Desde este martes a la mañana al miércoles de la noche se juegan los ocho partidos correspondientes a la 14 fecha del Torneo Clausura, o sea la penúltima etapa de la fase regular que empezó allá por febrero y que ha hecho cargar hasta ahora 35 partidos por club. Lo llamativo, pero también interesante y positivo —un poco una respuesta a aquellas voces que siempre están renegando de la competencia del fútbol profesional en Uruguay— es que en cada uno de los ocho juegos habrá puntos trascendentes para quienes estén en cancha.

En esta fecha no se decidirá el Clausura, pero sí podrá quedar resuelto el primer lugar de la tabla Anual lo que da ventaja en la definición del Uruguayo, se podría dar también la resolución de alguna situación de descenso, o la consolidación de quiénes y cómo jugarán la Copa Libertadores 2025 y quiénes son los que definitivamente se quedan con los últimos dos cupos de la Sudamericana. .

LQQD (lo que queda demostrado)

Aunque no se trata de un teorema ni de la resolución de un problema matemática, un simple punteo de los partidos sirve para demostrar que en todos los partidos se juega algo.

En esta fecha puede definirse otro descenso además del de Deportivo Maldonado que podría ser el de Fénix si no gana. El resto de resolverá en la última jornada.

La Anual, por su parte, definitivamente daría a Peñarol la posibilidad de ser finalista sin necesidad de ganar una semifinal, y podría asegurar definitivamente la condición de competencia internacional a través de la Sudamericana para Racing o Wanderers. También podrían quedar definidas las posiciones de Uruguay 3 y Uruguay 4 para la Libertadores —con lo que ello representa deportiva y económicamente—, que serían Boston River y Defensor (hay una posibilidad de reglamentos y matemática para que Boston River aún fuese campeón o vice del Uruguayo y jugase la fase de grupos, pero para ello debería ganar el Clausura con la complejidad de que solo podría igualar los puntos de Peñarol y Nacional, y empatarían tres el primer lugar y para la final se descarta al de peor diferencia de goles que es y —parece— será, el sastre, que tiene 7 ante los 24 y 21 que tienen tricolores y manyas).

Uno atrás del otro

La mañana hace que los partidos sean más bravos, más difíciles de encarar, y mucho más si esos puntos pesan toneladas por el descenso. River Plate y Cerro juegan en el Saroldi para que se puedan repartir los cuatro partidos en el día porque la Mutual, con buen tino, ha establecido que no se puede jugar en épocas estivales entre las 12.00 y las 16.00. A veces también implica menos concurrencia y menos posibilidades de episodios de violencia.

River Plate quedará en las puertas de la liberación de la angustia y el peso del descenso si consigue. Cerro también necesita ganar, pero como sus tres rivales más directos para evitar la pérdida de la categoría son los tres que ascendieron este año y dividen sus puntos por menor cantidad de partidos, sus coeficientes se pueden engordar o disminuir abruptamente en cada juego por lo que no le queda otra que ganar y esperar. También perdiendo espera.

En el Olímpico Pedro Arispe, Rampla precisa de una victoria para esperar la última fecha con un soplo de aire. Liverpool es el único que no juega por nada de esta temporada, pero hay un detalle no menor: si no suma, tiene enormes posibilidades de empezar la temporada 2025 último en la tabla del descenso.

En el Viera se enfrentarán Wanderers y Miramar Misiones. Para los bohemios, que hace nueve partidos no ganan, una victoria aseguraría su presencia en la Sudamericana, pero enfrente está Miramar, que precisa los tres puntos para promediar mejor de cara a la última fecha y mantener la categoría.

Por último, se juega el partido de más frentes entre Progreso y Peñarol, dado que los de La Teja, que salieron del Paladino a cambio de que Peñarol le asegurara 18.000 entradas, se juegan su permanencia —pero también su posibilidad, dependiendo de otros resultados, de llegar a Sudamericana—, mientras que Peñarol va por la Anual y por mantener el liderazgo del Clausura. Un partidazo.

Todo se transforma

Con los resultados del martes se podrá ver de otra manera las tablas, pero de ninguna manera cambiará la importancia de cada uno de los partidos que arrancará con el mañanero entre Fénix y Deportivo Maldonado, que se jugará en el Franzini porque los albivioletas tienen la doble sanción de no poder jugar en el Capurro y no poder permitir ingreso a sus parciales al encuentro. Seguramente será el partido récord por baja venta de entradas dado que el Depor no sólo está afincado en su ciudad a 130 kilómetros del lugar del partido, sino que además ya perdió la categoría y jugará en la B n 2025.

Boston River y Racing, en el Campeones Olímpicos de Florida, y Cerro Largo con Defensor Sporting, en Melo, serán interesantísimos partidos en los que se juega por asegurar o mejorar los premios y no se mira para nada la tabla del descenso.

Por último, en el Viera —porque Nacional también negoció con Danubio para que la franja saliera del María Mincheff—, tricolores y danubianos tendrán un partido lleno de tensión y emoción porque los de Martín Lasarte van por mantener el liderazgo del Clausura y sabrán, de acuerdo a como hayan salido Progreso y Peñarol, si pueden pelear aún la Anual, mientras que los del Turco Alejandro Apud van por rematar un interesantísimo segundo semestre con lejanas posibilidades, de acuerdo a cómo termine Defensor en Melo de tratar de colarse en la primera fase de la Libertadores.

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