Si bien la comparecencia el 16 de diciembre en el Parlamento del ministro de Trabajo y Seguridad, Pablo Mieres, estaba vinculada a temas específicos —como la no apertura de la negociación colectiva en el grupo 13 (Transporte y Almacenamiento) y la situación de los estibadores portuarios de Paysandú y Fray Bentos—, el jerarca dijo que aprovecharía la instancia sobre finales de año para “reflexionar sobre la situación” del mercado laboral.

Ante la Comisión de Legislación del Trabajo de Diputados, el jerarca sostuvo que “preocupa” cómo aumentó en noviembre la proporción de trabajadores que salieron del seguro de paro y no fueron reincorporados. Además, expresó que hay “un riesgo de desocupación encubierta” en la medición que realiza el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que el gobierno “asume” un desempleo de “un par de puntos más”, en torno a 13%.

Mieres dijo a los legisladores que termina “un año muy complicado desde el punto de vista laboral, en el que los trabajadores fueron afectados”, aunque marcó que hay “un proceso de reactivación importante” que justificó con datos vinculados al seguro de paro y las reincorporaciones.

“Actualmente, hay 76.000 trabajadores en seguro de paro [en referencia a noviembre, últimos datos disponibles]. El mes pasado había 85.000 y el anterior eran 98.000. O sea que pasamos de más de 190.000 trabajadores en seguro de paro en los meses de abril y mayo a 76.000. Esto habla de manera auspiciosa del proceso. De ese total de 76.000 trabajadores, hay aproximadamente 16.000 que están en seguro de paro parcial”, repasó.

Mencionó que el gobierno pretende “alentar la reincorporación total” de este grupo de trabajadores y tomó medidas como prorrogar el seguro parcial hasta marzo y dar 5.000 pesos por mes a las empresas por cada puesto que pase de tiempo reducido a jornada completa.

A su vez, explicó que hay otro grupo de 60.000 trabajadores en seguro de paro total, lo que consideró una “cifra muy alta en relación a lo que uno querría y con lo que había antes de la pandemia”, que eran unas 48.000 personas cubiertas por el subsidio. Pero, además, hay un dato que en noviembre comenzó a “preocupar” a las autoridades.

“[Ahora] se suma la incógnita de qué pasará con esos trabajadores [en seguro de paro total]. Nosotros hemos usado la prórroga de una manera universal y sin reparar en las condiciones específicas, dada la emergencia sanitaria se han autorizado. Lo que no sabemos es si esa red de contención que nosotros vamos extendiendo finalmente ayudará a la reincorporación” de los empleos cortados, sostuvo Mieres. Remarcó que en los meses previos “ha ayudado a la reincorporación” porque los datos del Banco de Previsión Social (BPS) muestran que en su “gran mayoría” los trabajadores que salen del seguro lo hacen porque se reintegraron a su trabajo. En noviembre pasó esto con tres de cada cuatro trabajadores, de un total de 20.000 que abandonaron ese mes el subsidio por desempleo. Pero el 25% restante salió porque se le terminó la cobertura y no fue reincorporado. “Esa proporción ha aumentado un poco”, advirtió el ministro, y complementó: “En los meses anteriores estaba más abajo, en el orden de entre 10% y 15%. En noviembre aumentó a 25%. Eso nos preocupa, sin dudas”.

Según datos que aportó a la diaria el director del BPS por los trabajadores, Ramón Ruíz, en noviembre dentro del seguro de paro tradicional había 28.500 personas por la causal despido —que da cobertura por seis meses, es decir que fueron desvinculadas en algún momento del semestre previo—, 13.700 por reducción (los días u horas no superan 25% de lo habitual) y 33.500 por suspensión (freno temporal de la actividad). A medida que se termine la cobertura del primer grupo, y siempre que no encuentren otro trabajo, esas personas saldrán del registro de seguro de paro y engrosarán la cifra de desempleados. Precisamente por esto es que Mieres habló de un “riesgo de desempleo encubierto”.

La “sorpresa” por el desempleo y el número que asume el gobierno

Ante los legisladores de la comisión, Mieres repasó el último dato de desempleo que publicó el INE, que corresponde a octubre y mostró que “la desocupación aumenta, pero muy poquito; eso nos tiene sorprendidos”. Se ubicó en 11,2% de la población económicamente activa (PEA), es decir aquella que trabaja o se encuentra buscando empleo. En este último punto radica el planteo de Mieres sobre lo que no mide el indicador del INE, ya que si hay trabajadores dentro del subsidio sin actividad ni buscando empleo no son registrados.

La no búsqueda activa de trabajo podía explicarse en los primeros meses pospandemia por la paralización de actividades, pero “en setiembre, con el nivel de actividad que se había generado, es complejo imaginar que el que quiere trabajar no esté buscando empleo”, analizó el jerarca.

“Sigo pensando que la afectación del trabajo es bastante mayor que 0,7% [lo que creció el desempleo entre febrero y octubre]. Lo que pasa es que hay gente que está sin trabajar, pero sin buscar trabajo. Nosotros suponemos que una buena parte de ellos son estos trabajadores que como están en el seguro de paro esperan para ver qué pasa y cuál es su resultado final. Entonces, ahí puede haber una explicación de un riesgo de desocupación encubierta”, señaló.

En esa línea, dijo que en el gobierno “siempre asumimos que debe haber un par de puntos más” de desempleo, por lo que se alcanzaría un “13% de desocupación” por la pandemia. “Creemos que, de alguna manera, está escondida. Ese es el panorama que tenemos, y el desafío es muy grande”, concluyó Mieres.