El 2025 fue deportivamente caótico para River Plate; hasta el momento sumó apenas 18 puntos en 31 partidos y está último en todas las tablas. En la décima fecha del Clausura, por primera vez en el año tiene la chance matemática de descender. Enfrentará el viernes a las 16.00 a Liverpool; si gana estira sus posibilidades, al menos una semana más. Si pierde o empata y Progreso le gana a Cerro el domingo de mañana, bajará de categoría.
Más allá de cuentas y calculadora, sólo un milagro mantiene al darsenero en primera para 2026. Si se da, será una épica que se recordará para siempre. La lógica marca que es cuestión de tiempo el desenlace final.
Siempre cortita y al pie
River Plate es un club históricamente de la A, formador, con el complejo de Colón como semillero; sus hinchas fieles, y uno de los escenarios más lindos para ver fútbol, al que el año pasado le colocaron red lumínica.
Está en primera división desde 2005, 20 años de forma ininterrumpida. En este periplo fue protagonista siendo vicecampeón del Apertura 2013, y de los torneos Clausura en 2008, 2009, 2015 y 2022. También perdió la final del Intermedio 2019. En 2009 fue semifinalista de la Copa Sudamericana.
Muchas de esas temporadas fueron con el famoso tiki-tiki, con Juan Ramón Carrasco como director técnico que revolucionó e hizo que River fuera de los clubes más esperados de cada fin de semana. Iba mucha gente a verlo, y no todos eran darseneros. Otro entrenador que dejó su huella con las alas del Prado fue Guillermo Almada.
Es uno de los equipos con mayor permanencia en la máxima categoría, solamente superado por Wanderers, que ascendió en el 2000, Nacional y Peñarol. Si bien Boston River nunca descendió, jugó por primera vez en la A en 2017.
En las últimas décadas fue difícil mantenerse, con la creación de los promedios, la llegada de las sociedades anónimas deportivas y el fútbol cada vez más parejo. Sostenerse es un logro de pocos; instituciones históricas como Danubio, Defensor Sporting o Liverpool tuvieron descensos inesperados.
El River Plate de 2004, campeón entre la huelga
River Plate, siempre que descendió, subió como campeón. La última vez en segunda división fue en 2004, y tenía un cuadrazo para la divisional. El entrenador era Martín Lasarte, y tenía como una de sus grandes figuras a Osvaldo Canobbio, goleador del torneo con 16 tantos.
En ese plantel estaban, entre otros, Alexis Viera, Ignacio Pallas, Deivis Barone, Leandro Ezquerra, Adrián Sarkisian, Juan Ferreri, Juanchi González, Richard Porta y Leandro Sosa, actual ayudante técnico de Raúl Salazar en el primer equipo darsenero. River ascendió como campeón, secundado por Rampla Juniors y Paysandú Bella Vista, en un torneo muy competitivo que tuvo la participación de 19 equipos. Ese año debió cambiarse la forma de disputa en el medio de la competencia por una huelga de futbolistas que duró más de 50 días entre agosto y setiembre.
El día que inició el paro, el darsenero debía enfrentar a Progreso en el Paladino en el televisado del sábado de mañana. En épocas sin tanta información inmediata como en la actualidad, las tribunas en el escenario tejano estaban con buen marco de público para lo que en ese momento era un choque clave entre dos de los mejores equipos del certamen. La gente compró entradas en la puerta, los jueces se presentaron en la cancha, pero los equipos nunca salieron. Las ganas de volver a ver fútbol se mantuvieron por un par de meses.