La derrota de Plaza Colonia en la fecha 14 del Torneo Clausura confirmó el tercer descendido de la temporada en el fútbol uruguayo. El equipo de Luis Alberto Mena necesitaba poco menos que un milagro para salvarse, cosa que no ocurrió. Cerro Largo, que todavía mantiene la (remota) posibilidad de buscar un puesto de clasificación a la Copa Sudamericana, llegó con su camiseta de alternativa, toda negra, al Parque Prandi y le trajo la noche al patablanca.

El partido fue malo. Plaza fue el mejor, intermitentemente, por pura necesidad; pero en sus mejores momentos atacó más con ganas y empuje que con criterio y contundencia. El primer tiempo se fue sin pena ni gloria, con los arqueros como espectadores de lujo. Plaza buscó sobre todo por izquierda, con la velocidad de Benjamín Acosta o con incursiones de Hebert Vergara y Santiago Otegui, pero ninguno de ellos pudo generar una ocasión clara. Las aproximaciones que tuvo fueron desde afuera del área: probó el marfileño Yacouba Meité y se fue lejos, y también se fue desviado otro tiro de Vergara. Cerro Largo, que se acomodó en el partido después de unos primeros minutos en el que no conseguía la pelota, tampoco tuvo ideas para atacar y también probó de afuera: Franco Rossi avisó sobre el final del primer tiempo, en el único tiro al arco arachán.

El brasileño Alex Bruno, la referencia de ataque de Plaza, no consiguió entrar en juego, y cuando lo hizo nada le salió. Al final de la primera parte recibió una pelota a espalda de las defensa y no pudo finalizar bien la jugada; minutos después tuvo otra parecida, pero en este era fuera de juego.

A poco de empezar el complemento, Plaza obligó al arquero Gino Santilli a su primera intervención importante, gracias a un error defensivo de Cerro Largo: una pelota que Mauro Brasil no pudo despejar le cayó a Otegui, que abierto sobre la izquierda le dio al primer palo, para la buena respuesta del arquero.

Plaza empezó a jugar más adelantado en campo rival y Cerro Largo comenzó a replegarse; así el patablanca tuvo sus mejores minutos, promediando el segundo tiempo. La más clara cerca del cuarto de hora del segundo tiempo, tras una jugada por la derecha que derivó en Alex Bruno dentro del área y que este descargó para la llegada de Vergara, uno de los mejores de Plaza, que no pudo definir bien.

Tras la primera hora de juego, ambos técnicos metieron variantes y buscaron soluciones en en el banco de suplentes. Lucas Carrizo, que entró por Vergara, protagonizó otra de las claras de Plaza, cuando probó de afuera del área con un buen tiro que buscaba el palo derecho; hubo otra notable tapada de Santilli, sacándola al costado después del pique. Minutos después, Plaza estuvo cerca una vez más, esta vez con una buena jugada colectiva. El patablanca la movió de derecha a izquierda, donde recibió Juan Ramos, que enganchó hacia adentro y tiró un centro de derecha que complicó a Cerro Largo. Santilli salió mal y Carrizo no pudo definir en la segunda pelota.

Pero toda la ilusión coloniense se esfumó a los 37 del segundo tiempo. Franco Rossi, goleador del arachán en el año y en el Clausura (con 10 goles), probó con la única herramienta que había encontrado la visita en la tarde: el tiro de afuera. Y Plaza, con la mala suerte del que ya está sentenciado sin saberlo, sufrió un gol un tanto ridículo –muy poco estético– que salió medio trabado, sorprendió al arquero Joaquín Silva y se metió contra el palo derecho.

Plaza se fue arriba inevitablemente, aunque ya no lograría generar peligro en el arco arachán, que por su parte tuvo otras dos o tres para liquidarlo de contra, y que el arquero Silva logró contener con buenas atajadas. Pero cuando las cosas no salen, las cosas no salen; el gol que liquidó el partido, ya en tiempo de descuentos, fue otro tiro de afuera del área, esta vez de Enrique Almeida, que se desvió en un defensor y descolocó al arquero.

Tras el segundo gol, se prendieron los regadores del Parque Prandi, como para bajar la calentura, aunque todavía faltaban unos minutos para el pitazo final. Progreso y Wanderers también celebran el triunfo arachán porque, con el descenso de Plaza Colonia, respiran aliviados.