El presupuesto solicitado por las nuevas autoridades del Ministerio de Turismo no permitirá profundizar lo realizado hasta el momento ni desplegar toda la fuerza del turismo como potente herramienta de desarrollo nacional.

El pasado reciente

Con los resultados de las últimas elecciones nacionales llegaron cambios en los responsables de orientar la política turística de Uruguay. Se podía esperar que los cambios no fueran drásticos, pues hasta la finalización de la administración anterior la tendencia en número de turistas y cantidad de divisas fue de crecimiento, pese a que muchas veces el viento fue de frente (corte de puentes, cepo cambiario, etcétera) y no de cola.

Existía un amplio consenso en que en materia de turismo se había llevado adelante una verdadera política de Estado. Se entiende que el proceso impulsado hasta el momento debe profundizarse, incluyendo innovaciones dentro de un rumbo general acordado colectivamente y plasmado en distintos documentos.1 Bajo el liderazgo metodológico del Ministerio de Turismo (Mintur) y de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), estos documentos fueron elaborados en talleres regionales realizados en todo el país, que contaron con la participación de múltiples actores: sector privado (Cámara Uruguaya de Turismo y sus asociaciones), ministerios, direcciones de Turismo departamentales, academia y organizaciones territoriales.

Sólo unos pocos datos. Uruguay cuenta con una acumulación de más de 20 años de guarismos exitosos. El apagón generado por la pandemia de covid-19 no debería impedir observar el proceso que indica que, entre los años 2005 y 2018, Uruguay pasó de recibir 2,1 millones de visitantes a 3,7, con un máximo de 4,2 millones en 2017. En el mismo período, pasó de recibir 540 a 2.000 millones de dólares de ingresos, con un máximo de 2.230 millones de dólares en 2017. Ese año, el saldo de la balanza turística ascendió a 1.334 millones de dólares. En tiempos normales, el turismo implica más de 110.000 puestos de trabajo directos, lo que lo ubica como una de las principales actividades económicas del país con derrame en todo el territorio nacional.2 Es de hacer notar que el Mintur no supera los 170 funcionarios y que en el último quinquenio contó con un presupuesto anual equivalente de aproximadamente 20 millones de dólares.

Turismo todo el año

Históricamente Uruguay fue conocido como destino de sol y playa para turistas argentinos, uruguayos y brasileros, que veranean en los departamentos del sur y este del país. Existen también otros destinos clásicos, como la región termal, en Salto y Paysandú; Colonia (declarada patrimonio histórico de la humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura –UNESCO–) y Montevideo, cuyos atractivos paisajísticos, históricos y culturales la sitúan como principal destino durante todo el año. Con una concepción moderna del turismo, la estrategia del Mintur –bajo la marca país Uruguay Natural– fue la de fomentar la diversificación de todas las modalidades turísticas para ampliar las alternativas durante todo el año. Esto se realizó en alianza con otros ministerios, intendencias, municipios y sobre todo con el sector privado, y se impulsó, entre otras cosas:

