Nacional venció 2-1 a Cerro en un partido en el que fue superior, aunque le faltó contundencia para ganar más tranquilo. Con los tantos de Gonzalo Carneiro a los 39’ y de Christian Oliva a los 70’, frente al de Alejo Macelli a los 61’, el tricolor sumó tres unidades que lo mantienen en el tercer puesto de la tabla del Apertura, por debajo de Progreso, del que sólo lo separan dos puntos, y de Peñarol, que está a tres.
Juego sin brillo
En este encuentro de la décima fecha del primer torneo del año, Cerro debió ser anfitrión en el estadio Centenario. Que la localía albiceleste no haya sido en casa propia responde al acuerdo que a comienzos de año el albiceleste hizo con Nacional (y Peñarol) a cambio de ayuda económica para que el equipo de la villa pudiera pagar su deuda con la Asociación Uruguaya de Fútbol.
Gustavo Tejera pitó el inicio del partido en la noche fría de domingo y Nacional salió con todo. Tras una buena triangulación, Leandro Lozano recibió una pelota que mandó Gabriel Báez al centro y se la dejó a Antonio Galeano, que remató directo al arco. La pelota se fue por encima del travesaño, pero sirvió como aviso.
El local se alertó con esa temprana llegada del rival y se mostró firme durante esos primeros minutos. Entonces, el encuentro transcurría en la mitad de la cancha, porque a pesar de que los dirigidos por Álvaro Recoba imponían sus condiciones, los de Ignacio Pallas cortaban bien el juego del rival y las áreas les quedaban lejos a ambos equipos.
En esos momentos en los que un equipo que es altamente superior al otro no logra desplegar un buen juego colectivo, las individualidades son el as bajo la manga; el tricolor volvió a llegar con un remate que desperdició Jeremía Recoba.
Mateo Antoni se lució cuando quedó frente a Darío Denis y sacó un potente remate que se fue cerca, por encima del horizontal. En contrapartida, Ramírez respondió para el albiceleste con un tiro que se fue lejos.
Lo que vino después no tuvo esa emoción del principio y, llegando al final de la primera parte, cuando parecía que el fútbol había faltado con aviso –porque Nacional no se podía imponer ante un Cerro que no tenía creación ofensiva pero que tampoco se dejaba superar–, llegó la chance más clara de todas para que Carneiro abriera la cuenta.
Fue por un planchazo sobre el nueve tricolor que el árbitro chequeó en el VAR para determinar la pena máxima, y el propio protagonista de la incidencia la cambió por gol y se dio el quiebre de un encuentro chato y por momentos aburrido. El descanso llegó con la ventaja en el marcador para los dirigidos por el Chino Recoba.
El gol levantó los ánimos y el primer tiempo se fue con un tibio remate de Mauricio Pereyra, que hizo juego con lo que había pasado hasta antes del gol; un primer tiempo con bastante tibieza.
Un poco mejor
Para el complemento no cambió demasiado la sintonía. Con Nacional mejor, un error defensivo fue aprovechado por los de la villa, que lo empataron con Alejo Macelli a los 61’ tras un mal despeje.
El tricolor no bajó su ánimo por el empate, por el contrario, empezó a crecer y pocos minutos después Oliva volvió a dejar arriba a los de La Blanqueada.
Nacional continuó siendo superior, teniendo la pelota e imponiendo su juego, pero no tuvo creatividad para elaborar jugadas de gran peligro y, cuando logró hacerlo, le faltó contundencia para definir.
La adrenalina que le faltó al juego en general llegó para los últimos minutos del partido: hubo acercamientos en las dos áreas y la sensación de que llegaría otro gol no desapareció hasta que el árbitro pitó el final. Incluso en el tiempo cumplido.
Nacional cumplió con la tarea, pero dejó esa sensación de que puede mejorar, no porque esté haciendo mal las cosas, sino porque debe explotar mejor su potencial.