En el último amistoso antes de su debut en la Copa América de Estados Unidos el próximo 23 de junio, la selección de Marcelo Bielsa tuvo una presentación demoledora contra México, a quien derrotó por 4-0 con tres goles de Darwin Núñez y uno de Facundo Pellistri.
Fue una gran presentación del equipo uruguayo, que logró mostrar jerarquía en todas las facetas del juego, que planteó un estilo estimulante de ataque con técnica y velocidad, pero también juego directo como alternativa. La hora inicial fue estupenda, luego ya con buena parte del equipo cansado, hubo menos brillo y conexión, pero igual destacó la valencia de defender con eficacia.
Tango, murga y rocanrol
A las 22.00 de Uruguay, en la soleada tarde de Denver, a los tres millones nos seguían atrapando interrogantes que, desde el paisito, ni estando en el estadio de los Broncos, íbamos a poder descifrar. ¿Pero qué importa si las interrogantes y la incertidumbre conviven con una tan buena presentación?
De un lado había un plantel de 27 futbolistas de México casi locales en el México Tour, mientras que del lado de Uruguay Marcelo Bielsa, por razones que intentó explicar sin éxito, solo contaba con 16 jugadores.
¿Qué se buscaba con este medio plantel en el partido? Más allá del resultado y de la prestación de los futbolistas, e inclusive de la primera idea táctica planteada casi con cuatro puntas, no podemos responder desde lejos, desde afuera, desde una situación casi ajena dada la idoneidad reconocida del técnico. Un triunfazo que no sabemos si será gatillo de grandes presentaciones, pero sí que resultó reconfortante, con lo nuevo de Bielsa, y con lo que tiene sello de uruguayo en el campo, con pelotas muy bien jugadas pero también con algún pelotazo.
Con Josema Giménez como capitán y en el estreno y despedida de esta camiseta blanca de Nike, dado que fue una equipación generada expresamente con modelos del año pasado solo para este partido, la celeste volvió a plantear juego rápido y de pelota al pie, pero fue extremadamente presionado por los mexicanos en los primeros minutos.
A los 6 minutos llegó el primer gol y fue uruguayo. Mathías Olivera eligió cruzar un pase largo hacia Pellistri, que controló y esperó la llegada del compañero más próximo que fue el crack de Rodrigo Bentancur, que filtró un pase exquisito para la llegada por la línea final de Nahitan Nández, que mandó el centro para Darwin, que intentó definir, el golero dio rebote, y a la vuelta de la intervención del arquero mexicano apareció el zurdazo del artiguense para poner el 1-0.
A los pocos minutos México tuvo el empate en una jugada en la que Uruguay pretendió salir jugando pero perdió la pelota en la salida y el mexicano Raúl Alvarado, de oportunidad, remató de afuera del área sabiendo que Sergio Rochet estaba adelantado la pelota superó al arquero uruguayo pero terminó reventando el travesaño.
Los mexicanos con un fútbol bastante liviano pretendieron a los toques arrimarse a las profundidades del campo uruguayo, pero ello no sucedió y con juego rápido y a veces sobre patines Uruguay fue quien impuso las condiciones y así fue como llegó al segundo gol a los 26, cuando en una preciosa y reconfortante jugada de muy buenas conexiones y rapidez Pellistri anotó su primer gol con la selección uruguaya. Fue una pelota recuperada en campo uruguayo buscando la conexión justa y segura hasta que otra vez pasó por los pies de Bentancur, que jugó la pelota para la profundidad de Brian Rodríguez y el tranquerense mandó el pase gol para que Pellistri, ocupando la posición del 9, definiera de primera y marcara el segundo gol uruguayo.
Darwin y la evolución
A los 43 en otra veloz y feroz transición con Núñez arrancando a toda potencia desde la mitad de la cancha, llegó el tercer gol del equipo de Bielsa; la empezó y la terminó Darwin, pero también tuvo gran relevancia la participación final de Maximiliano Araujo, que como una exhalación venía por izquierda y terminó dándole el pase gol a la artiguense. Un festival.
En el segundo tiempo, solo a los tres minutos, en otra gran jugada de costa a costa con manejo rápido y preciso desde Mathias Olivera en su posición de central izquierdo, Manuel Ugarte por el medio y una habilitación profunda hacia la derecha donde Pellistri entró como una puñalada para asistir en una jugada que ya va tomando su sello a Núñez, que hizo el cuarto de Uruguay, el tercero suyo, que se ganó la pelota pero no se la llevó porque al rato salió acalambrado siendo sustituido por Facundo Torres.
El equipo fue bajando su prestación óptima por la pérdida del mejor rendimiento físico, y por molestias musculares salieron Darwin, Olivera y Olaza, y entonces se agotaron los cambios porque también entró Luciano Rodríguez para aprovechar la última ventana de cambios, y lo anecdótico es que después de 50 años volvieron a jugar un par de hermanos en los 11 de la selección, con los hermanos Araujo igualando lo que entonces habían hecho los hermanos Corbo, Walter el golero y Ruben Romeo el puntero izquierdo.
El partido no llegó a cumplir los 90 y terminó antes, pero en trealidad había terminado ya con el 4-0.
Partidazo de Uruguay.