El youtuber del momento, Jose María, del canal La Locura de Bielsa, es historiador, politólogo y analista de videos de fútbol. Con 33 años, el joven español relató a la diaria cómo terminó transformando su podcast en un programa de streaming donde investiga tramas que atraviesan al fútbol uruguayo: desde los negocios por los derechos televisivos hasta las irregularidades dentro de los clubes y la selección uruguaya.

¿Cómo surgió tu interés en el fútbol uruguayo y la creación de contenido sobre ese tema?

La Locura de Bielsa arrancó siendo un podcast y ya había hecho capítulos sobre el fútbol uruguayo antes de que el canal explotara. Recuerdo al menos tres episodios sobre la historia de Uruguay, del clásico y de la Copa América 2011. Empecé en Youtube para grabar los podcast y sumar oyentes en directo, no tenía ni cámara al principio. Vi que podía aportar un análisis de partidos en la previa al Mundial de Qatar para lo que hice ocho previas, y la de Uruguay fue la que más se movió.

Como todo creador de contenido, uno está atento a ese tipo de movimientos. Si les ha gustado este video, a mí me gusta hacerlo y por los comentarios no hay nadie que haga esto en Uruguay, bueno, pues vamos a tirar de la cuerda. Entonces, cubrimos el Mundial de Qatar, esos tres partidos de la fase de grupos, y luego se cayó el Tornado Alonso y vino Marcelo Bielsa. Como el canal ya se llamaba La Locura de Bielsa, el SEO hizo su magia.

Yo ya estaba aquí antes de Marcelo Bielsa y creo que eso le ha venido muy bien al canal. Si yo simplemente fuera por ahí siguiendo a Bielsa, la cosa hubiera sido diferente, pero yo ya estaba aquí. En ese momento no sabía el melonar en el que me estaba metiendo. Pensaba en hablar de fútbol y ya está, pero la verdad que no sabía lo que se me venía encima.

¿No esperabas un impacto tan grande del canal?

No soy consciente de lo que representa el canal para Uruguay porque mi relación con esto intencionalmente es de conexión y desconexión. No hice esto para que la gente hablara de mí o me conociera por la calle. Hay personas a las que les gusta eso, a mí no. El canal creció y cubre más temas, pero el espíritu de comunidad sigue igual. No tengo la estadística exacta, pero más del 90% de los suscriptores son uruguayos o personas con un interés desmedido por el fútbol uruguayo.

No soy consciente de eso y creo que tampoco le doy el peso que tendría que darle, pero eso también le viene bien al canal, porque ha crecido, hemos abarcado otros temas, tenemos cada vez mejores medios, pero el espíritu del canal sigue siendo exactamente el mismo. Yo vengo, pongo las cosas encima de la mesa e invito a que la gente piense, o sea, mi palabra no es santa.

Siempre hablás de la importancia de tu vida fuera del canal. ¿Cuánto espacio ocupa el programa en tu vida? ¿Cómo lo combinás con lo personal?

Para mí lo más importante es mi familia. A la hora de organizar mi vida primero van ellos y el tiempo que necesitan, que siempre es evidentemente más del que uno puede disponer. Creo que no podemos vivir de espaldas a las personas que conviven con nosotros, sería un error muy grande refugiarse en algo que depende de una página web. Dicho eso, tengo mi familia, mi trabajo y luego está el canal.

Le doy la dedicación que puedo, tengo una serie de problemas con el pie que me viene dando bastante batalla desde hace ya un tiempo, ahora estoy por volverme a operar. Digamos que le dedico el 25% del tiempo total que tengo, exagerando mucho, pero me organizo muy bien. Siempre lo he dicho, las personas que no tenemos talento tenemos que tener capacidad de trabajo y yo tengo mucha.

Ese es el verdadero motor de la productividad que tiene el canal. La gente me dice que es imposible sacar tres vídeos y un directo todos los días. En realidad, yo sólo hago un directo y tengo un sistema montado para que, en simultáneo, los vídeos se saquen solos; no es tan difícil cuando uno se organiza.

Entonces, para mí la vida fuera del canal es lo más importante, porque sin eso no podría estar yo aquí. Yo era muy reticente, por ejemplo, a poner mi cara y mi mujer me regaló las luces y la cámara.

