Cerro goleó 3-0 a Rampla Juniors con tantos de Ignacio Pereira, Mathías Abero y el colombiano Joshuan Berríos. Así, los albicelestes lograron su primer triunfo del año en un particular clásico de la Villa del Cerro, donde ya se sabía que no podrían ingresar los hinchas albicelestes, y para el que los locales fijaron las entradas del visitante en 3.000 pesos. Conclusión: sólo concurrieron tres espectadores ramplenses.
En la cancha
El equipo de Ignacio Pallas fue avasallante y también ganó por lo efectivo, concretando un triunfo que vale doble, por haberle pasado por arriba a su tradicional rival, que nunca se puso en partido.
El encuentro comenzó con un Cerro intenso y eso quedó plasmado en el marcador cuando el Sapo Pereira abrió la cuenta a los 5 minutos del primer tiempo. Hubo mérito de su compañero Santiago Ramírez, quien fue el del tiro inicial que no pudo controlar el arquero picapiedra, Adriano Freitas, y Pereira aprovechó el rebote para tocarla y salir festejando.
Con el 1-0 a favor, el local se potenció aún más, y el zaguero Mathías Abero amplió la ventaja a los 15 minutos. Rampla estaba en campo cerrense buscando el empate. Una vez Cerro recuperó la pelota, sacó un contragolpe rápido iniciado por Pereira y culminado por Abero, que cuando quedó mano a mano con Freitas definió de zurda al palo.
No se despertaba del 0-2 Rampla; para colmo de males, tan sólo dos minutos, después el cafetero Berríos amplió la ventaja: dotes de velocista para el colombiano, que encontró un buen pase filtrado de Pereira -el jugador del partido- y definió de prima. 3-0 a la postre definitivo. En el complemento no hubo más goles porque Cerro bajó la intensidad, se resguardó en zona defensiva y se dedicó a sacar contragolpes cuando pudo. Haciéndose amigo del reloj, promediando los 70 minutos el villero jugó esperando el término del partido con la goleada a favor y ante un picapiedra que para intentar descontar apeló más a la rebeldía que al juego colectivo.
Con los tres puntos, que significaron la primera victoria del año, Cerro salió del fondo de la tabla. Fueron unidades vitales también porque, de momento, ambos tienen la tabla del descenso como preocupación, y ganarle a un rival directo siempre es un plus.