Peñarol se impuso 2-0 a Nacional con gol de Paz Vila en contra en la primera parte y de Lucía Flores en el complemento, y ganó su quinto clásico consecutivo, quedando en el primer lugar en el Torneo Clasificatorio y con buena proyección para quedarse con el título.
La jornada
Los domingos no tendrían su encanto si no existiera el fútbol, al menos en Uruguay. Pero cuando ese fútbol significa clásico, la expectativa, la ansiedad y la ilusión aumentan para un lado y para el otro. En las previas clásicas se puede hablar de favoritismo o de paridad. Desde hace un tiempo, aurinegras y tricolores vienen siendo parejas, teniendo en cuenta que son siempre en dúo las líderes de los campeonatos uruguayos. Sin embargo, últimamente la realidad clásica se inclina para el amarillo y el negro: las mirasoles lograron, este domingo, su quinta victoria clásica al hilo contando la temporada anterior, que incluyó los dos partidos que definieron el torneo del que se coronaron campeonas.
Las expectativas se cumplieron y, en Las Acacias, Cecilia Santo celebró un nuevo triunfo ante su opositor de todas las horas. Festejó el triunfo, el primer lugar de la tabla y el envión anímico que otorga la ventaja ante su inminente rival en la búsqueda de levantar la copa del Campeonato Uruguayo.
El encuentro
Peñarol comenzó construyendo su juego por izquierda, con Agustina Núñez como nexo entre el medio y la delantera. Más allá de esto, para ver la primera llegada clara hubo que esperar hasta los 15’, cuando Wendy Carballo probó tras una linda jugada colectiva de las locales que avisaron.
Nacional se dedicaba a cortar las jugadas aurinegras, pero no lograba hacerse de la pelota para salir de contra. Y en el contexto de partido entreverado, la pelota quieta era una oportunidad de oro. De eso sacó provecho Peñarol, cuando a los 20’ abrió el marcador: tras tiro de Micaela Domínguez, Vila la terminó mandando a guardar de cabeza en contra en el intento de despejarla.
Con el 1-0 a favor en el marcador, las dirigidas por Santo comenzaron a crecer en su desempeño y las de Marcel Rauss, a entreverarse más.
El segundo de las mirasoles parecía al caer por la insistencia de las carboneras. Carballo lo tuvo cuando María Paz Vila la cortó bruscamente y recibió tarjeta amarilla, en una polémica que podría haber sido roja perfectamente.
Las locales buscaron alternativas en su planteo sin hacer cambios: las tricolores lograron ocupar mejor sus espacios por la izquierda y entonces Domínguez, que hace buenos aportes ofensivos y que venía jugando por ese sector, invirtió su posición con Colo Tregartten, que estaba posicionada por derecha y que es la futbolista que le da solidez a la defensa aurinegra.
En el complemento el juego le hizo honor al nombre “clásico”, y el encuentro se volvió más entreverado y friccionado. En esa tónica, Peñarol no bajó su nivel de presión y llegó el merecido segundo gol, con la definición de Flores tras la espectacular actuación de Wendy Carballo.
Las carboneras celebraron levantando hacia el cielo a Flores –que se va del equipo hacia Arkansas State University, donde estudiará y jugará– y cantando junto con la hinchada, que con gran cantidad de público demostró que cada vez más gente acompaña el fútbol uruguayo de mujeres.