La situación sanitaria de Juan Izquierdo continúa delicada; el jugador permanece internado en el CTI del hospital Albert Einstein de la ciudad de San Pablo luego de sufrir un paro cardíaco en el partido entre el tricolor paulista y Nacional, por la revancha de los octavos de final de la Copa Libertadores.

El Secretario Nacional de Deportes Sebastián Bauzá declaró en el programa Minuto 1 de Carve Deportiva que a Izquierdo se le habían realizado estudios a los 17 años, cuando formaba parte de las formativas de Cerro: “Se hicieron exámenes al plantel de Cerro, donde jugaba Juan Izquierdo en ese momento. Tener una arritmia, como muchas veces pasa, no significa que no pueda jugar. Hay que controlarlo, y estamos seguros de que los médicos de los diferentes clubes por los que pasó lo controlaron”, comentó.

El programa Gol al Futuro, que fue impulsado en el gobierno del expresidente Tabaré Vázquez en 2009, realiza estudios sistemáticos a todos los jugadores de formativas: “Se hicieron 5.233 exámenes cardiológicos, de los cuales 134 dieron problemas que pasaron a especialistas. Se hacen exámenes utilizando el protocolo internacional: primero un interrogatorio de antecedentes familiares y del jugador, después un examen físico y en tercer lugar un electrocardiograma”, explicó Bauzá.

En Uruguay se llega hasta la tercera fase del proceso marcado, eso “evita entre un 80 y un 90% las enfermedades cardiovasculares. Al no ser un 100%, es fundamental hacer un seguimiento y tener desfibriladores”, continuó Bauza, quien además informó que la Secretaría Nacional de Deportes (Senade) entregó 100 desfibriladores a los distintos clubes y plazas de deportes.

Más allá de la herramienta, el exmandatario de Bella Vista y la Asociación Uruguaya de Fútbol considera esencial enseñar a utilizar el desfibrilador y la reanimación cardiopulmonar (RCP): “Es necesario enseñar en las escuelas a dar masajes cardíacos. El corazón es un músculo, si deja de trabajar es muy complicado, por lo que es fundamental actuar rápido y saber cómo reaccionar”.

Alejandro Cuesta es el referente técnico de la prevención de muerte súbita en el deporte y asesora al programa Gol al Futuro. El cardiólogo habló en Radio Uruguay y enumeró cifras: “Aproximadamente diez jugadores al año son derivados. Lo que nosotros hacemos es detectar signos de alarma; cuando se encuentran, se deriva al jugador a su prestador de salud. Hasta ahí llega nuestra labor. Estas evaluaciones tienen una validez de dos años”.

Cuesta comentó cómo continúa el proceso: “En la mayoría de los casos se estudia a fondo, se concluye que el jugador es sano y esos signos terminan en nada. En una cantidad menor, son casos reversibles: los deportistas son tratados y mejoran. Son muy contados los casos en los que un jugador no puede seguir con la práctica del deporte a ese nivel de intensidad. Todo eso es diagnosticado por el prestador de salud”. 

Al ser consultado sobre las causas de la muerte súbita, explicó: “La gran mayoría tiene una razón anatómica o genética, eso es lo que se intenta detectar en los estudios previos. El deporte por un montón de razones puede gatillar la ocurrencia de la arritmia. Se buscan distintas causas según la edad”.

Para cerrar, Cuesta expresó de forma enfática que “el deporte salva vidas y es salud. Está absolutamente demostrado que la gente que hace deporte vive mucho más que la que no lo hace.