Miércoles a las 9.45. Pese a lo inhóspito del día y el horario, las 365 entradas vendidas marcaron que estábamos ante el partido más importante de la fecha por los puntos en disputa entre dos equipos que, en la recta final, tienen como premisa exclusiva evitar el descenso. Parece un contrasentido vanagloriarse de que el partido de la fecha no llegó a 400 boletos con código QR escaneados, pero la realidad del fútbol uruguayo y el contexto en el que se disputó el encuentro llevan al destaque.

El juego fue con esa mezcla de ganas y nerviosismo que late en el fondo de la tabla. Querer ganar pero sin la claridad para tomar buenas decisiones con el balón en los pies. El famoso caso donde las buenas ideas no logran efectuarse adecuadamente y las piernas distan bastantes de las órdenes que intenta dar el cerebro.

Los hinchas contra el tejido, de un lado y del otro. Pidiendo que lo imposible, por un ratito, se pudiera llevar a la práctica. Molestos por todo lo que no fuera abrazarse en un grito de gol. “Como sea hay que ganar hoy”, decían atrás del banco locatario cuando promediaba el segundo tiempo y el empate final era el único desenlace lógico de la historia. El fútbol se explica por mil razones, pero el resultado termina siendo lo único que brinda alegría al que va a la cancha. De ambas tribunas se fueron masticando la bronca, quedan seis partidos de la fecha en los que les tocará hinchar por otras camisetas, mientras la calculadora va jugando el rol principal.

Más sueltos de arranque

Miramar Misiones volvió a plantar un equipo ultraofensivo en su oncena. Arrancó mejor la visita, ofendiendo sobre todo por izquierda con Denis Olivera e Ignacio Yepez. Si bien desbordó en varias oportunidades, faltó fineza en el centro final para inquietar sobre el arco de Yonatan Irrazábal, y el equipo de Walter Pandiani terminó siendo un cúmulo de aproximaciones que se diluyeron al llegar al área.

Parecido fue lo de River Plate, aunque el locatario hizo trabajar un poquito más a Lucero Álvarez, arquero rival. Al locatario le costó 15 minutos poder pelear la tenencia de balón, en el arranque no la vio, pero una vez que encontró la pelota le dio buen destino, comenzando por el centro para terminar por izquierda con Juan Cruz de los Santos jugándole el pie a pie a Diego Núñez, aunque el volante cebrita, que dio una mano en la línea de tres, completó una buena primera mitad.

Sin grandes situaciones en los arcos pero con barrera levantada en la mitad de la cancha, se fue el primer tiempo 0-0. Las promesas de gol cada vez que los equipos se acercaron al área terminaron siendo una simple ilusión en los primeros 45 minutos.

River lo buscó, Miramar aguantó

Desde la postura, en el segundo tiempo el darsenero tuvo la iniciativa para ir sobre el arco de Álvarez. La más clara fue de Juan Quintana, en jugada maradoniana, que terminó definiendo desviado. Después, el darsenero fue sin ideas, empujado por la necesidad. Tuvo un montón de pelotas quietas mal ejecutadas, todas fáciles para el arquero rival.

Walter Pandiani hizo cambios defensivos para controlar las arremetidas. El cebrita fue más firme en el fondo. Por los espacios que había daba la sensación de que podía anotar de contragolpe, incluso de que mejorando las decisiones en el tercio final del ataque estaba más cerca del gol que el elenco del Prado, que iba a la desesperada. Pero los de Parque Batlle tampoco estuvieron claros y se repitieron en intentos frustrados.

Estos partidos suelen ser cerrados, de pierna fuerte y poco fútbol. Este buscó ser dinámico, pero el nerviosismo, durante toda la mañana, le ganó a la claridad. El 0-0 fue justo. Ninguno perdió en el resultado, pero los dos perdieron pisada en sus objetivos.

Detalles

Estadio: Parque Saroldi
Árbitros: Mathías de Armas, Héctor Bergaló y Amador de Prado.
River Plate (0): Yonatan Irrazábal, Nicolás Olivera, Horacio Salaberry, Cristian Almeida, Juan Quintana, Tiago Galletto (78′ Ramiro Cristóbal), Mauricio Alfonso (78′ Santiago Díaz), Ramiro Fernández (54′ Valentín Amoroso), Joaquín Lavega (66′ Agustín Vera), Joaquín Zeballos (78′ Nicolás Campos) y Juan Cruz de los Santos. Entrenador: Francisco Palladino.

Miramar Misiones (0): Lucero Álvarez, Diego Núñez, Nicolás Ayala, Guzmán Pereira, Facundo Silvera (60′ Mauricio Gómez), Maximiliano Lombardi (74′ Pablo López), Alex Vázquez, Ignacio Yepez (74′ Axel Pandiani), Denis Olivera (60′ Martín Fernández), Alexander Machado y Douglas Bittencourt (81′ Nicolás Schiappacasse). Entrenador: Walter Pandiani.