¿Es el de este jueves a las 21.30 en el Centenario el partido más importante de la vida de Boston River? Si, seguramente, por la instancia que lo puede conducir a por lo menos una media docena de valiosos –deportiva y económicamente– partidos por los grupos de la Libertadores. Este antiguo club que nació debajo de un farol en una noche de carnaval de 1939, que quería jugar como el equipo de la sastrería Boston, que la hacía carozo, y honrar al porteño Juan Deri, que los acompañaba en el sueño y era fana de River argentino, tiene en esta instancia ante el Bahía de Salvador, Brasil, su juego más urgente y trascendente.
La primera vez que vi a este Boston River fue en los calorones de diciembre de 2006, cuando aquel club rescatado del olvido como una vieja marca de yerba consiguió el ascenso a la B en una final de huérfanos y desamparados contra otro tan olvidado como querido, Alto Perú.
Seguro que en los 70 había visto al Boston jugando en la Extra o la C en el Palermo. Recuerdo haber pasado muchas veces por su vieja cancha, la que se veía desde Propios, en cada viaje a Florida. Capaz que hasta alguien me contó de la sede sin estaño en el mostrador y una mesa de tapete verde rasgado.
Jugó entre 1954 y 1981 en la Asociación Uruguaya de Fútbol cuando era un club de camiones, tablados y generalas, y germinó en el barrio que lo vio nacer y secarse como una margarita cuando sus pétalos aún no habían resuelto el me quiere, no me quiere. Un par de décadas después, resurgió entre los hijos de algunos de sus habitués y algunos veteranos que se habían hecho callos degollando alambrados por el Boston o voceando rifas para las camisetas.
Volvió. El sastre jugó, peleó y subió de la C a la B, y años después de la B a la A, y después jugó, y a mucha honra, la Sudamericana, y después la Libertadores, y hubo muchos trapos y banderas que siguieron la estela de Mario Icardo, el Mario del Boston, que no llegó a ver al equipo en la A pero sí lo siguió en cada minuto de su vida, por San José y por donde anduviera el sastre, hasta que llegó a Florida primero y a Trinidad después. Siempre con muchos trapos y poca gente, en 2024 volvieron al Campeones Olímpicos, pero con otra onda, como vecinos de una casa de playa donde uno se afinca en lugar de estar de pasada, y conectaron con el pueblo de la Piedra Alta, que retribuyó aquellas visitas y se hizo amigo. Gratis, sí, pero con muchísima onda, un millar de floridenses se hicieron socios y lo empezaron a seguir en el Campeones Olímpicos y hasta en estos partidos coperos en Montevideo. Así se hacen los hinchas: conectando, respetando, queriendo.
¡Es hoy!
El partido de este jueves en el Centenario corresponde a la ida de los encuentros de la tercera fase de la Libertadores, en la que los cuatro ganadores de las llaves irán a jugar a la fase de grupos, pero también aquellos que no logren superar esta etapa tendrán el consuelo de participar en los grupos de la Sudamericana.
Boston River, que desde 2024 es dirigido por el santanense Jadson Viera con singular éxito, seguramente alineará un equipo muy parecido al que jugó por última vez en su magnífica gesta de Chillán, Chile, donde logró eliminar a Ñublense. A pesar de una sangría importante respecto del plantel que el año pasado ganó esta posibilidad de entrar a la Libertadores, Viera ha logrado recomponer el equipo y mostrarse en estado de competencia aun sin los goleros Santiago Silva y Juan González, sin la línea de cuatro habitual completa, sin varios de los del medio y sin dos de su delanteros más punzantes, el tararirense Leandro Suhr y el montevideano Bruno Damiani.
El elenco rojiverde posiblemente juegue con Bruno Antúnez; Juan Acosta, Martín González, Gerónimo Bortagaray, Fredy Martínez; Baltasar Barcia, Mauricio Vera, Felipe Chiappini; Guillermo López, Valentín Adamo y Juan Manuel Gutiérrez.
Bahía viene de eliminar a The Strongest y está también en la definición del estadual bahiano, donde jugó este fin de semana la ida de las semifinales con Jacuipense, ante quien cayó 2-1 pero usando suplentes en su integración.
Rogerio Ceni, el director técnico del equipo en el que revistan los uruguayos Nicolás Acevedo, Michel Araújo y Luciano Rodríguez, formaría con Marcos Felipe; Gabriel, Kanu, Santiago Ramos Mingo, Luciano Juba; Caio Alexandre, Jean Lucas; Ademir Santos, Éverton Ribeiro, Erick y la Perla Rodríguez.