El tercer clásico en lo que va del año y el segundo de carácter oficial se jugó en el Gran Parque Central por la segunda fecha del Apertura. Habría que remontarse a 2017 para registrar la última derrota clásica del actual entrenador de Nacional, Martín Lasarte. La visita contaba con ocho partidos sin victorias y aquello pesaba en el ambiente. Los hinchas bolsilludos agotaron todas las entradas para el encuentro y el recibimiento fue increíble. Una nube en tres colores inundó el barrio y tuvieron que despejar papelitos y serpentinas.
Pasaron dos años sin que Nacional pierda un partido contra Peñarol. Sin embargo, 2022 fue el último año en que el albo se consagró campeón uruguayo. Por su parte, a diferencia de Peñarol, que venció a Progreso, el tricolor perdió en su debut ante Montevideo City Torque por la primera fecha del torneo.
Las novedades de Nacional pasaron por la presencia de Diego Herazo en la delantera y el debut de Luciano Boggio en el mediocampo. En Peñarol, Eduardo Darias sufrió una lesión en los últimos entrenamientos y no fue de la partida. Otra ausencia, sumada a la de Tomás Olase y Damián García, sentida en el mediocampo carbonero, que espera por el argentino Eric Remedi.
Lucas Morales tras centro rastrero salvó el primer aviso del carbonero. Iban apenas cuatro minutos. La primera llegada local fue con Herazo, el colombiano que aguantó una pelota contra el costado y habilitó a Recoba, que pateó apenas desviado. El barrio La Blanqueada se llovió sobre Esteban Ostojich ante el primer fallo dudoso, suspiró con una atajada del visitante mundialista Martín Campaña y respiró una vez que Leo Fernández reventó la barrera en un tiro libre.
Leonardo Fernández, de Peñarol, Gabriel Báez, de Nacional, en el Gran Parque Central.
Foto: Rodrigo Viera Amaral
Un yesquero azul voló de la tribuna e impactó sobre Jaime Báez. Los hinchas se treparon a las púas del alambre. La hinchada subió de tono. El clásico se vivió como la máxima fiesta que existe en estas latitudes. Luego llovió una petaca y el partido entró en ese bache de la conversación. Cuando se piantaba el primer tiempo, Luis Mejía salvó a Nacional de un tiro rastrero de Rodrigo Pérez que se colaba en un costado contra la Abdón.
Hubo imprecisiones y nervios de ambos lados, pero Peñarol consiguió el primero. Una corrida de Pérez trasladando el balón de lado ubicó a Maxi Silvera, y el goleador surgido de Cerrito convirtió con templanza ante la pasividad de la defensa y la salida desesperada de Mejía.
Campaña puso todo en el freezer. En la Abdón se treparon a todas las cosas. Lasarte movió el banco y probó la suerte de Lucas Villalba, que tenía un antecedente inédito. Nacional se acercó con la insistencia de su gente. Boggio estuvo a la altura y vibró como uno más de la hinchada. Levantó el córner con el que Recoba, de taco, consiguió el empate. Sí, de taco, sí, Recoba. Lo festejaron en vivo los bolsos de Melo, los de Minas, los de Pando, los de Solís de Mataojo, de Canelones y de Verdisol. Minutos después pidieron penal, pero el árbitro ni siquiera fue a chequear la pantalla.
Ambos técnicos apelaron al banco de los suplentes. Lasarte probó con el chileno Eduardo Vargas; Aguirre, por su parte, puso a Javier Cangrejo Cabrera y a Diego García para apelar a la velocidad. Me emociona la gente que todavía lo sigue por la radio, como uno a mi lado al que le dicen la Vaca y canta en una banda de metal. En los córneres sufrió Peñarol.
Gran Parque Central, el 9 de febrero.
Foto: Rodrigo Viera Amaral
La pelota por momentos no fue de nadie. Boyó por el aire. Por eso Lasarte apeló a Mauricio Pereyra. Por su parte, Aguirre continuó buscando la respuesta en la velocidad. Alexander Machado entró para cumplir su sueño y desbordar de cualquier manera. El pibe que estuvo a punto de no llegar a vestir la aurinegra desde Miramar entró como en la quiniela, casi por superstición.
Pero el partido terminó en empate. A pesar del buen nivel de Boggio y del rumor que enciende Leo Fernández cada vez. Para la estadística, Nacional sigue invicto en materia de clásicos y la racha se extiende a nueve partidos. Peñarol y Aguirre siguen sin aprobar la materia, aunque en la tabla del Apertura Peñarol alcance los cuatro puntos y Nacional apenas uno, y es que los puntos, al final, valen lo mismo. Hubo fiesta en el barrio. Diego Polenta se fue expulsado después del pitazo final por protestar.