Racing y Liverpool comenzaron su participación en el Apertura con un empate. Dylan Nandín, el 9 que dejó Cerro para sumarse a Racing, y Matías Ocampo, el extremo que este año tiene el desafío de la titularidad en el conjunto de Belvedere, fueron los encargados del 2-2 con el que se repartieron los primeros puntos del torneo.
Primeros pasos
El primer partido de un torneo puede no significar mucho, pero también puede marcar la dinámica de un equipo a nivel emocional. No es lo mismo comenzar un campeonato cosechando los tres primeros puntos que perdiendo: los resultados pueden ser el impulso para continuar. Pero en el caso de empate, las sensaciones son encontradas. Podría pensarse que para Eduardo Espinel, DT de Racing, de cierta forma la igualdad le deje algo de alivio, teniendo en cuenta que se enfrentó ante el campeón uruguayo, pero para el entrenador de la academia fue todo lo contrario, “una sensación de amargura” porque su equipo lo hizo muy bien y “podría haber llegado otro gol”. Eso analizó el DT al final del encuentro en declaraciones con la televisión. Y tiene sentido, porque su equipo tuvo un gran rendimiento, mostró buen juego colectivo y solidez, sobre todo en el mediocampo y en la delantera.
Liverpool, por su parte, llegaba de perder ante Peñarol por los cuartos de final de la Copa Uruguay, luego de dejar afuera a Nacional en octavos. Además, en lo previo el negriazul ganó la Supercopa Uruguaya.
Partido en cancha
Sobre todo en el primer tiempo el equipo de Sayago jugó posicionado en campo rival y tuvo más la pelota. Así obtuvo su recompensa: abrió el marcador de la mano de Nandín, el jugador que llegó desde Cerro y que en el cierre de la primera parte marcó su primer gol con la casaca racinguista, apoyado por el argentino Tomás Verón Lupi, quien fue una pieza fundamental en la construcción de las jugadas más peligrosas para los de Espinel.
Eso fue lo único de la primera parte, porque Liverpool se dedicó a esperar al rival, sin pelear de igual a igual por la tenencia de la pelota.
Para el complemento, Emiliano Alfaro mandó a la cancha a Diego García por Miguel Samudio, que estaba sentido, y a Francisco Bregante por Lucas Lemos. El Torito Diego Rodríguez queda como pieza fundamental en el mediocampo, algo que le funcionó al entrenador de los negros, porque en este segundo tiempo su equipo mejoró considerablemente: se volcó al ataque, haciendo contraste con un Racing sólido que nunca se achicó ante el campeón uruguayo. Un lindo partido para ver.
La igualdad llegó al inicio del complemento cuando Lucas Monzón intentaba despejarla, los pies de Ocampo vieron la chance y no lo pensaron: el delantero sólo tuvo que empujarla al fondo de la red para poner el empate.
Racing continuó bien parado y volvió a lastimar. Verón Lupi, de gran partido, profundizó para (¿patear al arco?) asistir a Nandín, que marcó el segundo.
Cuando parecía que a Liverpool no le salían las cosas, volvió a aparecer Ocampo, llegó por derecha y aprovechó el rebote para superar a los defensas rivales y poner el empate cuando faltaban dos minutos para el final del tiempo reglamentario.
Así, Racing y Liverpool igualaron en su primera presentación del Apertura, y más allá de lo que significa sumar de a uno en la primera jornada, dejaron mucho para que sus entrenadores analicen y buenas sensaciones a los espectadores del fútbol uruguayo.