En un dinámico y emotivo partido desarrollado en el Campeones Olímpicos de Florida, donde los montevideanos de Boston River han elegido mudarse este año, los locales y Defensor Sporting empataron 2-2 y, aunque siguen arriba y Boston River sigue imbatido, no pudieron aprovechar la oportunidad de quedarse por un rato con la punta.
El partido lo empezó ganando 2-0 Defensor con dos golazos de Joaquín Valiente en el primer tiempo y de Brian Mansilla en el segundo, pero en 15 minutos, ya próximos al final del encuentro, Boston River, con muchos bríos, lo empató y hasta pudo ganarlo. Los goles rojiverdes fueron convertidos por el riverense Emiliano Álvarez y el montevideano Bruno Damiani.
Defensor debió afrontar el partido sin Kevin Dawson, que tuvo un accidente deportivo en el gimnasio, sin Octavio Rivero que tiene un problema muscular, y sin Anderson Duarte, que estaba suspendido.
La primera parte se resolvió con aquel temprano golazo de Joaquín Valiente, que a los 5’ resolvió, con espontaneidad tan lujosa como efectiva, una pelota que había salido de las manos del lateral José Pepe Álvarez, que fue convertida en magia por el doloreño Brian Mansilla, que como cuchillo caliente en manteca la internó para Valiente, que giró sobre sí mismo y la colocó por encima de Santiago Silva.
Aquellos cinco iniciales no podían ser la justificación de la diferencia, pero habían sido una muestra de lo efectivo de la enorme presión sobre la pelota que había efectuado la viola sobre la salida con pelota jugada del Boston que, además, también había intentado con una acción de Juan Manuel Gutiérrez.
Estuvo muy bien el primer tiempo porque Defensor iba sobre patines por las bandas, principalmente por izquierda, con un gran tándem de Mansilla y Pepe Álvarez –que se fue lesionado–. Boston iba mucho por derecha con el tararirense Leandro Suhr, Emiliano Beltrán y Agustín Amado. No hubo más goles, pero fue un lindo primer tiempo.
Como si fueran locales
El equipo que mejor se está afincando en Florida después de otras experiencias de Rentistas, El Tanque y el propio Boston River –este viernes hasta había cola para entrar, no porque no hubiese lugar, sino porque todos llegaban a la hora de comienzo– salió a buscar el empate desde los vestuarios, tal como lo había hecho ya al final del primer tiempo.
Insinuaba el rojiverde, pero una acción de ataque defensorista, que parecía que no generaría tanto peligro, tuvo un segundo acto que permitió un golazo de Brian Mansilla y que, seguramente, será uno de los mejores goles del campeonato. Fue un bochazo largo para Guerrero, que debió salir a cortar exigido el arquero salteño Santiago Silva, y su rechazo –como si fuera un zaguero– fue interceptado a 30 metros del arco por el doloreño Mansilla, que pensó en la definición, levantó la cabeza y dio un golpeo perfecto a la pelota, que fue viajando sin salir de su órbita para meterse en el arco de la tribuna Juan Carlos de Lima.
A los 25’ el artíguense Facundo Muñoz, que había entrada sólo un minuto atrás, se fue largo por derecha, en paralelo al Santa Lucía Chico, que semanas atrás invadió la cancha, y al llegar al límite, metió el centro atrás para que el riverense Emiliano Gómez, que también era nuevo en la cancha, se moviera como un 9 de futbolito y de cachetada mandara la pelota a las redes para poner el 1-2. Seguía poniéndose lindo el partido.
Después del descuento rojiverde que promovió ajenos pero bien prestados griteríos en la platea Pato Ferreri y la tribuna Nasazzi, no paró de intentarlo el Boston, y otra vez a falta de cinco minutos los forasteros casi locales llegaron al empate con un bombazo a quemarropa de Bruno Damiani, que tomó el rebote de un cierre en la línea cuando había definido otra vez Gómez y mandó un bombazo, que sólo porque habían precintado las redes no fue a parar a la vieja curtiembre.
Al final, casi casi lo gana el Boston, pero un cierre estupendo de Guillermo de los Santos dejó el marcador en empate 2-2 y con sentimientos encontrados entre los protagonistas que siguen en el pelotón de los de arriba en la tabla.