Desde hace años, que ya son décadas, un partido de definición entre Defensor y cualquiera de los más populares y ganadores, Peñarol y Nacional, es muy especial. Tal vez esta situación se empezó a fundar antes de 1976, pero desde ese año, en que la viola dio vuelta la historia del fútbol profesional uruguayo, cada vez que Defensor se enfrenta con uno de ellos, ya sea en fase regular o en definición, hay una sensación de que no hay ventaja ni historia que pueda torcer el juego antes de jugarse.

Desde aquel tiempo hasta ahora eso también ha sucedido con Danubio, y ahora parece que Liverpool está en construcción de una historia extendida, pero por la vía de los hechos, en partidos de definición, en torneos regulares o en torneos reducidos, nadie como el club de Parque Rodó ha puesto tanto en cuestión la ilevantable supremacía histórica de Peñarol y Nacional.

Tanto ha sido así que desde hace cuatro años hay un torneo necesario, justo, ecuánime en cuanto a oportunidades, y el más federal de todos, con el fútbol masculino institucionalizado del país representado por todos sus estamentos, y que al revés de toda la historia del fútbol profesional uruguayo sólo ha sido ganado por un único club, que no es otro que Defensor Sporting, ganador de las tres ediciones de la Copa AUF Uruguay.

En esta cuarta copa, que por primera vez tiene un premio deportivo acorde a la importancia de la competencia –el campeón preclasifica a la Copa Libertadores de América–, Defensor jugará su cuarta llave de semifinales consecutiva y lo hará nada menos que ante Peñarol, que ya estuvo dos veces en semifinales pero nunca ha podido llegar a la definición, ya que cayó en esas instancias ante clubes que jugaban en la B: en la primera edición –la única que tuvo semifinales de ida y vuelta– perdió por penales ante La Luz después de haber ganado cada uno como local (los aurinegros en la ida, en el Campeón del Siglo, y los de Aires Puros en la vuelta, en el Centenario), y en la segunda cayó 3-1 con Torque. Hasta ahora la única vez que los carboneros no llegaron a semifinales fue en 2024, cuando rechazaron jugar la copa en un intento de la Unión de Clubes de castigar a la dirección de la AUF tomando como rehén al torneo. Después de esa determinación muy poco deportiva, Peñarol, Cerro Largo, Cerro, Danubio, Progreso y Wanderers, los que renunciaron a jugar, fueron multados con 400 UR cada uno.

Defensor, en cambio, pasó en las tres oportunidades: en 2022 empató y ganó ante Progreso, que estaba en la B; en 2023 lo hizo ante River Plate, y en 2024 frente a Boston River, ambos de la A.

Una copa y otra copa

Las dos llaves semifinales de esta edición están compuestas por clubes de la Primera División Profesional (además de violetas y carboneros, Plaza Colonia y Racing), y menos Peñarol, que está a un punto de clasificar a la Libertadores 2026, para los otros tres esta es una enorme oportunidad de asegurar su participación en la más importante competencia de clubes de América.

La primera semi en resolverse será la de Defensor-Peñarol, que va este miércoles a las 21.00 en el Parque Viera, mientras que la segunda será entre albiverdes, y no sólo será en campo neutral, sino también en ciudad neutral dado que el partido se resolverá este jueves a las 21.00 en el histórico Campeones Olímpicos de Florida.

El equipo violeta, dirigido por Ignacio Ithurralde, que en Copa Uruguay viene de derrotar a Central Español 2-0 en un partido de bastante paridad, intentará presentar la mejor oncena posible, y es posible que juegue con el coloniense Kevin Dawson en el arco, Nahuel Furtado, Guillermo de los Santos, Juan Viacava y Patricio Pacífico en la línea final; Mauricio Amaro, Germán Barrios y Nicolás Wunsch en el mediocampo; y adelante, por derecha, Lucas Agazzi; por izquierda habrá que ver si puede llegar José Pepe Álvarez –que ante Cerro debió salir en el entretiempo– o en su defecto puedan ingresar Diego Abreu o Xavier Biscayzacú, mientras que de punta estará Lautaro Navarro. Alexander Machado, que este año a mitad de temporada llegó de los aurinegros a los violetas a préstamo, está impedido de jugar por un acuerdo establecido al momento del pase.

Peñarol, líder del Clausura y único aspirante a pelearle a Nacional la tabla anual, tal vez no ponga su oncena titular, pero colocará en campo a varios de los que están entre los 11 semana a semana. El equipo de Diego Aguirre llegó a esta instancia semifinal con dos victorias in extremis: en octavos de final ante Liverpool y en cuartos de final frente a Tacuarembó, en partidos que ganó 2-1 con goles en el final mismo del partido.

Los carboneros tienen bajas por lesión, que en algunos casos ya están descartados, como David Terans –ya no jugará en lo que queda de la temporada– y el argentino Héctor Villalba –no lo podrá alinear–, y tal vez no juegue Ignacio Sosa, que estuvo siendo cuidado y el sábado en Durazno se retiró sin estar a plenitud. Quizás el que pueda estar, dado que está suspendido para la próxima fecha del Clausura, es Leonardo Férnández. Si se trata de jugadores que están en el banco de suplentes en el Uruguayo y juegan en la Copa Uruguay, no se podría afirmar que Matías Arezo, el eje del rescate del empate en Durazno ante Miramar, sea un jugador de reserva.

El partido será televisado por VTV Plus y Disney+, y como deberá tener un ganador, si terminan empatados al término del tiempo reglamentario habrá definición por penales. El árbitro será Santiago Motta, acompañado por Matías Rodríguez y Sebastián Silvera, mientras que el cuarto árbitro será Federico Arman. En el VAR estarán Daniel Fedorczuk y Ernesto Hartwig.