Cualquier motor de búsqueda que haya sido usado para observar detalles, notas y proyecciones del partido que Peñarol-Rosario Central jugarán este martes a las 19.00 en el estadio Campeón del Siglo por la última fecha del grupo G remite a decenas de resultados que tienen que ver con el despliegue de seguridad policial, a las expectativas de que no pase nada violento, a los antecedentes de los disturbios y las heridas generadas en el Gigante de Arroyito, y dejan muy, pero muy para atrás el notable interés que tiene el partido: clasificará a uno de los dos a los octavos de final de la Libertadores 2024, mientras que el otro seguirá viaje para los playoffs previos a los octavos de la Sudamericana. Un partido final que es casi una final.
Peñarol está segundo en la tabla del grupo con 9 puntos, detrás de Atlético Mineiro, ya clasificado y líder con 12, mientras que Rosario Central está tercero con 7 unidades. Una victoria de los mirasoles les asegura el pase a octavos –e incluso deja abierta la posibilidad de que una improbable victoria de Caracas sobre Mineiro lo deje primero en el grupo y esta posición le asegure rematar la próxima llave en casa–. Con una victoria o un empate Peñarol avanzará y mandará a Rosario Central a los playoffs de la Sudamericana. Sin embargo, si los rosarinos llegan a ganar, se invierte la situación y Rosario terminaría segundo en el grupo y Peñarol tercero.
Lie to me
En algunos ámbitos muy cercanos al fútbol, el periodismo, los hinchas y hasta los dirigentes hay enojo porque Diego Aguirre no habilita información reservada acerca de lesiones. No entienden el carácter de privado de su gestión y la de cualquier entrenador profesional, y menos valoran su estrategia de no otorgar información que, de una manera u otra, se canalizará en la estrategia de los rivales.
Aguirre, a quien han llegado a acusar de mentiroso, ha dicho en sus últimas apariciones públicas que no hay lesionados –a excepción de Guillermo de Amores, que está en recuperación–, lo que nos impide proyectar la oncena. Y, por supuesto, también se lo impide a los rivales, que, más allá de que todo se sabe, no saben si van a afrontar un partido teniendo que pensar que en el área estará Maxi Silvera o Leo Sequeira, o si Aguirre pondrá futbolistas de corte ofensivo como el Cangrejo Cabrera o laterales devenidos medios como Lucas Hernández o Diego Sosa.
Como sea, es seguro que atajará Washington Aguerre y es muy posible que de lateral derecho se mantenga a Pedro Milans, que ha ocupado de buena manera esa posición, además de que Camilo Mayada hace más de un mes que no juega y Byron Castillo no ha retomado su explosión inicial. Como centrales es lógico que se mantenga la zaga conformada por Léo Coelho, quien tal vez pasa por su mejor momento con la camiseta aurinegra, y Guzmán Rodríguez, mientras que por el lateral izquierdo seguramente siga Maxi Olivera. En el doble 5 son seguros Damián García y Gastón Ramírez, y, por delante de ellos, Eduardo Darias, Leo Fernández, y tal vez Hernández, Cabrera o hasta Sosa. Como jugador de área, como no se sabe cuál es la recuperación de Silvera, hay posibilidades de que lo haga Sequeira, y si no estuviese ninguno de los dos, lo que parece poco probable, tal vez aparezca Ángel González.
Rosario Central, que acaba de reincorporar a uno de sus últimos ídolos, Marco Ruben, que se había retirado del fútbol en Arroyito y reenganchó en Deportivo Maldonado, donde hasta el domingo jugó –por lo que no está habilitado para esta parte de la copa–, sigue siendo dirigido por Miguel Ángel Russo, que para buscar la victoria en Montevideo propondría una oncena con Jorge Broun; Damián Martínez, el uruguayo surgido en Liverpool Facundo Mallo, Carlos Quintana y Agustín Sández; Mauricio Martínez y Jonatan Gómez; Maximiliano Lovera, Ignacio Malcorra y Jaminton Campaz; y Agustín Módica.
El partido empieza a las 19.00, las entradas están agotadas, a excepción de unas pocas para los argentinos, que tienen un costo de 1.000 pesos, y se podrá ver por ESPN y Star+.
Fuera de la cancha
El conversado litigio acerca de la presencia de los hinchas de Rosario Central en Uruguay después de los grotescos acontecimientos de violencia que se suscitaron en Argentina en el partido en el que los rosarinos ganaron 1-0, y en el que antes de que comenzara el juego, de manera criminal, se arrojaron vallas de hierro desde la parte superior de la tribuna hacia donde estaban los hinchas uruguayos, se resolvió con 2.000 entradas para los rosarinos para toda la tribuna Güelfi, y un operativo policial inmenso para custodiar a los que impropiamente el presidente de Rosario Central, el exfutbolista Gonzalo Belloso, denominó “guerreros”.
Los aficionados argentinos deberán pasar horas y horas en torno al partido. Sin contar las horas de viaje desde Rosario, a las 14.00 deberán comenzar su concentración para, a las 16.00, ya ser todos trasladados al estadio, y después del partido deberán esperar casi dos horas más, hasta seguramente cerca de las 23.00, para irse cuando la zona ya esté desahogada de hinchas aurinegros.
Según comunicó el Ministerio del Interior, a las 12.00 empieza la canalización de tránsito en la zona del Campeón del Siglo y a las 14.00 el operativo en general, lo que el mayor Kerman da Rosa en rueda de prensa definió como “despliegue general del operativo”.
“Empieza con los controles más fuertes en Fray Bentos, donde se va a dar el mayor ingreso de hinchas de Rosario Central. Habrá acompañamientos y controles de ruta hasta llegar al punto de reunión que se les asignó, en el Parque Roosevelt”, dijo el jerarca.
El operativo será más intenso que el de un clásico, dado que se destinará a 1.100 policías al operativo, que comenzará en la madrugada con controles en los ingresos al país y en rutas. En el estadio y sus alrededores habrá más de 700 policías.
El Campeón del Siglo estará abierto para los carboneros a las 16.30 y se recomienda a los asistentes que vayan lo más temprano posible para evitar aglomeraciones porque habrá distintos filtros y controles de alcoholemia. Se puede ingresar con termo y mate, banderas 2x1, radio con pilas chicas, cartera o mochila chica, bombos y redoblantes. Está prohibido entrar con bengalas, papel picado, humos, bebidas alcohólicas y cualquier objeto peligroso.