Cada deportista tiene tres oportunidades de salto y compite con la marca mejor lograda. Los que superan los 8,15 metros –sólo dos pudieron– van directo a la final. La lista de clasificados se completa con los 12 mejores saltos de la tabla general. La actuación de Lasa no fue buena: ,arcó 7,87, 7,58 y 7,70 en sus intentos. ”Estoy masticando la bronca. Podía haber estado mejor. En el primer salto sobró bastante tabla, en el tercero agarré viento en contra. Son pequeños detalles que marcan la diferencia ", analizó el uruguayo.

Generalmente, es un atleta que ronda o excede los 8 metros. En sus épocas de gloria llegó a saltar 8,26, lo que le dio el oro en los juegos sudamericanos de Cochabamba, Bolivia. A sus 34 años todavía le queda cuerda, el mejor salto de esta temporada había sido 8,02.

Cuando Lasa terminó su actuación en París 2024 estaba en el puesto 12, en zona de clasificación. Pero quedaban 15 atletas por saltar que podían superar su marca, su paso a la final estaba en zona de milagro.

El británico Jacob Fincham-Dukes arrastraba uno nulo y un 7,38. En su último intento metió un 7,96 devastador que lo llevó al tercer lugar de la general y dejó a Emiliano eliminado. Esta vez Uruguay perdió en la hora. Lasa culminó en el puesto 13 entre 33 participantes, a 3 centímetros del alemán Simon Batz, el último de los clasificados.

Lasa contó cómo vivió la competencia: “Fue un momento amargo, sobre todo por cómo se dio. Fue muy parecido a Tokio, quedé en el mismo lugar. Sé que en estas competencias mi marca no es suficiente para pasar a la final, que era lo que quería. Igualmente, estoy agradecido de participar por tercera vez de los Juegos Olímpicos, en todos estuve entre los mejores 15”.

Más allá de la derrota, Emiliano mira el futuro con optimismo y ganas de seguir buscando objetivos: “Me encanta esto, es mi pasión. Me siento bien y voy a buscar seguir defendiendo a Uruguay de la mejor forma”.