Desde hace algunos años, la Policía había dejado de gobernar la seguridad interna de los estadios y los clubes apelaron a la seguridad privada, que terminó por instalarse.
Sin embargo, debido a la agresión que sufrió el árbitro asistente Julián Pérez el pasado domingo por parte de hinchas de Cerro en el encuentro frente a Defensor Sporting en el estadio Luis Franzini, la Asociación Uruguaya de Árbitros de Fútbol (Audaf) solicitó a la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) una serie de medidas de seguridad.
Una de las medidas que los árbitros pidieron fue que en los encuentros de equipos denominados conflictivos, como el Club Atlético Cerro, se implemente una línea de efectivos policiales para garantizar la seguridad y evitar la invasión de hinchas, como pasó, por ejemplo, en el partido entre Rampla y Juventud por el ascenso tardío de 2023.
Amerita pararse en el concepto de estigmatización para determinar si una hinchada es conflictiva y otra no, si es una cuestión de colores o de barrios o si es una cuestión de individuos o determinados grupos en determinados contextos que generan invasiones o agresiones como la sufrida por el línea en el partido entre Defensor y Cerro.
Además, los jueces solicitaron el traslado desde el domicilio particular de los jueces designados para los partidos de Cerro con custodia policial. Lo mismo vale para cada partido considerado de alto riesgo por el Equipo de Seguridad de la AUF, así como para los viajes al interior del país.
Otro de los puntos tratados fue el de tener un representante en la Comisión de Fields, la encargada de revisar y habilitar las canchas de los equipos. En cuanto a este punto, los árbitros dijeron por un intermedio de su portavoz, Yimmy Álvarez, presidente de Audaf: “No queremos integrarla para opinar sobre el pasto y la cancha, sino que queremos integrarla para dar nuestra opinión sobre los temas de seguridad y combatir la violencia”.
Finalmente, pidieron cámaras de seguridad en las tribunas y que en todos los partidos de divisiones formativas de Cerro haya presencia de, al menos, dos efectivos policiales.
La respuesta de la AUF llegó este jueves por la noche. Las cinco medidas fueron aprobadas y comenzaron a regir de inmediato, previo al inicio de una nueva etapa del Campeonato Uruguayo que arranca este viernes a las 17.00 precisamente en el estadio Luis Tróccoli, donde Cerro recibirá a Progreso.
El mismo jueves se reunieron representantes del Ministerio del Interior, la AUF y la Secretaría Nacional del Deporte (SND). De esa reunión surgió un nuevo elemento enmarcado en este tema: la existencia de un evaluador de Seguridad Deportiva. El jefe de Estado Mayor de la Policía, Richard Cabral, explicó que se trata de “un oficial que estará en las tribunas y será un nexo con el jefe del operativo. Esta persona evaluará y percibirá situaciones con anticipación y se las comunicará” al jefe del operativo.
En cuanto al uso de cámaras de seguridad, Cabral manifestó que la “AUF tiene sus cámaras móviles, que se han llevado a los partidos en los que se han determinado que son necesarias”. Al mismo tiempo, dijo que “a la AUF se le hacía necesario mejorar las comunicaciones entre veedor, policía y juez, y esta figura viene a darle medidas de anticipo al jefe de operativo para que reaccione con antelación”.
Cabral agregó que esa función la cumplirá un policía del Ministerio del Interior y que el plan es que esta medida también se active a partir de este fin de semana en los partidos en los que la AUF así lo determine: “Lo iremos desplegando como piloto en algunos encuentros que en las reuniones previas de seguridad se evalúen como de riesgo alto, para determinar si será uno, dos o más. Se tendrá en cuenta la cantidad de personas que asistan al espectáculo, dónde se juegue y todo ese tipo de situaciones”.
Finalizó diciendo que “si bien la Policía no está en la tribuna, lo que se hace es dar la garantía de que ingrese ante una situación generada, en la que la seguridad privada trabaja, asegura y nosotros nos retiramos. En la tribuna, si la Policía tiene que ingresar, va a hacerlo”.