El cambio del canal

¿Cómo fue cambiar del análisis de juego a los temas que tratás ahora?

Cuando es sólo fútbol, si estoy haciendo un videoanálisis, hay pocas personas a las que les joda mi trabajo, quizá un familiar de un futbolista, como mucho. Pero la ventaja es que tú pones los cortes del partido y se explican solos, cualquier persona lo puede interpretar, por tanto, hay poca horquilla para la puteada. En cambio, cuando se abren temas políticos, ahí la horquilla para la puteada es mayor, porque ahí aparece el club del que sea hincha, la tendencia política que tenga dentro del club o que tenga dentro de la política a nivel país, las posibles relaciones personales que tenga esa persona con los protagonistas.

Desde que empezamos a meter un poco más de ese contenido aplico una máxima que es que no voy a salir de aquí con amigos. No estoy aquí para hacer amigos, ni relaciones personales, ni para que me inviten a un asado cuatro dirigentes, para meterme en una radio o que me den un programa de televisión. Como no estoy interesado en nada de todo eso, sé que todas las personas que se acercan al canal son lo que en inglés se conoce como frenemies, o sea, amigo-enemigos, y que cualquier día aquel que era amigo te va a intentar vender o va a pasar algo. Entonces, actúo de manera preventiva, aplico cosas que me enseñó la historiografía como nunca fiarme de una fuente. Al leer un libro, siempre comienzo pensando que el autor es un mentiroso profesional, que este tipo no tiene ni idea y me tiene que convencer. Y yo aplico lo mismo cuando aparece alguien y me dice, “tengo una información”. Primero voy a proteger su identidad, de aquí no va a salir nada sin que tú me aceptes, pero tampoco me comprometo a publicar nada y lo voy a revisar todo de suelo a techo. Entonces, eso es lo que más o menos va formando los videos.

Ahí entran tus “pajaritos” o informantes.

Los pajaritos son de muchas clases y categorías. Hay personas que son pajaritos y lo saben, otros son pajaritos y no lo saben. Hay pajaritos dirigentes. Pero quien crea que se puede investigar o divulgar sobre lo que pasa en el fútbol uruguayo o en el fútbol de Afganistán sólo hablando con dirigentes está muy equivocado. El dirigente promedio es una serpiente de cascabel, lo que va a intentar es morderte y alimentarse de ti. Es un juego bastante extraño. Los dirigentes son, para mí, una fuente de confirmación, y sólo a veces, porque de lo que te diga el dirigente a la realidad hay un paso monumental.

Hay otra bandada enorme que es la buena, pero la buena de verdad, que son pajaritos de a pie que trabajan de camareros en sitios interesantes y saben cosas, son guardias de seguridad en hoteles, son porteros de comunidad, son taxistas. Porque las cosas pasan en las calles, en hoteles, en restaurantes, y esta gente habla y piensa que el que está a su alrededor no tiene orejas.

Cuando das con dos o tres que están en el sitio donde las personas que están en las tramas profundas del fútbol uruguayo juegan al pádel o al tenis, terminás sabiendo con quién juegan. Si un presidente de un club juega al pádel o al tenis con el director de un medio de comunicación, con el conductor de un programa, habla más que lo que te quiera decir ese mismo presidente o dirigente.

Además de las donaciones, ¿qué aporta la comunidad al canal?

Creo que esto ha sido un motor muy importante en La Locura de Bielsa porque esas fuentes en Uruguay están mal investigadas. Hablo con personas que han recurrido a medios de comunicación para contar cosas terribles, pero que no les han escuchado porque lo que tenían para decir ponía patas arriba al sistema. Y alguien que vive muy bien, que cobra muy bien dentro de ese sistema, jamás va a querer ponerlo patas arriba.

Yo mantengo el canal con toda la transparencia que puedo, cuento las cosas como son, como me pasan, y a partir de ahí la gente sabe que lo que ocurre en La Locura de Bielsa es orgánico y que yo soy una persona, no soy una trama ni una estrategia. Tengo mi subjetividad, lo cuento de manera transparente y eso creo que me acerca mucho a las personas. Si yo tengo un documento que implique a quien sea, lo voy a sacar y me va a dar igual; caiga quien caiga, me da exactamente igual.

