El jugador de la selección argentina y del Benfica Ángel Di María recibió una amenaza, por lo que la Policía de Santa Fe y la Justicia provincial abrieron una investigación. Alrededor de las 2.30 del lunes 25 los guardias de seguridad del country Funes Hills Miraflores reportaron que desde un auto que pasó varias veces por la puerta del lugar arrojaron un paquete envuelto en nailon negro con un texto dirigido a la familia de Di María.
Di María, quien se encuentra concentrado con la selección por los partidos amistosos en la fecha FIFA, había declarado días atrás su deseo de volver a su club de origen, Rosario Central, que sería “un sueño. Yo quiero terminar mi carrera en Central, pero con tranquilidad. Últimamente estuve viendo todo lo que estuvo pasando en Rosario; eso también influye en la familia. Tengo mis viejos y mis hermanas. Todas las cosas que estuvieron pasando a uno lo afectan y le chocan un montón”, dijo Di María.
El paquete finalmente decía: “Si volvés, la próxima que recibas es la de Pía”, en referencia a la hija de Di María. “No vengas, hacé caso. Nosotros no tiramos papelitos. Tiramos tiros y muertos”, agregaba la carta.
El equipo repudió los hechos en un comunicado: “El Club Atlético Rosario Central repudia enfáticamente los hechos que son de público conocimiento, en los que se registraron amenazas contra un reconocido futbolista surgido de nuestra cantera”, dice el documento.
El mismo día, un conductor de ómnibus encontró una nota similar dentro de una unidad de la línea 153, que decía: “Hoy uno menos con la mafia zona oeste”. Es que el caso de Di María se une a otros hechos que se vienen desarrollando en la ciudad de Rosario. Todo sucede en medio del paro de colectivos tras el ataque a balazos contra un chofer que provocó la muerte de Marcos Daloia. El caso del chofer es el cuarto tras dos taxistas y un operario de una estación de servicio, donde dejaron otra nota que decía: “Vamos a matar a más inocentes por año”. Todo parece ser en respuesta a las medidas aplicadas por el presidente Javier Milei y el gobernador de la provincia de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, en las cárceles de la ciudad.
“Está tranquilo, lo vi bien y sabe que tiene todo el apoyo de nosotros para lo que necesite. Lo más importante es que juegue, que es lo que lo va a distender un poco, y hablé otras cosas con él que me las guardo para mí”, dijo Lionel Scaloni, entrenador de la selección campeona del Mundo en Qatar. Mientras, en un supermercado chino también se encontró una nota que decía lo siguiente: “Vamos a matar comerciantes, periodistas y a toda clase de personas que caminen en la calle”, decía parte del mensaje, con errores de ortografía.
La amenaza al Fideo Di María se une de alguna manera a la recibida por Lionel Messi el año pasado, cuando un supermercado de la familia de Antonela Roccuzzo, la esposa del crack, fue baleado. El comercio recibió 14 impactos de bala y un mensaje que decía: “Messi, te estamos esperando. Javkin [el intendente de Rosario] es narco, no te va a cuidar”.
La última amenaza directa había sido hacia el gobernador Maximiliano Pullaro con una esquela también escrita a mano que decía: “Hasta que Pullaro no pare, vamos a matar. Zona norte sur oeste. El que avisa no traiciona”. El hecho, tanto como el de Di María, se dio después de que Patricia Bullrich, ministra de Seguridad del gobierno de Milei, recibiera a las fuerzas federales que llegaron para incrementar los operativos de saturación.