Esta semana las familias de los hinchas de Peñarol detenidos tras los incidentes en el partido contra Botafogo el 23 de octubre, emitieron un comunicado denunciando falta de información sobre el estado de los uruguayos.
Inicialmente fueron 23 los detenidos en el entorno del partido que Peñarol a la postre perdería 5-0, hipotecando del todo sus chances de gloria de Copa Libertadores. Más allá de la revancha, en la que Peñarol se impuso sin lograr la diferencia de goles necesaria, la trifulca y la posterior detención de los hinchas generaron conmoción en Uruguay. El hecho fue denunciado en banderas y carteles de apoyo por toda la ciudad y por supuesto en los partidos de Peñarol, que terminó por ser campeón uruguayo.
Este jueves se confirmó la liberación de dos hinchas más, por lo que son dos personas las que aún continúan detenidas en el Complejo Penitenciario Bangú.
Son 20 en total las personas liberadas que continúan sin poder salir de Brasil, todas domiciliadas en un mismo lugar y con la prohibición de atravesar fronteras, además de la de ingresar a eventos deportivos y la obligación de asistir bimestralmente a la sede del Juzgado do Torcedor e Grandes Eventos. Además, se les aplica monitoreo electrónico. El único que volvió a Uruguay fue el menor de edad, quien fue sometido a penas correspondientes a su edad.
Los abogados Jorge Barrera, Rodrigo Rey, Eduardo Benfica y Roger Gomes trabajan en todos los casos, de los 20 mayores de edad que fueron liberados y los dos que continúan en prisión. Los hinchas de Peñarol fueron detenidos por la Policía brasileña y acusados por la Fiscalía por destrucción de la propiedad pública, destrucción de la propiedad privada, asociación criminal, hurto, rapiña, porte de arma de fuego, porte de arma blanca y actos de discriminación racial.