Para cualquier club uruguayo, en la disciplina que sea, ser campeón del mundo es un mérito enorme. En futsal, Albion de Pan de Azúcar se coronó al ganarle 3-0 a Dosquebradas de Colombia en el Mundial de Clubes que se disputó en tierras cafeteras, en la ciudad de Ibagué.

Pese a que había casi 5.000 personas alentando a los locatarios, los uruguayos se impusieron con comodidad. El jugador brasileño Glikson Vieira Cardoso puso el primero y Matheus Tessmer, también brasileño, los dos restantes, ambos en el segundo tiempo.

El camino del campeón

Albion no llegó como favorito al torneo en el que participaron 16 equipos de 12 países. Se emparejó en el grupo A junto a Real Celeste, de Brasil, Baltimore King, de Estados Unidos, y Tolima Syscafé, de Colombia.

El debut fue con triunfo 5-2 sobre el campeón brasileño y la segunda presentación fue con goleada 11-1 frente a los estadounidenses. Ya clasificado, perdió el último partido 2-0 con los cafeteros.

En cuartos de final, Albion le ganó 4-2 a Academia de Colón, de Panamá. En las semifinales chocó con los colombianos Caciques de Quindío, el gran favorito al título. En un partido cerrado, el empate 0-0 en tiempo regular y alargue obligó a la definición por penales, en la que los uruguayos se impusieron 2-1. Fue el punto de quiebre para terminar ganando el título en la final del sábado.

Albion fue el primer equipo uruguayo en consagrarse campeón del Mundial de Clubes. Jave de Treinta y Tres había terminado en tercer lugar, bronce que era la mejor participación charrúa en esta clase de competencia.

La institución de Pan de Azúcar decidió compartir el premio monetario –15.000 dólares– con su rival de la final.