El presidente de la República, Yamandú Orsi, vio el partido de Uruguay desde el palco oficial del estadio Centenario junto con Ignacio Alonso, presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), y Alejandro Domínguez, mandatario máximo de la Conmebol. Luego del partido en el que la selección celeste derrotó a la vinotinto, los dirigentes se reunieron en un restaurante de Carrasco para rever algunos temas de la agenda anterior a la asunción de Orsi, tales como el Mundial 2030.

También estuvieron presentes en la reunión el intendente electo de Montevideo, Mario Bergara, otros integrantes del Comité Ejecutivo de la AUF, y el expresidente de Nacional y exintegrante del Comité Ejecutivo Eduardo Ache, quien integra la comisión del Mundial 2030. Orsi señaló tras la cena que “nos pusimos al día con los compromisos nacionales de cara al Mundial 2030. Tenemos, por supuesto, expedientes, normas presupuestales y compromisos de los distintos ministerios, pero una cosa es leer y entender lo que está escrito, y otra cosa es ver cómo viene la mano y qué es lo que podemos hacer para que esto, que fue una idea que nació hace mucho tiempo, se concrete”.

Uno de los temas que conciernen al tópico mayor de la organización del primer partido de la Copa del Mundo 2030 es la renovación del estadio Centenario. En este sentido, Orsi fue tajante al decir que se necesitan inversores privados: “Hay que buscar la vuelta y la mayor participación privada posible, por razones obvias. Nos pasa a todos los países de la región. No tenemos la fortaleza de otros continentes, donde los presupuestos que se utilizan para el fútbol son astronómicos”. Sin embargo, dijo que es “un tema que se debe resolver en Uruguay, entre la AUF, la Secretaría Nacional del Deporte, CAFO y la Intendencia de Montevideo”. Orsi agregó que “ya existe a nivel institucional una coordinación y un equipo de trabajo que hace más de un año viene trabajando”, con participación de la intendencia, la AUF y la secretaría.

Por su parte, Alonso, quien días antes del partido manifestó la continuidad de Marcelo Bielsa al frente del seleccionado, dijo que Uruguay debía “revertir el mal momento, demostrar que tenemos la categoría futbolística como para ya golpear definitivamente la mesa para estar en el Mundial”, y agregó que “el cuerpo técnico laburó mucho puertas adentro, tranquilos y enfocados”, tras la derrota del jueves en Asunción. Fueron “días difíciles”, sostuvo, pero, agregó, “se trabajó para que esto fuera posible”.

Alonso señaló que “hicimos todo lo posible para merecer mejor suerte a lo largo de las Eliminatorias, se nos fue escapando algún punto por las lesiones y suspensiones. No merecíamos sufrir tanto, por suerte estamos acariciando la clasificación”. Aseguró, además, que “si hubiésemos tenido todo el plantel en aquellos cuatro partidos después de la Copa América, seguramente hubiéramos cosechado más puntos y hoy estaríamos hablando de otra cosa”.

Alonso ya había reunido en marzo de 2021, en un asado que se celebró en el Prado, a Domínguez y el expresidente Luis Lacalle Pou. En ese entonces también estuvieron el secretario nacional del Deporte, Sebastián Bauzá, y Pedro Bordaberry. Ese encuentro derivó en que Montevideo fuera sede de las finales de la Copa Libertadores y de la Copa Sudamericana en el Centenario, para lo que la Confederación Sudamericana invirtió cinco millones de dólares en, por ejemplo, colocar luminaria y césped nuevos después de muchos años. Además, Alonso apuntó en esta nueva reunión a lograr que el sorteo del Mundial 2030 se realice en Uruguay, proyecto impulsado por Lacalle Pou.