Las autoridades de ANCAP informaron hoy que la empresa culminó el primer semestre del año con un resultado negativo de 41 millones de dólares, que se explica por las pérdidas financieras de la petrolera debido a la devaluación del peso. Es que en los primeros seis meses de 2020 el dólar tuvo un aumento de 13%.

En un taller para la prensa, el presidente de ANCAP, Alejandro Stipanicic, el gerente general Ignacio Horvath y el coordinador de la gerencia general, Nicolás Spinelli, explicaron que el resultado operativo de la empresa fue positivo en siete millones de dólares y que las empresas subsidiarias aportaron 11 millones de dólares —casi 100% corresponde a DUCSA, distribuidora de combustibles y lubricantes que pertenece a ANCAP—. Sin embargo, el resultado financiero fue negativo en 62 millones de dólares y así se llega al nivel de pérdidas netas del semestre.

La suba del dólar explicó gran parte de ese desfasaje, ya que significó 86% de las pérdidas financieras, siendo el 14% restante por pago de intereses. En el pasivo total de ANCAP hay 495 millones de dólares que están en moneda extranjera.

Este período estuvo marcado por la pandemia y su impacto, que afectó la demanda de combustibles: ANCAP bajó 9% las ventas de sus productos. Las gasolinas cayeron 12% y el gasoil, 5% en comparación con igual período del año pasado. Estas cifras derivaron en una caída de ingresos netos de 17,3%, que además de por el menor volumen comercializado, se explica por la suba del Imesi que determinó el gobierno y los ajustes de los márgenes de distribuidores y estaciones según los contratos vigentes.

De las líneas de negocios que tiene ANCAP, los combustibles —que representan 96% de los ingresos brutos—, los lubricantes y el gas natural tuvieron resultado positivo, mientras que la única que se mantuvo el rojo fue la del pórtland (-3 millones de dólares).

La estrategia de compra de crudo: pasado, presente y futuro

Uno de los puntos centrales del taller organizado por ANCAP fue explicar la estrategia utilizada para la compra de crudo, los resultados que viene teniendo y los cambios que podrían hacerse a futuro. Stipanicic dijo que hay distintas formas para pactar el precio de un cargamento de barriles de petróleo que la empresa adquiere en el exterior, como fijarlo al momento de la compra o que sea el promedio de la cotización del mes de entrega.

Detalló, a modo de ejemplo, que el cargamento que ANCAP pagó en abril de este año fue descargado en julio y la compra se decidió en octubre, en función de lo visto en el mercado en los meses previos. Esto denota que hay un desfasaje de varios meses entre el momento de tomar la decisión, la entrega de la materia prima que necesita ANCAP y sus efectos en los números de la empresa —si la estrategia utilizada le hizo ganar o perder dinero según la evolución del mercado—.

Hasta febrero ANCAP venía contratando por intermedio del Banco Mundial una cobertura —instrumento financiero similar a un seguro— que topea el valor máximo del crudo y reduce riesgos a cambio del pago de una prima, pero el organismo internacional cortó abruptamente estas modalidades en todo el mundo.

Fue así que en febrero y comienzos de marzo —aún estaban las anteriores autoridades, pero se hizo en coordinación con el nuevo gobierno— la petrolera estatal compró tres embarques de crudo a pagar por un precio fijado en ese momento en función de la realidad del mercado, sin saber que el petróleo se derrumbaría por los impactos globales de la pandemia. A modo de ejemplo, ANCAP pactó en febrero un embarque a 55,65 dólares por barril y cuando se hizo la entrega, en abril, el precio de mercado era de 18,55 dólares. En el tercer embarque se produjo el efecto contrario: lo adquirió a 30,81 dólares y en junio, cuando se entregó el barril, este cotizaba a 40,06 dólares.

Esas variaciones positivas o negativas, que tienen su efecto en los números de ANCAP, no deben ser vistas como que se ganó o perdió, porque “es como creer que si contrato un seguro para el auto por 20.000 pesos y no choco perdí ese dinero”; lo relevante es “gestionar los riesgos”, señalaron las autoridades.

Igualmente, en el semestre el efecto de las coberturas contratadas —impactan ahora pero son compras hechas meses atrás— fue positivo en 19 millones de dólares. Es decir, el resultado operativo efectivo de ANCAP fue negativo por 12 millones de dólares y, debido al efecto positivo de las coberturas, llegó a un saldo positivo de siete millones de dólares.

Para el segundo semestre ANCAP tiene ya contratadas coberturas para el precio del crudo por intermedio del Ministerio de Economía y Finanzas —que tiene la potestad, aunque en los hechos recontrata un seguro con un banco privado—.

Stipanicic manifestó que con el nuevo esquema para las tarifas de combustible (que desde 2021, según lo aprobado en la ley de urgencia, pasarán a ser fijadas por la Unidad Reguladora de los Servicios de Energía y Agua tomando como referencia el cálculo de paridad de importación) “es posible” que cambie la estrategia de ANCAP para comprar petróleo. Es que el desfasaje mencionado será menor porque los precios al público variarán periódicamente y reflejarán lo que ocurrió en el mercado petrolero el mes previo, de acuerdo a lo votado en el Parlamento.