Que la tecnología aceleró todos los procesos es ya una realidad de este nuevo mundo, pero para cabezas del siglo XX aún puede costar entender que una empresa local que nació en 2016 con cuatro empleados crezca hasta llegar la última semana a superar una valuación de 1.000 millones de dólares y transformarse en el primer “unicornio” uruguayo. Y quizás aún más raro sea que los emprendedores que lideran el proyecto, lejos están de promover una competencia feroz, sino que, al igual que otras voces del sector, repiten la importancia de consolidar un “ecosistema” de empresas que se impulsen mutuamente. El fondo del asunto es que no compiten por los clientes uruguayos, porque su mercado es el mundo.

El caso en cuestión es el de la empresa dLocal, que brinda soluciones de pagos digitales en mercados emergentes y captó clientes como Uber, Spotify y Amazon. Justamente con todas esas compañías ‒y otras como Facebook o la argentina Mercado Libre‒ comparte la categoría de “unicornio”, término que usó por primera vez la inversora estadounidense Aileen Lee para representar que estas firmas tienen una cuota de inverosimilitud en su expansión y potencial que las hace líderes dentro de su especie.

Pero este lejos está de ser el único ejemplo exitoso del sector tecnológico local, que tuvo sus inicios con el desarrollo de software casi dos décadas atrás y que hoy acumula un nivel de exportaciones en dinero sólo superado por la carne y la celulosa. De hecho, en la misma semana que dLocal se transformó en “unicornio” hubo otra empresa nacida en Uruguay, Pedidos Ya, que como parte de su plan de expansión compró las operaciones de Glovo (servicio de delivery) en Latinoamérica.

El ministro de Industria, Omar Paganini, dijo a la diaria que “lograr una valorización de ‘unicornio’ significa que estás en la mira de los principales inversores y el emprendimiento tiene una proyección global”, tratándose de un hito que “pone a Uruguay en la vidriera de los países con empresas tecnológicas exitosas”. Agregó que este es “un paso más” para un sector que “es dinámico, exportador, que genera empleo de calidad y llega a mercados exigentes”. Ese combo, dice el jerarca, abre caminos para que los servicios digitales se transformen en un puntal del desarrollo del país en los próximos años.

El dinamismo queda absolutamente reflejado en la historia de dLocal, una empresa donde predominan los ejecutivos y empleados jóvenes. Dos de ellos, su CEO Jacobo Singer y el vicepresidente de Producto, Rodrigo Sánchez, explicaron a la diaria que la consigna detrás del negocio que brindan hoy en 20 países es “dar soluciones (aplicando tecnología) para que los gigantes del e-commerce puedan recolectar sus pagos en mercados emergentes”. Esta tarea implica adaptarse a realidades variadas y promover, por ejemplo, una solución de pago mediante el boleto bancario en Brasil ‒medio de pago más utilizado en el vecino y proyecto inicial de la firma‒, por una red de cobranza en Uruguay o una tarjeta local en otro país.

Una de las “fortalezas” que reconocen, es la formación de “equipos propios” en cada mercado, donde se busca “un híbrido entre la cultura de dLocal y su experiencia en soluciones de pago, con gente local que conozca los hábitos” de los usuarios en ese país. “Nuestros clientes (las plataformas que operan en todo el mundo) están acostumbrados a recolectar pagos en mercados desarrollados y en los países emergentes hay formas distintas de pagar. Nosotros nos posicionamos en el medio, buscando traducir el mercado para que ellos trabajen con sistemas a los que ya están acostumbrados”, resumió Singer.

Esa consolidación como una solución de pago en lugares tan variados como México o India hizo que los inversores del mundo miraran a la tecnológica uruguaya. El logro más reciente, y que lo posicionó en la categoría de “unicornio”, fueron los 200 millones de dólares que aportaron General Atlantic y Addition, dos fondos que invierten en empresas con potencial de expansión ‒lo hicieron con Facebook en el pasado o hoy con TikTok‒. Con esos fondos, dLocal apuesta a desembarcar en 13 nuevos mercados para fines de 2021, con foco en Centroamérica, África y el sudeste asiático.

En la empresa trabajan hoy unas 280 personas ‒200 lo hacen desde Uruguay‒ con perfiles variados, porque “nuestros proyectos son multidisciplinarios, se necesita gente que sepa de tecnología pero también de ventas o de finanzas”, explicó Singer. Ambos ejecutivos dijeron que alcanzar esta valuación récord para una tecnológica local “no es una meta sino el inicio”, porque la llegada de nuevos socios, más mercados y clientes “es un compromiso que debemos retornar con resultados, más productos y nuevas soluciones”.

Tres visiones sobre el potencial del sector

Martín Naor: “El sector está en un punto de inflexión: la pandemia aceleró el movimiento hacia la virtualidad en todos los rubros y entonces esa disposición o cambio cultural, que es un prerrequisito para el desarrollo de las fintech, ya está dado”.