José María, de La locura de Bielsa.

José María, de La locura de Bielsa.

Foto: Captura

Ojos y oídos

¿Cómo es tu relación con el periodismo deportivo uruguayo?

Mi relación con el periodismo ha sido mala, es muy mala y va a ser todavía peor. Cuando hablo de periodismo uruguayo, me refiero al jet set, no hablo del tipo que cobra lo justo para comer. Hablo de los que están por arriba, las caras visibles que todo el mundo sabe quiénes son. Creo que esas personas han vivido muy tranquilas en un escenario donde nada se movía, donde todo se podía arreglar por atrás. Como tampoco ha habido tantos medios para trabajar, tantas empresas diferentes, creo que ha habido mucha endogamia, un escenario bastante casposo donde todos están todo el rato en todos los sitios, en la radio y en la tele. El tipo que te narra y te comenta el partido es el mismo que luego te lo analiza después en la TV y en la radio al día siguiente, es una lobotomía constante.

Desde que pasó todo aquello del Pillo [Rodolfo Larrea], todo el tema del video robado, fue uno de los principales vectores de cambio y fue una invitación a que la gente me contara cosas, porque vieron que yo no me callaba. A partir de ahí creo que el periodismo deportivo uruguayo vio que La Locura de Bielsa era un peligro, que éramos un animal diferente.

A nosotros, a mí en particular, no se me puede sacar, no me pueden amenazar porque no saben quién soy, si verdaderamente me llamo Josema, si vivo en España. No tienen ni idea de dónde he salido. Además, tienen otra desventaja y es que tampoco me pueden apretar porque yo no tengo anunciantes, no tengo un jefe, no trabajo para nadie. Tienen que convivir con La Locura de Bielsa y esa ha sido una de las grandes catarsis que ha tenido el periodismo deportivo uruguayo.

De todas formas, sos accesible.

Me han hecho la guerra, la verdad, de manera muy berreta, me han enviado gente que no está para esta profesión. Han intentado hacer cualquier cosa, han demostrado que no tienen nivel para estar comunicando a tantas personas, para estar construyendo realidades. Y a partir de ahí, yo contesto. No le he declarado la guerra a todo el periodismo, pero creo que no convivo con la dinámica que hay, con lo podrido que está el ambiente, con la defensa de determinados intereses.

Y lo poquito bueno que he encontrado, lo he recibido en el canal siempre que hayan querido aparecer, porque hay muchas personas que no quieren salir en La Locura de Bielsa. Como cuando la comunidad quiso a Gabito y yo dije, “vamos a encontrar a Gabito”. Por eso digo que hay cosas buenas y buenas personas, gente con talento.

¿Sufriste amenazas?¿Vivir fuera de Uruguay te blinda?

Las amenazas públicas son mis favoritas, por lo menos cinco o seis personas han dicho al aire que me iban a venir a buscar. Por privado también. A través de un pajarito yo me enteré que le han pagado a gente para conseguir información sobre dónde estoy, qué soy o quién me paga. La ventaja que tengo es que siempre lo enfocan mal, por mí que busquen, van a tirar el dinero al pedo.

Magnolio denunció mi canal, eso fue público, la pelota pegó en el palo y se fue fuera, pero me podían haber tirado. Evidentemente con cuentas truchas me han dicho cualquier cosa. Son tan berretas que un periodista a través de una cuenta anónima me dijo que iba a matar a mi hermana, pero yo no tengo. Va un poco por ahí, pero a mí no me preocupa todo eso.

¿Qué opinión te merece Francisco Paco Casal y el rol de su empresa Tenfield en el fútbol uruguayo?

Paco Casal es una persona con la que yo tengo mucho en común: nos une que nuestros padres son españoles, no nacimos en Uruguay y nos fuimos encontrando con el fútbol uruguayo en diferentes parcelas. [También] Reconozco en Paco Casal muchas cosas que lamentablemente he visto mucho en mi país como el oportunismo, la piratería, el saqueo, intentar medir todo en dinero y poder.

