La tercera fecha tuvo el encuentro entre Defensor Sporting y Racing en el estadio Luis Franzini. La victoria fue visitante con goles de Dylan Nandín y Agustín Alaniz. El empate parcial violeta lo puso Francisco Barrios.
Comienzo dinámico. La pelota corría feliz en el verde césped violeta del Parque Rodó. Ambos buscaron por allí, balón a nivel de piso, para aprovechar ese buen estado del campo. Intenciones a la vista, imprecisiones muy repetidas.
En un panorama de desconcierto colectivo, Defensor fue sólo un poquito más. Algo más criterioso con pelota, pero sin generación clara. A la visita todo le costó en el arranque. Poca creación en el mediocampo.
El fútbol tiene esa cara: tratar de llegar a un lugar sin siquiera estimularlo. Eso hizo la escuelita, que, tras un perdido desborde de Agustín Alaniz que centró notable, encontró solo al pescador Nandín, que empujó fácil.
Tesoro de gol para los dirigidos por Eduardo Espinel, que a nivel de equipo no funcionaban. Pero fue tal el golpe de la anotación para el violeta que, con poco, algún arrime más tuvo Racing.
El protagonismo de Lucas Rodríguez y José Varela para la visita comenzó a tener otro trámite. Buen despliegue y balance que generó recuperación y buenas salidas rápidas. No fue tanto, pero, para lo que se veía, destacaba.
Nula conexión para el equipo del Parque Rodó. Si bien no lo fue en el arranque, el gol lo confundió más al equipo de Álvaro Navarro, que se volvió más apurado e impreciso.
Sobre el final tuvo la más clara el local, en una pelota que el arquero Odriozola le sacó a quemarropa al atacante Agazzi.
La primera parte prometió algo que fue deuda total. Con poquísimo, Racing sacó una ventaja que Defensor nunca pudo desafiar.
Cinco tarjetas amarillas recibió la visita en el primer capítulo.
Página dos
Navarro mando variantes –todas de prepo–, las tres en el arranque mismo del complemento.
Una de ellas fue ganadora. Porque el pibe Francisco Barrios tomó un rebote y calzó bien la pelota. Adentro y empate violeta, que, sin jugar bien, aún conseguía el piso para iniciar otro camino.
Y lo tomó. El sendero de salir de la apatía vista en la primera parte empezó a correr para los violetas. Más a empuje que a juego, pero poco importaba.
Tampoco Racing se acomodó y evidenció efectos adversos de la igualdad. Y, por lo visto, la adversidad es el combustible para el equipo de Sayago.
Pelota parada pegada a la línea del área, que Agustín Alaniz, que había asistido en el primero, acarició de borde interno y Dawson no pudo resistir. Arriba nuevamente la visita, que pego cuando menos lo insinuó.
Con el resultado dado vuelta, al local se le sumó la expulsión, bien decretada, para el joven Augusto Cambón, que había sido carta de ingreso en el entretiempo.
No volvió a encontrar aquel impulso posempate. Lo que le regresó a Defensor fue la falta de conexión ofensiva que siempre fue carente, pero mostró un empujón en el arranque del complemento.
Racing consigue la primera victoria en el torneo: no lograba ganar desde mayo como visitante. Más allá de desempeños, logró sacar una victoria que lo vuelve a meter en la pelea y salir un poco de abajo en el acumulado.
El violeta se hunde en el Clausura, sin triunfos, y pierde la oportunidad de descontarles a los poderosos en la tabla anual. Flojísimo desempeño colectivo para los de Navarro y nulas apariciones individuales como alternativas.
Particularidad
El partido tuvo dos goles anulados. Uno para cada lado. En el de Racing por offside, tras revisión VAR.
También tras la revisión en el video arbitraje, Esteban Guerra cobró falta en ataque y anuló lo que era el empate violeta.