Omar Paganini: “Para la exportación de servicios digitales no hay restricciones como en el comercio de bienes. A los mercados de tecnología se accede desde cualquier parte del mundo, importa mucho más lo que haces que dónde estás y por eso se abren tantas oportunidades”.

Amilcar Perea: “El sector tiene todo el potencial. Necesitamos poner aún más el énfasis en las industrias del conocimiento y la tecnología, aumentar la captación de talento para dar más empleo de calidad, y facilitar la salida al mundo con más acuerdos comerciales”.

La palabra más repetida: un ecosistema emprendedor

“Lo que pasó con dLocal es sobre todo muy inspirador para los emprendedores, porque en general tenemos un trabajo solitario y de automotivación”, manifestó en diálogo con la diaria el fundador y CEO de la firma de servicios financieros Bankingly, Martín Naor. Esta fintech local brinda soluciones a bancos de pequeña y mediana dimensión, teniendo hoy más de 50 clientes entre Latinoamérica y África. “En este sector tener una comunidad y referentes es importante, ver que desde Uruguay se puede llegar a tener a las principales marcas del mundo como clientes”, destacó.

Por su parte, Amilcar Perea, fundador y CEO de In Switch Solutions, una fintech que brinda servicios de billetera electrónica en más de 40 países, señaló que en el sector tecnológico “la complementación es fundamental”, porque “el mercado que vemos no es local ni nos peleamos por un cliente, el mercado es el mundo y ni siquiera el que conocemos hoy sino el que se está creando a una velocidad enorme”. Es decir, que Uruguay “compite con los ecosistemas [emprendedores] de otros países”, e igualmente la competencia no es directa, porque “todos vamos por dar soluciones que ninguno puede abarcar por sí mismo”.

Perea subrayó que el logro de dLocal es “un espaldarazo enorme para toda la industria” y posiciona al sector “en la mira de los mercados mundiales”, lo que permite soñar “con que Uruguay sea un polo tecnológico para empresas disruptivas; tenemos todas las condiciones”. Mientras que Naor elogió la apuesta que hizo la actual firma “unicornio” por el talento joven y enfocarse en consolidar “su capacidad de ejecución” en cierto segmento del mercado, como diferenciales de éxito.

Para Sánchez, ejecutivo de dLocal, hay una “retroalimentación” en el sector “que fomenta que haya más innovación y soluciones creativas mirando al mundo”. Graficó que, así como el nuevo “unicornio” se formó mirando el crecimiento de la industria del software local en la última década, ahora les toca ser “el ejemplo de que se puede”.

También el ministro Paganini resaltó que el sector tecnológico “ha aprendido a cooperar y a competir”, y entiende que “la posibilidad de tener un cluster [conjunto de empresas que buscan una complementación] en Uruguay hará que se desarrolle más fuerte”. El jerarca indicó que la realidad actual responde a un proceso que comenzó en 2002, cuando se creó un régimen especial para el software, y que en la última década hubo “instrumentos de apoyo a emprendedores” que consolidaron y expandieron los logros.

La Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), el Latu y otras entidades estatales juegan un rol relevante en el primer impulso de estos emprendimientos, ya sea a través de fondos, apoyos logísticos, capacitación o posibilitando ampliar las redes de contacto en busca de complementariedades. Hoy son más de 350 empresas las asociadas a la Cámara Uruguay de Tecnologías de la Información (CUTI), hay ventas al exterior por cerca de 800 millones de dólares al año ‒la facturación total del sector asciende a 1.700 millones de dólares‒ y llegada a más de 50 mercados.

El especialista tributario Fabián Birnbaum explicó a la diaria que gran parte de las empresas de tecnología optan por instalarse en las zonas francas, desde donde pueden exportar accediendo a exenciones fiscales y aduaneras. La lógica detrás de este régimen es que haya “un derrame positivo” producto de la creación de empleos bien remunerados, detalló, con controles que aseguren que la empresa tenga actividad real.

Paganini comentó que en los últimos años ha crecido el número de empresas de este rubro instaladas por fuera de las zonas francas y más allá de eso, aclaró que el sector “no tienen un régimen de beneficios totales”, ya que se modificó la regulación de 2002. En términos generales, las firmas instaladas en Uruguay que desarrollan y exportan software pagan 22% de IVA y 1,5% de Impuesto al Patrimonio (IP), y exoneran el IRAE que pagan las empresas por utilidades cumpliendo ciertos requisitos.

Una barrera que se interpone y hay que superar

Las oportunidades y el desarrollo potencial del sector parecen tener una única barrera, según coincidieron los consultados: la demanda de nuevos talentos es mayor a la oferta disponible. El presidente de la CUTI, Leonardo Loureiro, dijo meses atrás que el sector emplea unas 13.000 personas y se requieren los servicios de unas 2.500 más, pero no encuentran los perfiles adecuados. “Si mejoramos eso sin dudas que el sector puede multiplicar su tamaño diez veces”, sostuvo Naor.

