Es una oportunidad única: clasificarse al Mundial de Australia 2027 de forma directa. De tan única sorprende, pero está a la mano, porque Los Teros, la selección uruguaya de rugby, juegan este sábado 15.30 ante Chile en el Charrúa con viento a favor, habiendo ganado el partido de ida en Santiago (28-16), por lo que deberán confirmar con otra victoria (o derrota por menos diferencia) en Montevideo.
Uruguay, dirigido por el argentino Rodolfo Ambrosio, lógicamente es favorito, aunque no hay que descuidar el poderío chileno, bien comandado por nuestro compatriota Pablo Lemoine. Por si las cosas salen mal, hay que tener en cuenta que el perdedor no quedará sin chances de ir al Mundial, sólo que deberá recorrer un camino más largo, primero jugando una eliminatoria de local y visitante contra el sexto equipo de la Pacific Nations Cup (competencia en la que participan Japón, Fiji, Samoa, Tonga, Estados Unidos y Canadá). Si gana, pasa; si pierde, tendrá una última posibilidad en un repechaje mundial llamado Torneo Clasificatorio Final, que se hará en noviembre en Dubái, donde ya están Bélgica y Namibia.
Palabras de los que saben
En la previa del partido, el capitán Manuel Leindekar y el medio scrum Santiago Arata hablaron sobre la chance que tiene la celeste.
Leindekar analizó el partido pasado ante los trasandinos, buscando puntos de mejoría para repetir el triunfo, pero con menos sobresaltos. “Fue un partido duro desde lo físico, muy trabado, que se jugó mucho en las formaciones fijas. Pudimos sacar provecho con el line y mole, nos costó un poco más el scrum”, dijo el capitán. “Estuvimos trabajando toda esta semana”, comentó en referencia a mejorar el scrum.
Con respecto al juego decisivo en el Charrúa, Leindekar considera que será el segundo tiempo del que ya se jugó en Santiago de Chile. Para eso, la receta es la concentración y tener los pies sobre la tierra: “Nosotros, primero que nada, con el foco en el partido, porque va a haber que ganar en la cancha. La diferencia es chica y vamos a tener que salir a ganar para poder disfrutarlo después”. El capitán cree que el hecho de jugar con el público celeste puede ser un punto a favor: “Terminar la llave acá, en casa, con nuestra gente, es algo soñado. Pero, bueno, tenemos que tener el foco en el partido, en lo que van a ser los 80 minutos para poder regalarnos y regalarles a todos una gran alegría”, fueron sus palabras.
Santiago Arata volvió a la celeste luego de una ausencia de meses, y su presencia se sintió muy bien en el juego del equipo. Él, contento, afirmó: “Hace pila que no venía a vestirme con pilcha de la celeste. Para mí fue tremendo, lindas sensaciones”. Sobre lo que viene, Arata siente que, tras sus ausencias por lesiones o decisiones personales, la final para ir al Mundial será “muy especial” para él y su familia.
Con respecto al rival, Arata dijo que es “un rival conocido”, más allá de que en lo personal hacía mucho que no lo enfrentaba. Para él, la selección trasandina es un equipo “duro” y que tal vez por esa rudeza Uruguay entró en ese juego y cayó en la indisciplina. “Obvio que para este segundo partido estamos con confianza, aunque sabemos que va a ser una final”, comentó Arata, agregando que Chile será “un rival que va a venir a jugarse la vida” y por eso Uruguay debe estar enfocado “en lo nuestro, [en tener] mucho trabajo de equipo”.
Como resumen y a modo de invitación para la parcialidad celeste, Arata cree que “este fin de semana, la verdad es que nos jugamos la vida con Chile; es un partido importantísimo, clasificatorio. También es un poco seguir escribiendo la historia de Uruguay. Nunca nos pasó de tener una clasificación tan directa. Así que invito a toda la gente a que se sume a esta finalísima. Siempre vamos a contar con ese hincha número 16 que empuja. A empujar todos juntos. Y, si Dios quiere, a buscar la clasificación”.