Los elementos llevan nombres de gimnastas. Así, las participantes de gimnasia artística femenina (GAF) van dejando una huella imborrable en su deporte. Cada vez que alguien vuelva a intentar en sus rutinas de cada aparato algunas maniobras, trucos o piruetas, como las llamamos los espectadores no tan avezados en el conocimiento de la disciplina, se invocará a decenas de colegas que lo hicieron antes y que cumplieron con el procedimiento formal para dar nombre a sus destrezas.
Simone Biles tiene una entrada en Wikipedia para los elementos nombrados a partir de ella, y esa lista se sigue engrosando mientras ella se mantiene en competencia. A modo de carrera espacial, las gimnastas van construyendo nuevas combinaciones sobre sus rutinas a lo largo de los años para incorporar mayores niveles de dificultad, siempre necesitados de ejecuciones solventes que les permitan la seguridad y la regularidad necesarias para brillar en los días de las grandes competencias. Una gigante de la disciplina como Biles corre a sus 27 años esa carrera por seguir aumentando dificultad y ejecución. Competitividad en estado puro.
Biles II
El procedimiento para incorporar un nuevo elemento y darle nombre lo explicó a la diaria Romina Castellini, jueza internacional uruguaya de GAF: “Primero ingresás al cuerpo técnico la descripción del elemento que querés hacer y un video. Ellos evalúan y te dicen: si lo hacés bien, tendrá determinada dificultad”. Esa dificultad está catalogada con un número que luego será importante para el cálculo del puntaje final durante la competencia. A mayor dificultad, mayor puntaje acumulará la gimnasta en su ejecución. “Una vez que lo hacés en competencia y los jueces tienen de referencia esa descripción y ese valor, si lo hacés bien, te lo ponen a tu nombre en el código”.
Este domingo de mañana, en la Arena Bercy de París, el podio fue el escenario de un teatro lleno por los cuatro frentes. Oscuridad en los lados y luces al centro, las cuatro tribunas repletas de espectadores presenciaron uno más de los actos de esta obra. Cada participación de Biles fue ovacionada con un aplauso cerrado y con gritos; la idolatría bajó como cascada hacia el centro de esa fuente. En el centro de las miradas, incluso de sus propias colegas, volvió a lograr un nivel rimbombante y se apartó de cualquier conversación que, al menos hoy, pusiera en tela de juicio su preparación física y mental para este momento.
De entre todos los momentos podemos destacar uno: potente, fugaz, impactante. Imborrable. El Yurchenko doble en carpa, Biles II según el código, fue la rutina elegida para uno de sus saltos.
La cuatro veces medallista de oro en Juegos Olímpicos comenzó haciendo el salto en 2021 con la presencia de un entrenador sobre el podio para probarlo. Si el entrenador la tocaba, implicaba que su salto fuese nulo, y su sola presencia en el podio, una deducción de 0,5 en el puntaje (solamente en barras asimétricas está prevista la posibilidad de tener a un entrenador presente en el podio sin que signifique una deducción de puntos).
“Al principio caía con pasos hacia atrás, desequilibrios o rodando hacia atrás. Lo fue mejorando al punto que lo hizo sin entrenador y sin penalización”, explicó Castellini. En la jornada dominical, por el Biles II se llevó una deducción de 0.3 por un paso atrás en el aterrizaje, “que es una deducción media, pero lo hizo bien en un escenario donde no tenía ningún tipo de presión para hacer ese salto”, aclaró la jueza uruguaya. Fue la primera en la gimnasia femenina en lograrlo en unos Juegos Olímpicos, tras haberlo agregado al código en los Campeonatos Mundiales de Amberes 2023. “El jueves lo va a tener que clavar cuando sea la final all-around”, opinó Castellini, quien explicó que ese salto tiene una dificultad de 6.40 (la más difícil conseguida hasta ahora) y ella tiene una ejecución, incluso con un error medio, de alrededor de 9. “O sea que estamos hablando de una nota de al menos 15.40 posible”, y hoy fue de 15.80.
Biles primera por puntos
Con su gran despliegue, Biles se quedó con el primer lugar de la clasificación (59.566), por encima de la brasileña Rebeca Andrade (57.700), quien es la principal amenaza para Biles en la lucha por la medalla de oro all-around. Las separó una diferencia de 1.866, sensiblemente menor que los 3.434 y 3.501 puntos de diferencia que alejaron a Simone de sus compatriotas Sunisa Lee, campeona olímpica all-around individual en 2021, y Jordan Chiles.
La final all-around de GAF será el jueves 1º de agosto. La final por equipos será este martes y, en ambas, tanto Simone Biles como Estados Unidos ostentan el favoritismo al oro. Luego vendrán las finales por aparatos y en tres de ellas tendrá presencia la estrella estadounidense, quedando sólo fuera de las mejores ocho gimnastas en las barras asimétricas. Viga, salto y suelo podrán engrosar el medallero personal que de momento incluye cuatro oros, una plata y dos bronces.
En su rutina, la brasileña Andrade puede subir hasta un 0.7 de dificultad para las instancias all-around, pero, incluso suponiendo que sus ejecuciones sean perfectas, dependería de que Biles cometa errores para arrebatarle el oro.
La nota negativa para la estadounidense es que durante uno de los ejercicios sufrió un dolor en su tobillo izquierdo que ya había experimentado un par de semanas atrás. No será nada que ponga en duda su participación en próximas instancias, según reportaron diversos medios en Estados Unidos, pero sí será una situación a tener en cuenta para las finales all-around, cuando la gimnasta más grande de todos los tiempos salga a escena a competir en los cuatro aparatos: suelo, viga, salto y barras asimétricas.