El lunes será un día imborrable para la historia de los Juegos Olímpicos. Ante un estadio Saint Denis con 80.000 personas, Armand Duplantis lo hizo de nuevo: ganó la medalla de oro olímpica, pero esta vez con un salto histórico: 6,25 metros.

El sueco ya tenía asegurado el oro, pero fue por más. Puso la vara en esa altura, un centímetro más alto que su propio récord -hizo 6,24 metros en abril de este año, en China-. Tenía tres intentos para hacerlo. En los dos primeros falló; en el último estalló el estadio y Duplantis festejó corriendo, para luego ir al encuentro de sus familiares y entrenadores.

Duplantis es el rey del salto con pértiga (o garrocha) desde hace años. Al oro de París 2024 hay que sumarle la presea dorada en Tokio 2021; también tiene cuatro mundiales ganados, dos en pista cubierta (2022 y 2024) y los otros al aire libre (2022 y 2023), además de cuatro campeonatos europeos (2018, 2021, 2022 y 2024).

Apodado Mondo, Duplantis nació el 10 de noviembre de 1999 en Lafayette, Luisiana. Su padre, Greg Duplantis, también fue saltador con garrocha y uno de los primeros entrenadores de su hijo. Su madre, Helena Hedlund, es sueca y también fue atleta, en su caso en el heptatlón. Tras mucha insistencia de la Asociación Sueca de Atletismo, desde 2015, cuando Duplantis era un chiquilín que ya tenía varios récords, la decisión familiar lo llevó a competir bajo la bandera del país europeo. Hoy en día es el deportista con más visibilidad en Suecia, incluso por encima de Zlatan Ibrahimović.