Bohemios es un club histórico, con casi 80 años de vida, enclavado en la intersección de las calles Gabriel Pereyra y Cipriano Payán. Si bien no es exclusivamente de básquetbol, el deporte naranja lo tiene como un equipo grande, que fue campeón del extinto Federal en cinco ocasiones, cuatro de ellas en la década de 1980 cuando pasaron por la institución enormes basquetbolistas como Horacio Tato López, Carlos Peinado y Luis Pierri.
Ese gigante deportivo no viene atravesando buenos años en el pasado inmediato, desde crisis económicas a nivel institucional que llevaron a su cierre hasta un presente con una situación tan increíble como real: hace 500 días que no puede usar su gimnasio principal por una denuncia de ruidos molestos. La Intendencia de Montevideo (IM) prohíbe el uso del recinto los días de semana después de las 19.00 y los fines de semana en su totalidad.
Se formó Movimiento Albimarrón, una comisión compuesta por hinchas, socios y vecinos que buscan la difusión de la situación y la reapertura del gimnasio, con el sentimiento de que el club es un punto de encuentro fuerte en el barrio y que “Bohemios es mucho más que deporte”.
Desde la institución aclararon a la diaria que el uso que se le da al gimnasio es el normal de una práctica deportiva con adolescentes corriendo, pelotas que pican o, de rebote, pueden golpear alguna pared en un caso excepcional.
Durante 2025 Bohemios compitió en las divisiones formativas del básquetbol uruguayo, siendo nómade entre los gimnasios de Layva, Welcome y Nacional y sin generar sentido de pertenencia. Esto le hizo perder más de 200 adolescentes que dejaron de practicar el deporte. Para algunas edades la cercanía es clave, y no todos logran trasladarse hacia los nuevos puntos de entrenamiento. Además, esto obligó al club a hacer una gran inversión económica al pagar horas de cancha a otras instituciones. Esta medida atenta, directamente, contra la promoción del deporte y sus vínculos sociales.
El primer equipo albimarrón compitió por última vez en el torneo de segunda división del básquetbol en 2024. Antes lo había hecho en tercera en 2023. Para poder jugar esos partidos en horarios nocturnos se debieron conseguir permisos especiales e individuales para cada encuentro. Más allá de lo engorroso y lo burocrático, siempre se lograron las habilitaciones momentáneas.
El origen y la solución
La vecina que hizo la denuncia se mudó a las cercanías de Bohemios en la pandemia, cuando el club estaba cerrado. En la reapertura comenzaron las denuncias y luego juntó las firmas correspondientes para presentar en la IM hasta llegar a la inhabilitación. Algunos de los firmantes viven a varias cuadras de la cancha, por lo que simplemente apoyaron la causa sin experimentar un perjuicio real.
Desde el Movimiento Albimarrón reconocen con autocrítica que las primeras instancias de diálogo no fueron las mejores. Ahora no hay ningún tipo de vínculo, pero están dispuestos a retomarlo. Incluso en los últimos días se hicieron mediciones sonoras con profesionales y se realizarán obras para mejorar la acústica del gimnasio y disminuir las molestias que pueda causar.
En ese sentido, la búsqueda en este momento consiste en darle difusión a la problemática y seguir juntando firmas para presentar en la IM con la intención de remover la inhibición vigente. Se apelará a que se levante la prohibición de usar el gimnasio a medida que comiencen las obras, dando señales de que hay intenciones de promover una buena convivencia, pero sabiendo que estos cambios pueden llevar varios meses. Desde Bohemios no quieren mantener el gimnasio cerrado para el año que comienza.