Distintos datos e indicadores conocidos en las últimas horas dan señales sobre la situación de la economía uruguaya, cuando termina un año marcado por la pandemia y sus impactos. En noviembre la recaudación de impuestos mostró una mejoría y achicó la caída en el acumulado del año frente a 2019, sumado a que el Índice Líder de Ceres brindó en diciembre indicios de “recuperación” para la economía; como contracara, el sector comercio estimó en al menos 18% la baja en la actividad este año y que 55% de las empresas redujo sus ventas.

Según informó este miércoles la Dirección General Impositiva (DGI), la recaudación bruta —todo lo que ingresó, previo a la devolución de impuestos— en noviembre creció 3,2% respecto de igual mes de 2019. Esa comparación venía mostrando caídas todos los meses, aunque de menor magnitud desde mayo —cuando cayó 18% y se evidenciaron los impactos de la pandemia—, con excepción de setiembre, cuando también había crecido. Con estos números, en el acumulado del año la recaudación del fisco está 3,2% por debajo de 2019 en términos reales (descontando el efecto inflacionario).

La mejora en noviembre vino de la mano de los impuestos al consumo, que elevaron los ingresos 8,1% en la comparación interanual. El IVA creció 6,8% con destaque del IVA a las importaciones —que aumentó 10,6%—, mientras que el Imesi lo hizo 15,2%. En contrapartida, los impuestos a la renta en el mes cayeron 3%, con una mejora de 3,7% en el Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas (IRAE) que pagan las empresas sobre utilidades y una baja de 7,4% en lo embolsado por el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

Tomando la recaudación de enero a noviembre, los impuestos al consumo disminuyen 2,9% y los tributos a la renta 3,2%, señal consistente con la contracción de la economía en 2020. Sin embargo, el total neto —el dinero que queda en la DGI tras la liquidación de impuestos— viene mostrando cada mes una desaceleración en la caída respecto del año pasado, ya que estaba en -4,6% en agosto y en noviembre se ubicó en -3,4%.

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Por otra parte, también mostró señales de recuperación el Índice Líder que elabora el centro de estudios Ceres, un indicador que adelanta tendencias y cambios de ciclos económicos. En diciembre aumentó 0,7% el Índice Líder, lo que según Ceres brinda “una tendencia general que confirma la recuperación, pero que no es lineal ni tiene fuerza consolidada para asegurar que se ha retomado el crecimiento económico”. Ceres añadió que el dato “da muestras de la dificultad de la producción para aumentar en forma pareja para todos los sectores”.

Los efectos de la pandemia en el comercio y los servicios

La Cámara de Comercio y Servicios difundió este martes un informe sobre la actividad sectorial, que incluye datos de ventas y una encuesta a consumidores. Si bien hasta el momento los datos del producto interno bruto (PIB) se conocen hasta setiembre, la gremial estimó que el sector “permanecerá atravesando durante el último trimestre del año una fase recesiva respecto de un año atrás, lo cual redundará en una tasa de variación anual estimada para el cierre de 2020 por encima del -18%” en el nivel de actividad.

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También el reporte muestra que en la comparación de agosto de 2019 con mismo mes de 2020, hay 891 empresas menos del rubro registradas en el Banco de Previsión Social (BPS). Ahora el total está en torno a las 139.000 firmas registradas, y los sectores donde hubo reducción fueron: transporte y almacenamiento, restaurantes, hoteles, servicios inmobiliarios, servicios profesionales y entretenimiento.

Otro dato es que los beneficiarios del subsidio por desempleo dentro del sector comercio y servicios llegaron a ser más de 129.000 en mayo y ahora son unos 49.000, casi dos terceras partes del total de trabajadores cubiertos por el seguro de paro. “Si bien estas cifras podrían estar evidenciando cierta recuperación del mercado de trabajo bajo el contexto de pandemia, esta aún se presenta muy lenta y moderada”, dice el informe.

Respecto de las ventas este año, un 55% de las empresas señaló que disminuyeron frente a 2019, 21% considera que estuvieron iguales y el mismo porcentaje asegura que tuvo un aumento. Consultadas sobre la facturación 12 meses hacia adelante, una cuarta parte estimó un incremento, 44% que se mantendrá igual y 30% que caerá. A su vez, sólo 9% respondió que prevé ocupar más personal y 20% que aumentará la inversión.

En las conclusiones del informe de la gremial, se establece que “en relación al plazo esperado de afectación de la actividad por el COVID-19, en las últimas mediciones se evidencia un aumento del mismo”, por lo que “las empresas esperan poder volver a una situación similar a la prepandemia, recién para el segundo semestre del año próximo”.

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En base a un trabajo de Estudios Consultores, la CCSU señaló que “los alimentos, bebidas e insumos para la limpieza han sido los productos de menor afectación durante la pandemia”, aunque de todas formas “los consumidores muestran estrategias de ajuste alternativas para este tipo de productos como, por ejemplo, menor fidelidad a marcas y mayor atención a precios, entre otras”. Asimismo, los servicios asociados con el turismo y la recreación “han sido los sectores mayormente afectados”, junto con la venta de electrodomésticos, vestimenta y calzado.

También se anticipa “una reducción de cierta importancia en el gasto de estas fiestas”, ya que 75% de los consultados dijo que acudirá a menor cantidad de reuniones y festejos, al tiempo que 70% de ellos piensa gastar menos en cada actividad.

En función de esto, se entiende que “las expectativas de recuperación continúan sugiriendo lentitud y gradualidad en la recomposición” de las ventas, previendo alcanzar una recuperación “sustantiva de la demanda comercial recién para fines de 2021 o principios de 2022”. Pero además, la gremial proyecta que “los sectores más impactados por la pandemia enfrentarán dificultades severas para mantener la continuidad de sus negocios”.