Entre sábado y domingo se disputó la última etapa de la temporada de la serie mundial de rugby seven. Fue en el Estadio Nacional de Singapur, con capacidad para 55.000 personas.

Uruguay no se jugaba mucho desde la tabla general, sabiendo que al final de la temporada debía jugar repechaje para mantenerse en la primera categoría. Aún así, Los Teros lograron la mejor ubicación al terminar en el sexto lugar tras caer 33-29 con Gran Bretaña en el encuentro por el quinto puesto.

La celeste arrancó ganando 17-0 y llegó a estar en ventaja por 29-21 cerca del epílogo del encuentro, pero dos conversiones de try en el cierre para los británicos dieron vuelta el marcador donde los uruguayos siempre habían estado arriba.

Para llegar a la disputa por el quinto lugar, Uruguay le había ganado 27-5 a Irlanda y 28-5 a Australia, país al que venció por primera vez en la historia. El debut había sido derrota 21-12 ante España.

En Singapur se coronó Fiyi que derrotó 21-12 a Kenia en la final. Argentina, el mejor de la tabla general en la fase regular, fue tercero al superar a los españoles en el encuentro por el bronce.

Se define en Los Ángeles

El 3 y 4 de mayo, en la ciudad estadounidense, se definirá el título y los descensos. Argentina, Fiyi, España, Sudáfrica, Francia, Australia, Nueva Zelanda y Gran Bretaña son los ocho clasificados a jugar por el campeonato. Se conformarán dos grupos de cuatro y los dos mejores avanzan a semifinales; los ganadores juegan por la copa.

Kenia, Uruguay, Irlanda y Estados Unidos van al repechaje para mantener la categoría. Se sumarán cuatro selecciones que llegan del Challenger -segunda división- a la que le falta la etapa de Cracovia para definir sus clasificados.

Se conformarán dos grupos de cuatro. El primero juega contra el último, y el segundo contra el tercero en partidos directos donde el que gana se queda en el círculo de privilegio.