en ventaja a Fénix.

Los allegados y dirigentes se desahogaron en el grito festivo, pero la alegría duró poco. Tras un tiro de esquina, Maximiliano Noble anticipó en el primer palo y colocó el empate ante la pasividad de la defensa capurrense.

Desapareció la mitad de la cancha con la necesidad de Fénix de ir por el triunfo. Hubo vía libre, poca marca, y el partido fue de un lado hacia el otro. Los albivioletas tuvieron dos situaciones muy claras: un remate cruzado de Fabián Estoyanoff y un centro al medio que Cortelezzi definió desviado.

Con los de Capurro jugados completamente al ataque, Deportivo Maldonado llegó al segundo. Mathías Suárez picó por la derecha y sacó un tiro potente que Requena desvió, pero tras el rebote en el palo, Alexander González convirtió de cabeza. Ese tanto selló el descenso de Fénix.