La importancia del partido de este jueves a las 20.30 en el estadio Centenario va más allá las fortalezas y expectativas del rival de turno, Perú, porque Uruguay con un solo punto de los seis que le quedan por disputar estará abrochando su quinta participación consecutiva en la fase final de un Mundial. Esto significará un récord para el fútbol uruguayo, que se estirará porque, si no se termina el mundo antes en 2030, cuando se cumplan los primeros 100 años de la existencia de la Copa del Mundo (que no del Mundial), la celeste estará clasificada de oficio por ser coorganizadora de al menos un partido, el inaugural.
Eso, entonces, de por sí es trascendente. Vale y sirve si ante la selección peruana el elenco de Marcelo Bielsa gana o empata y concreta el objetivo utilitario por el que se juega esta larga competencia de 18 partidos a lo largo de tres años. En eso tenemos que poner el foco para hacer un análisis que no esté afectado por el triunfalismo y la descalificación de la competencia y de los rivales.
Cuatro y contando
En todo este proceso causal –y no casual– de salir adelante en cinco eliminatorias mundialistas, Uruguay clasificó en las dos primeras, para Sudáfrica 2010 y Brasil 2014, en el último partido de la repesca –con Costa Rica primero y con Jordania después–, pero después evolucionó y lo hizo en la penúltima fecha para Rusia 2028 y para Qatar 2022, tal como podría pasar en la noche del jueves en el Centenario. Todo eso se disparó a partir de la refundación del fútbol de la selección con Óscar Washington Tabárez al frente. El maestro dirigió 70 partidos de esas cuatro clasificatorias, y luego Diego Alonso selló la clasificación al último Mundial con las victorias sobre Paraguay en Asunción y sobre Venezuela y Perú en Montevideo.
Los triunfalistas que caen en simplismos, minimizando tanto la competencia como a Perú, que viene navegando en la desesperación por tratar de llegar a la repesca, dan por hecho que será un trámite, que la gente no se entusiasma con esta selección y, seguramente, que Bielsa mira para abajo cuando habla. A cientos de miles de uruguayos y uruguayas que entre 1977 y 1997 sufrimos la dramática eliminación de las selecciones para cuatro de seis mundiales no se nos pasa por la cabeza despotricar contra la falta de tensión y de nervios de esta definición de Eliminatorias.
Una historia complicada
Perú ha sido un rival peculiar en la historia del fútbol. En la primera Copa del Mundo, en el primer partido de la vida del estadio Centenario, el 18 de julio de 1930 a nuestros campeones les costó una enormidad conseguir aquel triunfo 1-0 con gol de Héctor Manco Castro en el arco de la Colombes. Muchas veces Uruguay logró la clasificación en un último partido contra Perú en el Centenario, pero siempre ganando por la mínima y con nervios. En 1965 para Inglaterra 1966; en 1989 para Italia 1990, jugando en triangulares de ida y vuelta; en 2022 para Qatar, en el tercer partido y tercer triunfo del Tornado Alonso.
También nos amargaron horriblemente en 1981, cuando con Héctor Chumpitaz, César Cueto, José Velázquez, Julio César Uribe, Gerónimo Barbadillo, Guillermo La Rosa y Juan Carlos Oblitas nos ganaron en el mismísimo Monumento Histórico al Fútbol Mundial, una derrota que sería determinante para eliminarnos de España 1982.
Esta vez, Perú llega a Montevideo con la obligación de ganar para mantener posibilidades de llegar a la repesca. Con 18 puntos, está a 6 de Venezuela, que hasta ahora es el que ocupa el lugar que conduce al repechaje.
Falta gente
Será un partido complejo por la situación opuesta de ambas selecciones, que se cruzarán con oncenas que no las dejarán en extremos tan opuestos. A Uruguay le faltarán por lo menos seis de los jugadores que más han repetido presencias: no estarán tres de los potenciales integrantes de una línea de cuatro titular, Nahitan Nández, Ronald Araújo –ambos suspendidos– y José María Giménez –lesionado–, y del medio hacia adelante también son bajas Maximiliano Araújo, Nicolás de la Cruz y Darwin Núñez.
El equipo de Bielsa tendrá a Sergio Rochet en el arco; Guillermo Varela como lateral derecho, Sebastián Cáceres y Mathías Olivera como centrales y Joaquín Piquerez o Matías Viña por la izquierda; Federico Valverde, Rodrigo Bentancur y Giorgian de Arrascaeta jugarán en el medio; Facundo Pellistri, Rodrigo Aguirre y Brian Rodríguez estarán arriba.
En tren de proyectar las intenciones de Bielsa, también es posible que el entrenador piense en la posibilidad de que jueguen Santiago Bueno, Christian Kike Olivera o Federico Viñas.
Un Perú
Perú, que llega con el argentino-peruano Óscar Ibáñez como el tercer técnico de las Eliminatorias, después de Juan Reynoso y Jorge Fossati, que lo sustituyó (y además era el entrenador cuando en Lima los peruanos nos ganaron 1-0), sólo puede mantener esperanzas si gana y, a su vez, pierde Venezuela frente a Argentina y Bolivia pierde o empata con Colombia.
El exgolero que ahora comanda el cuerpo técnico incaico colocará en el arco al insustituible Pedro Gallesse. En el lateral derecho estará Luis Advíncula, que ha jugado poco este mes en Boca, o el danés Oliver Sonne, de buen presente en el Burnley inglés; Renzo Garcés y Luis Abram serán los centrales, a pesar de que Carlos Zambrano ya volvió de Alemania, a donde debió viajar por asuntos personales; Marcos López ocupará el lateral izquierdo. En el medio, Erick Noriega sustituirá al suspendido Renato Tapia y jugará junto con Yoshimar Yotún, que hace años que no juega con la selección franjeada. No será de la partida Andy Polo, que se lesionó, y en su lugar aparecerá Kevin Quevedo. También estarán Christofer Gonzales y el joven del Vancouver Kenji Cabrera, con Luis Ramos como delantero de área ante la ausencia por lesión del histórico goleador Paolo Guerrero.
El show del fútbol
El partido se verá en televisión abierta por Canal 5, dado que por la ley de medios, cuando una selección uruguaya tiene posibilidades de clasificar o jugar una final, debe ir por televisión abierta, más allá de quiénes hayan comprado los derechos.
Aún quedan entradas para todas las localidades, a la venta en Auftickets.uy. Antes del encuentro tocará Cumbia Club y en el entretiempo cantará Jorge Drexler, con la participación de Rueda de Candombe y la Selección Uruguaya Sinfónica. Y, aunque no está dicho, si la celeste clasifica seguramente se vendrá una fiesta que se estirará en la noche del Centenario.
Fuente: Conmebol.