Montevideo Wanderers recibió a Defensor Sporting en su predio del Prado, el Parque Alfredo Víctor Viera. El elenco dirigido –primero de manera interina y luego por lo menos por este semestre– por Juan Manuel Martínez, acompañado por Diego Irigoyen, asumió la responsabilidad de la estabilidad y la transición mientras busca la mejor versión del bohemio, decantada del trabajo de Antonio Pacheco. Sin embargo, ya es el sexto partido que dirigen, y el equipo de alguna manera se ha visto empapado de cierta pertenencia con la institución, aunque consiguió un par de empates y volvió a perder. El vagabundo necesitaba ganar para encontrar el rumbo.

A los cinco minutos pareció demostrarlo con Nicolás Royón, uno de los más activos del partido. El equipo de Martínez intentó establecer la superioridad desde el inicio sobre el arco de Kevin Dawson, que supo contestar. Del otro lado, Defensor Sporting, otro de los que vieron partir a su entrenador, Álvaro Navarro, que consiguió volver a la victoria con Gerardo Miranda al mando como interino y que en el día de hoy estrenó el regreso de Ignacio Ithurralde, un niño mimado de la institución –como también lo era Navarro–, que asumió como entrenador esta semana y debutó frente a Wanderers al mando del club que lo formó como jugador.

Pepe Álvarez recibió del argentino Walter Montoya y sacó un remate que llevaba destino de red, pero un rebote torció el destino. Royón quiso una y otra vez hasta que le dio la nafta. El bohemio volvió a exigir a Dawson, que con una acrobacia despejó un tiro libre medido de Nicolás Ferreira que pedía red. El equipo local estaba mejor parado que la visita, urgía de una victoria, pero la violeta quería estirar la validez del refrán de que técnico que debuta gana (o no pierde), y así acercarse a Liverpool en la pelea por el Apertura. Entrado el partido, Francisco Ginella probó de lejos, aunque sin inquietar el arco de Mauro Silveira. Antes de irse al descanso, Royón volvió a llamar la atención y el partido se volvió atractivo; Maxi Gómez, abriendo el borde interno luego de ganar la carrera a velocidad, animó a la visita.

En la segunda mitad, desde el inicio se mantuvo la intensidad, con Royón en una búsqueda constante y Defensor con Dawson sosteniendo y ordenando las nuevas ideas de Ithurralde. Martínez sacó a Francisco Cerro, que en general es un pilar, pero tenía amarilla y estaba sentido. Wanderers se refrescó con el ingreso de Nicolás Queiroz. Siguió apostando a lo que pudo hacer Esteban Crucci. Defensor tuvo la manija en Montoya, los chispazos de Matías Abaldo y el peligro constante de un hombre como Gómez. Ithurralde mandó sus primeras acciones en la viola y puso en cancha a Mauricio Amaro y al peruano Alfonso Barco, que suplantaron a Ginella y Montoya, que a pesar del cambio venían haciendo un gran partido. Es que, en general, Defensor no terminaba de encontrarse y Wanderers, con solidez, apostaba a la victoria.

Martínez sacó a un Royón desgastado. Pensó en aquello de que los goles errados se vuelven en contra. Ithurralde, por su parte, movió las piezas con Diego Abreu por un lado y Lucas Agazzi por otro. El partido carecía de emociones y a ninguno de los equipos le servía el empate. Agazzi generó y Abreu tuvo una primera acción en soledad cerca del área chica, pero el balón lo sorprendió. No así a Mauro Silvera, que se quedó con el balón para iniciar un nuevo ataque bohemio. El partido se volvió algo desprolijo, el cero en los arcos amenazaba con quedarse con todas las emociones atragantadas de los hinchas. Xavier Biscayzacú fue otra de las piezas movidas por Ithurralde. Aquello, quizás, adelantó a Defensor Sporting sobre el final del partido.

Con el empate, Liverpool estiró la distancia en la tabla sobre los violetas, aunque Juventud se le acercó. Wanderers sumó otro partido sin victorias. Técnico que debutó no perdió, aunque tampoco ganó, lo que lo acercaba a la pelea desde el inicio de su gesta. El interino estirado de Wanderers alentó a la botijada para que el plan fluyera, pero le faltó el gol y Defensor se le vino encima con los cambios.