Creo que todo lo que representa Paco Casal nos tiene que poner en una u otra vereda; también todo lo que ha representado Tenfield para el fútbol uruguayo, las decenas de millones de dólares en limpio que ha sacado de beneficio mientras el fútbol uruguayo está reventado y los clubes son deficitarios.

Es un personaje que ha construido en torno a sí una empresa que no es tal, un imperio que tiene mucho en común con lo que es la mafia y las organizaciones terroristas. Es decir, el concepto de terrorista, en el sentido de ser capaz de romper las normas establecidas y utilizar el terror o tu capacidad de romper las normas y que no te pase nada para operar políticamente. Y eso es lo que ha hecho Tenfield.

Una de las primeras cosas que me dijeron cuando llegué al fútbol uruguayo fue “cuidado que estos te matan”. Para mí esa es la definición: cuanto mejor le vaya a Tenfield, peor le va a ir al fútbol uruguayo. Porque Tenfield es una empresa pensada, diseñada y montada para empobrecer al fútbol uruguayo, para ofrecer los recursos que le faltan al fútbol, mantenerse en el poder y seguir facturando decenas de millones de dólares al año —que sabemos y los que ni nos enteramos—, mientras todo sigue estando exactamente igual.

¿Creés que la licitación por los derechos televisivos fue una victoria de tu canal? ¿Tendrá incidencia el pliego que elaboraste?

Creo que la licitación ha sido una victoria de personas que han trabajado mucho tiempo para eso, mucho antes de que estuviera La Locura de Bielsa. De personas que han perdido su trabajo por hablar de Tenfield, de clubes que han tenido dentro movimientos sociales que han intentado torcer la mano de los dirigentes, algunos de manera natural u orgánica, como fue, por ejemplo, el caso de Nacional.

Muchas personas han tenido mayor responsabilidad y más peso específico que yo a nivel particular. Creo que desde hace un año, aproximadamente, la comunidad de La Locura de Bielsa ha sido fundamental para que se instale el debate. A través de eso hemos puesto documentación encima de la mesa que es fehaciente y que muestra a las claras cómo está el patio. Hemos demostrado los terribles beneficios de Tenfield, hemos demostrado todo el dinero que hay por detrás; creo que la licitación es un triunfo.

Ahora hay que ver qué licitación se hace. Por eso hice el pliego y se los mandé, no quiero imponer, he intentado hacer lo mejor que he podido. Quería asegurarme de que la AUF lo tuviera y lo tienen porque se los envié por correo y me contestaron por parte del Ejecutivo, eso está ahí encima de la mesa.

Luego de que pase esta instancia, ¿el canal tiene sentido sin una investigación o un asunto que denunciar? ¿Volverías al análisis táctico de partidos?

No me veo en el canal para siempre, yo voy viendo año a año qué es lo que me apetece hacer y a partir de ahí veo. Tengo muchísimos intereses diferentes en la vida y no pretendo esclavizarme. El día que no me merezca la pena me iré y ya está. No soy el protagonista de nada.

El tema del videoanálisis me lo han complicado mucho porque me cagan los videos a denuncias y para hacer un videoanálisis necesito ocho horas. Necesito darle otra vuelta, pero vamos a seguir analizando la selección uruguaya, vamos a seguir hablando de fútbol, cubriremos el Mundial muchísimo mejor que lo que lo hicimos en el anterior. Ahí se completa un ciclo. Me sentaré en el patio de mi casa con mi mujer, nos tomaremos un café y hablaremos de la vida y veremos.

En ese “contra todos”, que hacen con Ricardo Gabito, ¿les queda algún frente por combatir?

La magia de todo esto es que no hay un plan. Yo veo cómo está el patio cada día, cada semana, construyo el puzle con lo que me van contando. Es “Contra todos”, porque no hay buenos, Tenfield es malo, pero la dirigencia de la AUF es mala también. O sea, está poblada de personas que no han hecho nada para estar ahí, que no tienen mérito personal ni profesional para tomar determinado tipo de decisiones. Contra todos es porque hay que acabar con todo esto y empezarlo de nuevo, pero evidentemente eso no se hace desde un canal de Youtube.