  • Turismo en espacios rurales y naturales, para lo que entre otras cosas se construyeron, con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y propios y en coordinación con el Sistema Nacional de Áreas Protegidas, centros de información y bienvenida a los visitantes en Cabo Polonio (Rocha), Valle del Lunarejo (Rivera), Esteros de Farrapos (Río Negro) y Montes del Queguay (Paysandú).
  • Turismo náutico y fluvial, como complemento del turismo termal. También con financiamiento del BID se construyeron estaciones náuticas y otras instalaciones hoy gestionadas por las intendencias en el denominado Corredor de los Pájaros Pintados (CPP) a lo largo del río Uruguay (Bella Unión, Nuevo Berlín, San Javier y Villa Soriano).
  • Turismo termal (Arapey, Daymán, Guaviyú y Almirón) dentro del CPP, que implicó inversiones en infraestructura e importantes campañas de promoción a nivel nacional e internacional.
  • Turismo de reuniones, ferias y espectáculos, en el que se destacan el impulso a la construcción del centro de conferencias de Punta del Este y el Antel Arena; la participación en ferias internacionales; el desarrollo de SOS Eventos con fondos aportados por el Mintur para captar congresos y conferencias internacionales, y la exoneración de impuestos para incentivar esta actividad.
  • El turismo de cruceros, con descenso en Montevideo y Punta del Este de más de 300.000 visitantes al año y sus tripulaciones. Esto no sólo habla de la seguridad y la calidad de nuestros destinos, sino que opera como una carta de presentación para extranjeros que vuelven posteriormente a vacacionar con sus familias.
  • Turismo LGBT, promocionando al país como país gay friendly. Esto requirió capacitar recursos humanos y supuso el reconocimiento internacional de revistas especializadas del sector.
  • Turismo cultural y patrimonial, asociado a las agendas anuales de las principales expresiones culturales en todo el país: ballet, ópera, cine, teatro, ferias del libro y fiestas populares que fin de semana tras fin de semana se desarrollan en múltiples localidades del país. Esto promovió los tres destinos reconocidos por la UNESCO (Colonia del Sacramento, Frigorífico Anglo y Geoparque Grutas del Palacio), además del tango y el candombe, patrimonio inmaterial de la UNESCO, e impulsó pequeñas localidades a través del Premio Pueblo Turístico.

Turismo en todo el país

Como complemento de la estrategia de diversificación de la oferta, el Mintur entendió que debía tener un despliegue institucional en todo el territorio del país. A partir de la experiencia regional del CPP impulsada en el litoral uruguayo, se profundizó el proceso descentralizador y de gestión territorial del turismo. Se generaron las regiones turísticas Norte (Artigas, Tacuarembó y Rivera), Este (Maldonado, Rocha, Lavalleja, Treinta y Tres y Cerro Largo), Centro-Sur (Durazno, Flores, Florida, San José y el este de Colonia) y Metropolitana (Canelones y Montevideo). Acompañando este proceso se dio un importante paso con la realización de llamados abiertos a técnicos especializados en turismo, que se transformaron en referentes territoriales en el interior del país. También se abrieron las primeras oficinas de gestión regionales del Mintur, una para la región Norte y otra para la región Este en el Espacio Cultural Gorlero de Punta del Este. Allí, mediante la utilización del expediente electrónico, comenzaron a realizarse trámites de forma descentralizada. Además de fortalecer las alianzas con las direcciones departamentales de turismo en mesas regionales, se trabajó con el Plenario Nacional de Municipios. Por supuesto que esta política se debe ampliar y diversificar para que la presencia del Mintur en todo el territorio nacional sea robusta y permanente. Vale destacar que el reciente desmantelamiento del equipo técnico que llevó adelante el desarrollo del CPP deberá suplirse con nuevos llamados abiertos para técnicos en ese territorio, en el que además se encuentra ubicado el conjunto de centros termales.

Tal como recomienda la Organización Mundial del Turismo (OMT), el apoyo a las denominadas organizaciones de gestión de destino (OGD) fue una pieza importante de la estrategia de desarrollo de espacios de gestión público-privados. Estas organizaciones toman en Uruguay distintas denominaciones y están presentes en varios departamentos, de los que se destacan Rocha, Maldonado, Canelones, Montevideo, Colonia y el litoral. Estos organismos, con sus fortalezas y debilidades, son espacios de encuentro entre actores públicos y privados, y de intercambio con el Mintur en el territorio. Es por eso que las OGD deben ser acompañadas y fortalecidas como herramientas de expansión institucional del turismo, ampliando sus recursos técnicos y financieros.

