Peñarol quedó afuera de la Copa Libertadores al perder en la hora ante Racing de Avellaneda 3-1; no alcanzó el gol de ventaja logrado en la ida. Faltando siete minutos el encuentro estaba igualado cuando el juez colombinao Wilmar Roldan pitó penal de Emanuel Gularte sobre Adrián Martínez, y Maravilla convirtió desde el punto.

La jugada levantó la polémica. Si bien hay un toque arriba del defensor carbonero, no dio la sensación de ser suficiente para desestabilizar al delantero argentino. Tras el partido, y con la eliminación agónica a cuestas, los jugadores aurinegros hablaron en zona mixta y descargaron la bronca.

Javier Méndez: “Es molesto que ande haciendo estas cosas con la trayectoria que tiene el señor árbitro”

Méndez fue elocuente al contar lo sucedido: “No fue penal. El árbitro me manifestó que fui yo el que hice el penal y no estaba ni involucrado en la jugada. No sabía a quién cobrarle. Le dije que lo fuera a ver. Si publican los audios del VAR, van a ver que en todo momento me nombraba a mí, que no estaba involucrado. Es raro que no lo hayan llamado y que no haya ido a ver, más cuando en el primer tiempo anuló un gol de ellos por infracción”, explicó.

“Es molesto que ande haciendo estas cosas con la trayectoria que tiene el señor árbitro. No es una excusa, pero creo que incidió. Nos vamos con bronca por el resultado. Si nos ganan de buena manera, no pasa nada y nos vamos tranquilos. Pero hicimos mejor partido y hasta tuvimos más chances que en Uruguay”, descargó el zaguero.

Maximiliano Silvera: “En las faltas nos fue metiendo adentro”

Silvera fue contundente al hablar de la jugada clave de la noche: “Estoy re caliente por el partido. Merecimos algo más. No pudimos ser eficaces con las chances que tuvimos y quedamos re calientes por la jugada del penal. Le pregunté al árbitro a quién se lo cobró y primero dijo a Méndez y después a Gularte. No lo tenía claro. Condicionó el partido”.

Sobre lo futbolístico, analizó: “Hicimos el partido que vinimos a hacer. Hay que ser autocríticos y saber que no fuimos contundentes con las chances que tuvimos, también hubo mérito del arquero de ellos, que respondió bien. En líneas generales hicimos un buen partido. Estuvimos un poco flojos en la pelota parada, fue el partido que preparamos”.

Antes de retirarse reconoció el esfuerzo de sus compañeros y el aliento del público: “Este equipo siempre da batalla, hay que reconocer eso, nos vamos con la frente en alto. Agradezco al pueblo carbonero que vino a apoyar y que se sintió todo el partido desde adentro de la cancha. Es una lástima haber quedado por el camino de esta forma”.

Maximiliano Olivera: “Lo perdimos por desconcentraciones”

El capitán fue autocrítico en sus declaraciones: “La bronca más grande fue que pudimos habernos llevado el partido a pesar del arbitraje. Hubo situaciones de gol y, en la última jugada, lo perdimos por desconcentraciones, nos dormimos. Pudimos hacer más. Terminamos pagando por errores nuestros, como en la última pelota, que nos cargaron con más gente que la que teníamos nosotros en la última línea. De todas formas siento orgullo por el grupo, que dio todo y mereció más”.

Al ser consultado por la decisión de Roldán, explotó: “Tengo mucha bronca por la jugada del penal, terminó marcando el partido. Teníamos el resultado favorable y todavía no encontramos dónde se cobró ese penalcito. Nadie lo vio y ni el árbitro lo supo explicar. Se vio que Gularte giró a buscar la pelota y se encontró con el jugador de ellos, que se tiró. Eso es lo que más bronca nos da”.

Luego agregó: “Primero me dijo que fue de Gularte. Yo sabía que no había sido penal. Cuando empecé a pedirle explicaciones, no me hablaba, después dijo que fue de Méndez. Nunca nos supo explicar. Vi la jugada al lado de él y era imposible que eso fuera penal. Si lo cobrás, tenés que cobrar diez por partido; en todas las jugadas nos agarramos y nos empujamos. En una circunstancia de estas, para cobrar un penal, en un partido tan decisivo, tiene que ser claro, y si no lo es tenés que ir al VAR a verlo”.

El capitán no se guardó nada sobre la labor del juez colombiano: “Hacía rato que nos estaba metiendo. Todas las faltitas en las esquinas eran para ellos, todas las pelotas quietas a favor de ellos. Fue claro. Ellos jugaban al pelotazo largo, como en Uruguay, y los estábamos controlando. En cada jugada que ibas a marcar de espaldas era falta para ellos y generaban jugadas de peligro”, sentenció.