En sólo cuatro de los 15 títulos de campeón de América que ostenta Uruguay los jugadores usaron camisetas en las que, en virtud de un acuerdo entre la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) y una marca de ropa, luciera la correspondiente grifa en el pecho. El resto de las veces, o bien las camisetas carecía de marca o, aun siendo de alguna marca, no habían sido adquiridas por la AUF.

Dichos títulos fueron los de 1983 con Le Coq Sportif, 1987 y 2011 con Puma y 1995 con NR. Le Coq Sportif y Puma estrenaron con título su acuerdo con la AUF, mientras que NR debió superar un torneo, el de 1993, antes de que llegara la consagración en 1995.

La primera vez que Uruguay fue campeón con una camiseta con una grifa que comercializaba su marca fue el 10 de enero de 1981, el día de la final del Mundialito; en esa ocasión Uruguay vistió Adidas. Antes, desde el 15 de agosto de 1910 hasta el Mundial de Alemania 1974, la camiseta de Uruguay siempre había sido provista por encargue, primero, a firmas o tiendas que trabajaban en confección, y después, a casas que se dedicaban a la comercialización de ropa deportiva en Uruguay, como Casa Sanz.

La celeste de Alemania 1974 apenas tenía el logo de la empresa de Adi Dassler, pero sin las tres tiras como los equipos europeos.

Para la Copa América de 1975, la primera desde 1967 y la primera que se jugaba sin sede fija, Uruguay volvió a jugar sin grifa en su camiseta. Lo mismo sucedió en la Eliminatoria para Argentina 1978 y en la Copa América de 1979.

Fue recién en 1980 que volvió a usar ropa con grifa. Otra vez fue Adidas, ropa que llevó también en la Eliminatoria de 1981 y el primer año del ciclo de Omar Borrás, en 1982, cuando disputó la Copa Nehru, en India.

En 1983 llegó el primer título uruguayo con una marca especializada de ropa deportiva: la francesa Le Coq Sportif en la Copa América con final en Salvador de Bahía, en Brasil, indumentaria que usaría hasta finalizar su participación en el México 1986. Buenas prendas aquellas de Le Coq Sportif, aún vigente y que vestirá a los franceses en los Juegos Olímpicos de París de este año.

La segunda Copa América que jugó con camiseta de marca fue la de 1987, en ese caso con Puma, que sustituyó a la grifa francesa hasta el final del Mundial de Italia de 1990. Aquella Puma con una ancha franja blanca en los brazos fue la segunda camiseta con marca con la que los celestes obtuvieron un título, igual que con Le Coq Sportif, en su primera competencia oficial.

En la Copa América de 1991 Uruguay siguió con Puma, pero el golero Fernando Álvez atajaba con ropa Le Coq.

En 1992 se arregló con la firma japonesa-italiana NR, con la que tuvo varios diseños bastante raros y llamativos, y Uruguay obtuvo la Copa América número 14 en el Centenario en 1995.

La celeste siguió con NR hasta 1998. En 1999 la AUF volvió a tener camiseta sin grifa, pero la proveedora era la uruguaya Covadonga, y para 2002 arregló contrato con una firma que se presentaba como italiana a nombre de L’Sporto, con la que jugó el Mundial 2002.

Para 2003 llegó la alemana Uhlsport, que duró hasta el final de la Eliminatoria para Alemania 2006, pero fue la ropa que vistió en los primeros partidos de la nueva selección de Óscar Tabárez.

En 2007 llegó nuevamente la hora de Puma, que vistió a la celeste hasta 2023 y fue, por lo tanto, fue la marca de los campeones de América de 2011.

En este siglo XXI parece una cosa natural que los tres millones nos podamos vestir de celeste de manera idéntica que los jugadores. Sin embargo, es una costumbre muy nueva en el fútbol uruguayo, que tiene apenas unas décadas comercializando camisetas “oficiales”.

Seguramente la oferta se convirtió en demanda desde el éxito de 1995. Pero aquellas celestes que tenía la gente en las tribunas no eran NR, sino confecciones al mayoreo que seguramente venían de otros lugares.

Hoy la cuestión de tener o no una Nike oficial parece una complicación menor para muchos y muchas de nosotros que, claro está, siempre quisiéramos tener una celeste en el pecho.