Turismo para todos

La OMT entiende el turismo como un derecho humano. En tal sentido, no debería haber ningún uruguayo o uruguaya que no tenga la oportunidad de disfrutar este derecho, sin importar su condición económica o aptitud física. Con este objetivo, el Mintur impulsó el Sistema Nacional de Turismo Social en conjunto con varios actores y organismos. Se promovieron distintos programas: Quinceañeras, cuyas participantes, beneficiarias de Asignaciones Familiares y con buena escolaridad, podían disfrutar de su primera experiencia turística recorriendo destinos desconocidos para ellas, Trabajadores, Adultos Mayores, Jóvenes y Estudiantes. Este último permitía que más de 30 grupos de liceos y UTU realizaran su viaje de fin de año con el transporte subvencionado por el Mintur y el aporte de los propios grupos estudiantiles. El turismo social no sólo beneficia a quienes protagonizan la experiencia de visitar, sino a los destinos visitados (tradicionales y emergentes). Allí los operadores locales reciben los beneficios económicos en incipientes procesos de desarrollo turístico local. Por otro lado, el Mintur impulsó, junto con el Programa Nacional de Discapacidad, el proceso hacia la accesibilidad universal en turismo como criterio general del desarrollo de productos y servicios. De más está decir que el modelo de turismo impulsado hasta el momento, y acordado con el sector privado, implica la promoción de la equidad de género en todas las acciones y las oportunidades generadas, así como el combate a todo tipo de explotación de niños, niñas y adolescentes. Cabe destacar que Uruguay ocupa de presidencia del Grupo de Acción Regional de las Américas y que se ha logrado el compromiso y la alianza del todos los operadores privados en esta causa.

Ante el nuevo presupuesto

Durante los últimos años los diferentes equipos de dirección política del Mintur fueron recibidos periódicamente por las comisiones de Turismo de la Cámara de Senadores y de Diputados, y siempre recibió el beneplácito y “buena nota” en sus comparecencias. Siempre se entendió que el presupuesto ministerial se debía incrementar, dados los objetivos planteados y los logros demostrados. Sería entonces un error mantener, o no incrementar, un presupuesto de por sí demasiado pequeño. La pandemia permitió visibilizar la importancia que el turismo tiene para numerosos destinos tradicionales, pero también para pequeñas localidades. Es necesario profundizar el proceso de gestión territorial del turismo, con más recursos técnicos en las distintas regiones, así como continuar impulsando equipamientos de calidad, ofertas y destinos accesibles y diversos, innovar utilizando herramientas tecnológicas para atraer visitantes y generar incentivos al turismo interno. De otra manera, se volverá al viejo modelo de turismo, poco diverso, estacional y en sólo una parte del territorio nacional.

También es necesario, ante esta coyuntura, generar un plan de rescate para quienes generan la oferta, con fondos frescos para operadores grandes y pequeños, reembolsos de largo plazo y quitas ante la generación de puestos genuinos y estables de trabajo. Esto es clave para un sector que se basa, en su gran mayoría, en empresas familiares que hacen de las relaciones humanas, la fraternidad y la hospitalidad una de las señas de identidad del turismo uruguayo. Entendemos que las autoridades encuentran alineadas a todas las fuerzas políticas, al sector privado y a las instituciones del territorio en torno a la profundización de las políticas llevadas adelante hasta el momento para hacer crecer al turismo en todo el país, todo el año y para todas las personas. Jugar “al achique” con el sector turismo sería desconocer el rol que ha cumplido en el desarrollo socioeconómico y cultural del país, y el que puede cumplir en el futuro inmediato como herramienta del desarrollo nacional.

Carlos Fagetti es ex director nacional de Turismo del Ministerio de Turismo (marzo de 2015-febrero de 2020).


  1. Plan Nacional del Turismo Sostenible 2009-2020; Plan Nacional de Turismo Sostenible al 2030 y Estudio Prospectivo en Turismo a 2050. Hacia una Estrategia Nacional de Desarrollo Uruguay 2050, Dirección Nacional de Planificación, OPP. 

  2. Fuente: Anuario del Mintur con base en datos de Encuestas de Turismo Receptivo, Emisivo y Dirección Nacional de Migración y Encuesta Continua de Hogares del Instituto Nacional de Estadística.