Desde hace años hay en marcha varios planes que apuntan a fomentar en los jóvenes la formación en esta área y hay efectos positivos de la implementación del Plan Ceibal, así como de la Universidad Tecnológica (UTEC), dijo Paganini. Sin embargo, cree necesario “cambios” que apunten a “mayor flexibilidad en las carreras, que sean más cortas”, y que haya una transformación del sistema educativo “para que sea más atractivo para los estudios científicos”. En esa línea, uno de los “problemas” a atacar es “el sesgo que existe en la matrícula de ingeniería hacia los varones”, procurando que “más niñas se motiven a estudiar carreras de tecnología”.

Perea expresó que para el crecimiento que imagina en el sector a mediano plazo, se requerirán “varios miles” de nuevos talentos (tanto en el rol de emprendedores como de empleados) y se preguntó si el país podrá generar esa fuerza laboral. “Necesitamos un mix: que la academia prepare más gente, que más niños y niñas elijan estudiar y prepararse en tecnología ‒no pensemos sólo en ingenieros‒y también que haya empresas del exterior que elijan a Uruguay como centro de innovación”, indicó. Todo eso generará “un círculo beneficioso para que el Estado apueste por que Uruguay sea más tecnológico aún”.

Como aspecto positivo, Naor dijo que “Uruguay históricamente ha sido un país con foco en los servicios financieros”, lo que puede permitir reconvertir a gente con experiencia en distintas áreas. “Se pueden dar buenas conjunciones entre personas que saben de lo financiero y quienes saben de lo tecnológico. La magia que logran las fintech es poner una solución que una vez que la ves, decís: ‘¿Cómo fue que no lo hicimos así toda la vida?’”, resumió.

De repasar los casos de éxito y las oportunidades que brinda el mundo como mercado, surge que es posible la aparición de nuevos magos uruguayos que exporten sus servicios y soluciones al mundo. Manteniendo un plan impulsado como país hace dos décadas y profundizando las acciones para alinear los intereses públicos y privados, podrán llegar nuevos unicornios que impulsen al sector y al desarrollo del país.

Otras historias de crecimiento de firmas tecnológicas locales

De surgir hace 11 años atrás como idea de dos jóvenes uruguayos en una clase universitaria, la empresa Pedidos Ya se transformó en una de las líderes del segmento de delivery en Latinoamérica. Hoy opera en más de 400 ciudades, tiene 2.500 empleados ‒hay 1.500 en sus sedes locales‒ y administra una red con 49.000 comercios. La última semana, la firma, que desde 2015 fue adquirida por la alemana Delivery Hero ‒líder global en servicios de entrega a domicilio‒, anunció que selló un acuerdo para comprar las operaciones en este continente de la española Glovo.

La operación permite a Pedidos Ya sumar cinco nuevos mercados (Perú, Ecuador, Costa Rica, Honduras y Guatemala) y se basa en el “gran potencial de crecimiento en la industria del delivery en línea” que se observa en América Latina, dijo a la diaria el gerente general de la tecnológica uruguaya, Federico Álvarez. También destacó que la pandemia llevó a “consolidar una base de usuarios mucho más grande” que usan la plataforma para más servicios, y trajo la apertura de un supermercado propio con el que se apuesta a realizar entregas “de pedidos chicos, que cubran las necesidades del momento y lleguen en pocos minutos”.

En el caso de In Switch Solutions, firma tecnológica fundada “en plena crisis del 2002” por Amilcar Perea, surgió “en un monoambiente” apuntando a digitalizar procesos vinculados al mundo de las telecomunicaciones. Tras la primera innovación que fue permitir recargar saldo directo desde el celular y eliminar el sistema de tarjetas, la firma se expandió y por 2008 comenzó a enfocarse en dar servicios mediante billeteras electrónicas, con foco en la inclusión financiera de nuevos sectores de la población. Hoy trabaja en más de 40 países ‒tan variados como El Salvador, Vietnam o Tanzania‒, manteniendo la base operativa en Uruguay.

Mientras que Bankingly, empresa especializada en plataformas digitales para servicios financieros, fue fundada por Martín Naor en 2015 y tres años después ‒estando ya consolidada en varios mercados regionales‒ captó dinero de fondos internacionales para apostar de lleno por el mercado africano. Hoy su CEO considera exitosa aquella búsqueda y analiza que en África hay condiciones para continuar expandiéndose: “Tienen una pirámide poblacional joven, con mucha gente accediendo a su primer trabajo y en más de dos tercios de nuestros clientes (incluyendo las operaciones en América Latina) somos la primera aplicación financiera que usan”.

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