Los gestos no han cesado. Este miércoles de noche San Pablo salió a la cancha por los cuartos de final de la Copa de Brasil ante Atlético Mineiro en su estadio, el Morumbí, el último césped que Juan Izquierdo pisó.

Los dirigidos por Luis Zubeldía vistieron su clásica camiseta blanca con rayas negras y rojas, pero en sus espaldas, junto a los dorsales, decidieron escribir el nombre Izquierdo, involucrados a fondo con el dolor que drenará por tiempo indefinido. “No estaba en nuestro equipo, pero se cayó en nuestra casa, frente a nuestra gente. Entonces se convirtió en uno de nosotros”, dice un comunicado de la hinchada paulista.

La camiseta con el apellido de Izquierdo no fue el único homenaje en su memoria: fue tan sólo el primero. Luego, tras la llegada del plantel paulista en ómnibus, su hinchada prendió bengalas de color azul, blanco y rojo, los últimos colores que vistió Izquierdo. Luego, rezaron.

Los jugadores de Mineiro usaron una cinta negra en señal de luto. Con los dos equipos titulares prontos para jugar, decidieron reunirse en torno al círculo central y, antes del pitazo inicial, hicieron un minuto de silencio. Después, una ovación también fue tributo para el zaguero tricolor.

Vale recordar que hubo referentes del plantel paulista que siempre estuvieron a disposición, tanto de la familia de Izquierdo como de Nacional. Uno de ellos fue el argentino Jonathan Calleri, quien en su momento ofreció su tarjeta de crédito para costear gastos. Tanto el goleador como el uruguayo Michel Araújo y el capitán Rafinha volarán a Montevideo luego del partido para estar presentes en el velatorio de este jueves en la sede de la avenida 8 de Octubre.

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