Por primera vez en la historia de la Copa América la selección de Canadá consiguió meterse entre los mejores cuatro del continente tras vencer en los penales a Venezuela 4-3. Durante los 90 habían empatado 1-1 con gol canadiense de Jacob Shaffelburg y empate venezolano de Salomón Rondón. El martes enfrentará a Argentina por un lugar en la final.
Partidazo
Fue un partidazo el que se desarrolló en el AT&T Stadium de Arlington. Pero partidazo en serio, de ataque contra ataque, de ganas, de sueños, y también de inocencia.
Venezuela salió a presionar desde los primeros minutos pero sin embargo su plan no funcionó debido a que los canadienses respondieron bien y encontraron espacios para atacar el arco de Romo.
Antes de llegar al cuarto de hora Canadá ya había tenido dos claras opciones de gol y en la tercera llegó el festejo norteamericano por parte de Jacob Shaffelburg.
De inmediato los venezolanos reaccionaron y los contendientes nos dieron un abstract de lo que sería el partido; de un lado para el otro, ataques y fallas tácticas y estratégicas que dejaban a los delanteros rivales en situación de poder mandar la pelota a las redes.
Venezuela estuvo cerca del empate pero de inmediato los canadienses retomaron su acción ofensiva y casi redoblan la ventaja, pero al final se fueron al descanso con un solo gol de ventaja.
Por arriba
El empate llegó de la manera más impensada desde todo punto de vista, porque Canadá dominaba, buscaba el segundo gol y tenía absolutamente a todos sus futbolistas, a excepción del arquero, en campo contrario. Un dedazo del zaguero izquierdo a ningún lugar encontró en su campo y sin nadie enfrente a Salomón Rondón, que arrancó con toda su potencia y mandó la pelota por encima del arquero hasta que fue a morir a las redes, 1-1 a los 20 minutos del segundo tiempo.
De inmediato los canadienses por dos ocasiones consecutivas estuvieron a punto de desnivelar otra vez el partido y un atajadón de Rafael Romo impidió el 2-1. De ahí en adelante el partido fue una locura, ataque de un lado, casi gol, ataque del otro, casi gol. Los canadienses jugando un fútbol directísimo sin concesiones y también sin un orden y una previsión defensiva que permitiera resolver las acciones cuando sus ataques se salían de control.
Los venezolanos, con muchísima más habilidad, empezando por Jefferson Soteldo, que al final del partido salió extenuado, y por la potencia de Rondón. Al final llegaron a los penales con lo que les dio el físico después del enorme desgaste.