En la búsqueda por definir el campeón del planeta a nivel clubista, FIFA impuso este año la Copa Intercontinental, que tiene un formato particular: el campeón de la Champions League –Real Madrid– va directo a la final. Los demás se van cruzando por el otro lado del cuadro. Más allá de que en términos de justicia deportiva es un papelón, le queda poca vida: en 2025 se jugará el Mundial de Clubes, con 32 participantes.
Pachuca, con el uruguayo Guillermo Almada como entrenador, goleó 3-0 a Botafogo en el debut de ambos equipos en el torneo. Ahora los mexicanos jugarán el sábado a las 14.00 ante Al-Ahly de Egipto, que llega tras golear por el mismo resultado a Al Ain de Emiratos Árabes, en encuentro disputado el 29 de octubre. El miércoles 18 será la final, donde espera el merengue español.
Arrasó en el segundo tiempo
Pachuca anotó los tres goles en el complemento. La primera mitad fue tediosa, ya que a los dos les costó imponerse y casi no hubo situaciones de gol. El juego fue muy táctico: los mexicanos buscaron darle dinámica para cansar a su rival, que venía de una gran seguidilla de encuentros. Botafogo se coronó campeón del Brasileirão el domingo pasado y una semana antes había jugado y ganado la final de la Copa Libertadores. Con todo eso a cuestas, viajó a Qatar, con diferencia horaria incluida: matador.
El entrenador Artur Jorge puso varios suplentes desde el arranque, mientras que jugadores importantes como Thiago Almada y Jefferson Savarino ingresaron en el segundo tiempo, ya con su equipo en desventaja. El uruguayo Mateo Ponte fue titular en el lateral derecho y salió sustituido a los 68.
El gol que rompió el partido lo convirtió Oussama Idrissi, el marroquí que juega para Países Bajos. En una jugada maradoniana, recibió una pared y fue dejando rivales por el camino a puro enganche, todo dentro del área, y definió de forma notable. El segundo fue del colombiano Nelson Deossa, que aprovechó un error en la salida para ampliar la diferencia.
Tras el segundo golpe se vio lo mejor del equipo brasileño, que acorraló a su rival y convirtió en figura al golero Carlos Moreno. Con Botafogo jugado arriba, llegó el tercero de Salomón Rondón, de contragolpe.