El domingo terminó prácticamente medio torneo. Nada más ni nada menos. Si bien es una obviedad decir que falta muchísimo, en la orejeada de cartas aparecen cuatro cortados, en este caso, todos invictos: Peñarol, que recuperó la punta en solitario; Progreso, que rescató un empate que festejó como triunfo por cómo se le dio el partido; situación parecida fue la de Boston River en Florida, en este caso, remontando dos goles; y Nacional, que ganó por mínima, pero qué más da, si quería seguir ganando después de la gran actuación que tuvo por Copa Libertadores.

Del resto, siguiendo con la tabla, también se puede decir que Defensor Sporting y River Plate son una especie de segundo grupo de escapados, distantes de los de arriba pero que también les sacan ventaja a los que vienen abajo. En suma, seis equipos. El resto aún navega entre rendimientos desparejos, en la mayoría de los casos, perdiendo más de lo que han ganado.

Sacarse la mufa

Hubo dos equipos que se sacaron la mufa: Cerro y Liverpool. Ambos venían sin ganar en las seis fechas jugadas, situación que incomodaba a los técnicos y a las hinchadas. Pero ganaron. El villero lo hizo de forma categórica, goleando a Rampla Juniors en el clásico, con una destacadísima actuación de Ignacio Pereira. La victoria villera también significó que el picapiedra quede en la penúltima posición. Y el último es Fénix, precisamente el que cayó ante Liverpool: se despertó el campeón. Los de Emiliano Alfaro no venían jugando mal, pero no lograban traducir juego en victorias. El domingo fue su día, pero también la lucharon, porque arrancaron perdiendo con gol de Mathías Acuña. Sin embargo, Franco Nicola fue titular y metió dos goles para darlo vuelta, y completó el 3-1 negriazul Luciano Rodríguez, sinónimo de gol.

Hablando de clásicos, fue muy buena la victoria de River Plate ante Wanderers. El darsenero comenzó perdiendo porque anotó Tabaré Viudez para el bohemio, pero, con buen rendimiento colectivo y las figuras individuales determinantes de Joaquín Lavega –una vez más– y Juan Cruz de los Santos, ya en el primer tiempo lo dio vuelta para ponerse 2-1, y en el complemento hizo el tercer y último gol por intermedio del colombiano Kliver Moreno.

Empataron varios

Las igualdades tuvieron buena presencia en la fecha. De arranque, nomás, ya hubo una, en el 2-2 de Boston River y Defensor Sporting. Empezó ganando el violeta 2-0 con goles de Joaquín Valiente y Brian Mansilla, y por momentos pareció que se llevaba los tres puntos, pero en el final el sastre empujó, empató con tantos de Emiliano Gómez y Bruno Damiani, y en los minutos finales hasta pudo ganarlo. Siguen los dos entre los de arriba.

Los otros empates fueron dos 1-1: Racing y Miramar Misiones, que jugaron en el Roberto –empezó ganando el cebrita con tanto de Alexander Machado e igualó Guillermo Cotugno–, y es necesario destacar el enorme mérito de Miramar, que jugó más de una hora con un hombre menos; además, Danubio y Progreso terminaron en tablas en Jardines del Hipódromo –a los diez ya ganaba el danubiano con gol de Ramiro Brazionis, y lo empató en la hora, mejor dicho, pasada la hora, Joel Poiso–. Esta igualdad, precisamente, tuvo sabores distintos. Para Danubio fue amargo, porque un sector de su hinchada insultó a los jugadores y al cuerpo técnico; para los gauchos del Pantanoso fue una unidad para mantener el invicto y para subirse a la tabla del Apertura, hasta que Peñarol lo pasó con su victoria.

Nacional ganó, y punto. Más bien, tres puntos. Lo hizo con lo justo, con un 1-0 apretado con gol de Gabriel Báez, victoria importante porque los de arriba se distrajeron con empates y derrota y el equipo dirigido por Álvaro Chino Recoba aprovechó para acortar distancia con el pelotón que persigue al líder.

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