Argentina venció a Chile 1-0 de visita y, aunque ya estaba clasificado, confirmó la inminente renovación, la continuidad, la supremacía. Lionel Messi se sentó en el banco de los suplentes. Desde ahí cotejó lo hecho por un tal Nico Paz.

Alexis Sánchez, el crack chileno, avisó temprano. El Dibu Martínez no escatimó en ser figura. Entre los suyos, los nuevos cracks responderían. Primero Giuliano Simeone, cargando el apellido, lustrándolo. Buscó a Rodrigo de Paul, que pateó desviado. Pero a los 15 minutos Argentina puso, sobre el mantel del Estadio Nacional Julio Martínez Prádanos, toda la estirpe, la comodidad de la clasificación y la fuerza de los pibes nuevos que se calzan la casaca campeona y la vuelven a romper. Thiago Almada filtró un pase para que la Araña Julián Álvarez mandara una vez más la pelota a la red.

Chile jugó con vergüenza deportiva. Lo que le queda, aunque siempre tendrá poetas. Se dejó dominar en el trámite por la visita. Y aunque Simeone se perdió un par de oportunidades, lo que pudo hacer Chile no alcanzó nunca. Quedó debiendo de nuevo el equipo del Tigre Ricardo Gareca.

Cuando Paz salió por Messi, otra vida empezó para él y para el partido. El mejor de los últimos tiempos entró a hacer brillar sus botines, aunque Chile no aflojó nunca, porque así lo dice su historia y porque así lo quisieron los suyos poblando las tribunas. Minutos después llegó quizás la más clara del conjunto chileno, cuando Lucas Cepeda pateó la pelota al travesaño. Al ratito, el mismo Cepeda volvió a perderse la igualdad.

Argentina jugó con calidad. Messi guardó la pelota en los últimos minutos. Fue un duelo de ansiedades, como casi siempre. Argentina, con la serenidad del campeón. Del grande, del que tiene al mejor. Al mismo tiempo, Chile jugaba con la ansiedad de ser el último, con esa vergüenza deportiva. Sobre el final del partido, Simeone, que tuvo el arco negado, volvió a perderse su momento.

Lo de Chile es preocupante y definitorio. Lo de Argentina es bello y categórico. Franco Mastantuono, el crack de River, con 17 años debutó en lo máximo que pudo haber soñado. El Dibu tapó la que tuvo que tapar en los descuentos. Argentina ganó más allá de los Andes.

Igualdad entre Ecuador y Brasil

En Guayaquil y a la misma hora que jugaron Paraguay y Uruguay, Ecuador y Brasil no se sacaron ventaja y terminaron 0-0. Fue un partido parejo, con escasas chances de gol y que quedará para el recuerdo porque fue el debut de Carlo Ancelotti al frente de la canarinha.