Peñarol superó 2-1 a Deportivo Maldonado a domicilio y consiguió tres puntos de gran valor, en un partido que comenzó perdiendo y que tuvo la capacidad de dar vuelta, aunque le costó trabajo. Con este resultado, el equipo de Diego Aguirre continúa como líder del Apertura con 19 puntos, dos más que Progreso, que empató 1-1 con Danubio.
Diego la Fiera Aguirre mandó a la cancha a un equipo alternativo priorizando el partido por Copa Libertadores que su equipo debe disputar el próximo miércoles ante Caracas en el Campeón del Siglo, que busca revertir el mal inicio que tuvo en la competencia internacional, cuando cayó ante Rosario Central en Argentina. Sin embargo, no rindió del todo el equipo alternativo y Aguirre encontró respuesta en los cambios.
Tiempo fernandino
En un comienzo en el que los dos equipos se dedicaban a medirse, Peñarol logró aproximarse primero, pero la apertura del marcador fue obra del local. En una mala reacción defensiva de la visita, Guillermo de Amores despejó mal una bola que ningún compañero pudo alejar del todo y Pablo González la capturó para mandarla a guardar, concretando el séptimo gol del Depor en este torneo y el primero del volante del equipo fernandino, que celebró con baile incluido.
Enseguida probó el Cepillo Franco González, pero la pelota se fue afuera por poco. El partido se tornaba de ida y vuelta, no por buenas acciones ofensivas, sino porque ambos conjuntos aprovechaban los errores defensivos del rival para salir de contra. En esa sintonía volvieron a llegar los de Joaquín Boghossian y González intentó repetir lo que había hecho pocos minutos antes, esta vez sin suerte.
El manya también falló cuando quiso capitalizar los tiros de esquina. Seguían sin aparecer las herramientas para llegar al gol y el aurinegro se volvía dependiente de las buenas acciones de Gastón Ramírez.
Pero el aurinegro tenía ganas, los intentos seguían; pudo haber estado con una buena recuperación tras pérdida de Babi, que la desperdició el Cepillo llegando al área rival. La primera parte se fue con un intento de Ángel González y un remate de Ramírez que pegó en el palo. Además del tiro de Ignacio Sosa, que se fue lejos.
Otro cantar
Para el complemento, Peñarol tuvo más la pelota y así empezó a construir un mejor juego. Al principio, una construcción colectiva terminó en el pase del Cepillo para Babi, que remató al arco y ante una débil tapada de Reyes podría haber estado el primero.
Lo que quedaba de disputa se jugaba prácticamente en una sola mitad de la cancha y los de Aguirre insistían, pero no había precisión. El entrenador hizo cuatro cambios que potenciaron la mejoría del aurinegro. Todos titulares, entre ellos estuvo el ingreso de Leo Fernández, que probó con un tiro libre que se fue desviado.
Las decisiones del entrenador cobraron sentido cuando Peñarol logró igualar el asunto, por parte de Maximiliano Silvera, que la mandó a guardar tras el pase de Leo Fernández cuando estaba bien ubicado frente al arco.
El gol terminó de posicionar al conjunto mirasol como el mejor en cancha, y cuando había pasado la media hora del segundo tiempo el que probó fue Javier Cabrera, pero tapó el arquero fernandino.
Tras el tiro de esquina, la pelota quedó entreverada en el área, y como un vaivén que se iba y volvía hacia el punto del disparo, terminó en los pies de Eduardo Darias, que le hizo honor a la inexorable ley del ex y la mandó a guardar con un disparo potente que dejó sin nada para hacer a Reyes.
Para coronar una segunda parte intensa en lo futbolístico, la hinchada amarilla y negra que copó tres tribunas del Estadio Domingo Burgueño Miguel reclamó una falta sobre Babi que en principio el árbitro Burgos no sancionó, pero que tras el chequeo del VAR indicó el tiro libre para Peñarol –que casi convierte– y la tarjeta roja para Agustín Alfaro.
El partido se fue con un final intenso y dinámico, y con la alegría de la visita, que concretó un nuevo triunfo que lo deja como el mejor del Apertura.