Danubio visitó a Plaza Colonia y consiguió su primer triunfo en el final del Apertura. Fue 2-1 y dando vuelta el resultado.
En un partido que había sido postergado por las lluvias, el franjeado ubicado en las últimas posiciones sabía que una derrota podría dejarlo raspando la olla. El Plaza Colonia de Sebastián Díaz jugó con otro aire, en cierto lugar de la tabla que le permite soñar con copas y viajes, al mismo tiempo que no figura entre los que pelean en la parte baja, la que más duele. La primera chance del partido la tuvo el equipo local. Fue un remate de Cristian Barros que le hizo honor al terreno, pero Mauro Goicoechea bajó la ansiedad.
El húmedo terreno del Suppici vio cómo en Lucas Sanseviero estuvo la verticalidad de la visita que ha sabido renovarse en el timonel con el cambio de director técnico, la asunción de Juan Manuel Olivera y la reciente llegada de Gustavo Matosas y Sergio Markarián para dirigir deportivamente un barco a la deriva. Sanseviero tuvo la primera de Danubio tras una gran corrida desde la mitad de la cancha, fue más veloz que todos y tuvo el control del útil. El que respondió en este caso fue el arquero local, Joaquín Silva.
El partido tomó tintes simbólicos. Para Danubio significó quizá el inicio de la salvación. Santiago Romero conectó un cabezazo que salió desviado. Se tomó la cabeza con ambas manos. Plaza Colonia, con prestancia y sin apuro, llegó y pegó. Pablo García, de los mejores de la cancha, puso un centro medido para Diogo, que conectó de cabeza para batir a Goicoechea y poner 1-0 arriba a Plaza en el marcador. Eso permitió que la batucada iniciara una errática sinfonía de redoblantes.
Danubio salió convencido a buscar el partido como quien busca el honor. Olivera probó con Mateo Argüello, la energía cambió y el equipo franjeado se fue arriba de la visita. La Más Fiel estuvo en Colonia, a pesar de la sequía en el campeonato y la lluvia en la ruta. También estaban los Danu Stones y unos franjeados de Nueva Helvecia que oficiaron de anfitriones. El Colo Romero llevó el cuadro adelante. Desde el fondo empujó el Indio Emiliano Velázquez. Aquello derivó en el empate. Centro de Sanseviero, casi la misma fórmula del gol de Plaza, cabezazo de Papelito Sebastián Fernández, cruzado al palo más lejano del arquero. Para reivindicarse, para reivindicar a los suyos.
Plaza respondió con Christian Ebere, que había entrado por Diogo. El nigeriano anticipó en el área y la pelota dio en el travesaño. El lacazino Lucas Carrizo exigió a Goicoechea y el partido se animó. En una contra, el marfileño Modibo Traoré casi la mete en su propia puerta, pero Silva, con una acrobacia, lo impidió. En el córner que derivó de esa jugada, Maxi Perg, con una especie de tijera, dio la pelota en el palo.
El partido se volvió de ida y vuelta. Con el empate nadie parecía estar conforme. El partido pudo ser para cualquiera de los dos, pero fue para Danubio sobre los 90. Tras un córner y un cabezazo de Papelito en el primer palo, el rebote del arquero Silva encontró a Sergio Núñez, que la empujó y sentenció la primera victoria del danubiano en el torneo. Buen augurio.