En Avellaneda sucedieron incidentes bochornosos durante el partido de la Copa Sudamericana entre Independiente y Universidad de Chile, y lo deportivo pasó a un segundo plano.

Desde medios argentinos informaron que desde antes del comienzo del encuentro los hinchas chilenos lanzaron objetos de forma constante a la tribuna locataria: inodoros y palos de mampostería tras romper los baños, butacas quemadas y hasta bombas de estruendo.

Los trasandinos se ubicaron en la tribuna Pavoni alta, arriba de los del rojo que estaban en la Pavoni baja. Además, algunos proyectiles fueron en dirección a los palcos del estadio. Como en el fútbol argentino no se permiten visitantes, el sector donde se ubicaron los de la Uchi no tenía tejidos ni redes, por lo que era muy sencillo lanzar cosas contundentes hacia otras ubicaciones.

Con ida y vuelta de objetos transcurrió el primer tiempo, los incidentes se intensificaron en el entretiempo y el encuentro se suspendió –primero por 20 minutos y después de forma definitiva– cuando iban dos minutos del complemento. Gustavo Tejera, árbitro uruguayo, decretó la decisión tras las charlas con los encargados de seguridad del evento.

Ante la inacción total de los guardias de seguridad y sin presencia policial en los focos de incidentes, la voz del estadio pidió reiteradamente que los hinchas chilenos se retiraran del lugar. Se había ido la mayoría, quedaban aproximadamente unas 20 personas, cuando ingresó la barra de Independiente a la tribuna visitante y ahí comenzó una masacre.

Hubo golpizas brutales –incluso contra niños–, varios hinchas chilenos quedaron semidesnudos y los grabaron pidiendo perdón en videos que se hicieron virales. Uno, para evitar los golpes, decidió tirarse al vacío desde la platea.

En la madrugada del jueves la Conmebol comunicó: “La Dirección de Competiciones y Operaciones de la Conmebol informó que en función de la falta de garantías de seguridad por parte del club local y de las autoridades locales de seguridad, que garanticen la continuidad del partido entre Independiente y Universidad de Chile por los octavos de final de la Conmebol Sudamericana 2025, dicho encuentro queda cancelado”. Se estudian sanciones duras para ambos clubes, que implicaría la eliminación del torneo.

Desde medios argentinos informan que hay más de 120 detenidos entre hombres, mujeres y menores de edad, todos chilenos. Por el momento no se reportaron fallecidos de forma oficial. Hay tres hinchas de Universidad de Chile en estado de gravedad que fueron operados, y muchos heridos, apuñalados o fracturados.

No hay hinchas de Independiente detenidos, aunque varios terminaron heridos por los objetos lanzados de tribuna a tribuna.